Los fieles a Cui?a frustran los planes de Madrid y excluyen de la Xunta al hombre de Rajoy

La guerra por el control del PP gallego se desencaden¨® ayer abiertamente, al tiempo que Manuel Fraga daba a conocer su nuevo Gobierno, que incluye sorpresa may¨²scula. A ¨²ltima hora, decidi¨® prescindir del secretario regional del PP, Jes¨²s Palmou, destinado por la direcci¨®n nacional a ejercer como una especie de vicepresidente del Gabinete en la sombra. Fraga, que hasta ahora hab¨ªa acatado siempre las directrices del partido y del Gobierno central, dio un giro a sus planes despu¨¦s de que los fieles a Xos¨¦ Cui?a, el delf¨ªn defenestrado a instancias de Madrid, lanzasen una ofensiva para excluir a Palmou.

La remodelaci¨®n del Gobierno gallego, con la que el PP pretend¨ªa atajar la crisis pol¨ªtica abierta tras el desastre del Prestige, parec¨ªa cerrada el viernes. Fraga iba a incluir a cinco consejeros nuevos, todos con el respaldo del vicepresidente primero del Gobierno central, Mariano Rajoy, empezando por Palmou, que asumir¨ªa una cartera sin ¨¢rea de gesti¨®n, pero con el cometido de coordinar pol¨ªticamente el Gabinete. Palmou confirm¨® a varios dirigentes del partido que su ingreso en la Xunta era inminente.

En el Ejecutivo iban a continuar tambi¨¦n tres consejeros que el pasado diciembre se hab¨ªan alineado con Cui?a en la reclamaci¨®n a Fraga una l¨ªnea propia e independiente del Gobierno central para hacer frente a la contestaci¨®n social desatada por la cat¨¢strofe ecol¨®gica. Esos tres miembros del gabinete, los titulares de Cultura, Jes¨²s P¨¦rez Varela; Emigraci¨®n, Aurelio Miras, y Agricultura, Juan Miguel Diz, reaccionaron con una apelaci¨®n a Fraga para que cerrase el paso a Palmou.

Seg¨²n fuentes del PP gallego, esos consejeros hicieron ver al presidente que la ascensi¨®n de Palmou iba a desatar un clamor entre los partidarios de Cui?a, que acusan al secretario regional del partido de haber traicionado al antiguo delf¨ªn, su m¨¢ximo valedor durante muchos a?os. Para sorpresa del bando que ya se consideraba vencedor, Fraga atendi¨® la demanda. La Xunta hizo p¨²blica ayer la lista del nuevo Gobierno, en el que figuran todas las incorporaciones anunciadas el d¨ªa anterior salvo Palmou.

Con ese triunfo en la mano, los partidarios de Cui?a fuera del Gobierno desencadenaron ayer una contraofensiva que va a agravar la crisis y amenaza con desatar en el PP gallego un incendio de proporciones incalculables. El plan inicial del n¨²mero dos de Fraga durante 13 a?os, y de los dirigentes provinciales que le apoyan, era esperar a las elecciones locales de mayo para comprobar el desgaste ocasionado por el Prestige. Pero su creencia de que la direcci¨®n gallega del partido hab¨ªa dejado a Cui?a en la estacada para plegarse a las directrices de Madrid, les anim¨® a abrir las hostilidades.

Uno de los m¨¢s estrechos aliados de Cui?a, el presidente del PP de Ourense, Jos¨¦ Luis Baltar, en conversaci¨®n con este peri¨®dico, proclam¨® ayer su "apoyo incondicional" al antiguo n¨²mero dos de Fraga y su defensa a ultranza de la "l¨ªnea galleguista del partido". Baltar -que ayer evit¨® acudir a la convenci¨®n del PP en Madrid, pese a estar invitado- mostr¨® su "respeto" a Fraga, pero dej¨® caer que "algunos le han utilizado para que hiciese de verdugo de Cui?a".

Baltar, que preside la Diputaci¨®n de Ourense, hizo una revelaci¨®n sorprendente. Seg¨²n relat¨®, el pasado 2 de enero Fraga llam¨® a Cui?a y le comunic¨® que le iba designar consejero de Medio Ambiente y vicepresidente de la Xunta, el gesto que el delf¨ªn esperaba desde hace a?os a modo de lanzamiento casi definitivo como futuro sucesor del veterano l¨ªder.

"Cui?a no se lo dijo a casi nadie", asegura Baltar. "S¨®lo a su familia, a m¨ª mismo, que soy como de la familia, y al obispo de Ourense, con el que tiene una gran amistad". El l¨ªder de los populares orensanos interpreta que los planes de Fraga llegaron a o¨ªdos de miembros de la direcci¨®n gallega y nacional del partido y se puso en marcha una operaci¨®n para deshacerse de Cui?a antes de que se consumara su ascenso.