Joaqu¨ªn frustra a Piterman

En teor¨ªa, en Santander hab¨ªa m¨¢s expectaci¨®n por la llegada del nuevo presidente del Racing que por el partido en s¨ª. En la pr¨¢ctica, todo se torn¨® en una curiosa mirada de los aficionados al palco para conocer, en persona, a Dimitri Piterman. El ucranio nacionalizado estadounidense estren¨® poltrona en medio del inter¨¦s de c¨¢maras fotogr¨¢ficas y de televisi¨®n, pero sus abonados se mostraron indiferentes.

Sobre el campo, la victoria sorprendi¨® a los propios b¨¦ticos. El mismo V¨ªctor Fern¨¢ndez as¨ª lo reconoci¨®. Todos daban por firmado el empate cuando el internacional Joaqu¨ªn sali¨® de su alarmante ostracismo y marc¨® el tanto del inmerecido triunfo andaluz en el tiempo a?adido. El Racing es el equipo de Primera que m¨¢s puntos ha perdido en el tramo final.

Un imprevisto desenlace para un choque que comenz¨® a toda pastilla. En el minuto inicial, Regueiro y Casas a punto estuvieron de marcar. Las ocasiones no eran m¨¢s que el pr¨®logo de una jugada pol¨¦mica. En el minuto seis, el ¨¢rbitro, Esquinas Torres, pit¨® penalti por un agarr¨®n de Nafti a Arzu. En medio de la bronca, uno de los asistentes, Mendoza Castellano, avis¨® a su superior de que Casas estaba en fuera de juego. Esquinas cambi¨® su decisi¨®n.

En medio de la sorpresa inicial y el desaguisado final hubo un esfuerzo in¨²til. Una primera parte en la que el Racing carg¨® el juego por la banda izquierda, buscando en Regueiro la soluci¨®n a sus problemas. La cancha parec¨ªa escorada hacia aquel lado. Pero ni b¨¦ticos ni racinguistas mandaban con claridad. El partido ni se romp¨ªa ni se acababa de definir. Promet¨ªa todo y nada daba. Hab¨ªa tanta velocidad como impericia. La continuidad en el juego no exist¨ªa y se comenzaban numerosas jugadas pero casi ninguna se acababa. As¨ª lleg¨® el miedo y los silbidos para los locales. Entre fallos de unos y otros, s¨®lo Capi estuvo cerca de marcar, si bien Sietes salv¨® el gol sobre la l¨ªnea al filo del descanso.

La segunda mitad mostr¨® a un Racing descarado y veloz, pero tan inseguro en ataque como el Betis. Regueiro y Munitis se intercambiaron las bandas y el equipo nada gan¨®. Morat¨®n crec¨ªa en defensa como el debutante Melli en las filas andaluzas, demostrando que era la tarde de las retaguardias, pero no la de centrocampistas ni delanteros. Hasta que el Racing se convirti¨® en v¨ªctima f¨¢cil en una jugada a bal¨®n parado con el duelo a punto de bajar el tel¨®n. Un mal despeje que aprovech¨® Joaqu¨ªn para empa?ar un poco el sue?o de Piterman de convertir al Racing en un nuevo Depor.