"Si no soy un ladr¨®n, ?por qu¨¦ estoy preso? S¨®lo soy un n¨¢ufrago"
El sindicato de Mangouras dice que la fianza se fij¨® por razones pol¨ªticas
Apostolos Mangouras, capit¨¢n griego del Prestige, ha remitido una carta a la Federaci¨®n Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), con sede en Londres, en la que pide disculpas a los afectados por la cat¨¢strofe, declara que su "gran amor" es el mar, reconoce que este suceso le acompa?ar¨¢ toda la vida, se pregunta por qu¨¦ est¨¢ preso y agradece las muestras de apoyo. David Cockroft, secretario de la ITF, critica la elevada fianza impuesta al capit¨¢n, tres millones de euros, y asegura que se fij¨® por "razones pol¨ªticas".
?ste es el texto ¨ªntegro de la misiva del capit¨¢n del Prestige:
"Mi nombre es Apostolos Mangouras, ciudadano griego y en extensi¨®n europeo, soy el ¨²ltimo capit¨¢n del Prestige, barco que desgraciadamente yace en el fondo del oc¨¦ano.
Ante todo, deseo pedir disculpas a todos aquellos que se ven afectados o perjudicados por la cat¨¢strofe. Sin embargo, quiero poner en su conocimiento que ofrec¨ª lo m¨¢s preciado que tiene una persona, que es su propia vida, permaneciendo a bordo de mi barco (gravemente herido) tratando con todas mi fuerzas de evitar dicha cat¨¢strofe. He nacido en una peque?a isla del mar Egeo, llamada Icaria, en mi casa paterna abrazada por las olas a escasos 100 metros de la playa. Provengo de una familia de tradici¨®n marinera y amo al mar tanto como a mi propia vida, de hecho mi piel est¨¢ impregnada de salitre.
Llevo 44 a?os en servicio activo, de los cuales 32 como capit¨¢n, exclusivamente al mando de petroleros de desplazamiento desde 60.000 hasta 450.000 toneladas. Mi largo servicio como marino me ha dotado de mucha experiencia sobre las artes del mar; soy persona muy responsable y tomo las decisiones despu¨¦s de madurarlas en mi mente y no de manera superflua.
Actualmente resido en Atenas; mi fortuna personal se compone de un apartamento, y el 70% de un autom¨®vil compartido con mi hija. Cualquiera que tenga dudas sobre esto le invito desde aqu¨ª a que investigue. El fruto del trabajo a lo largo de mi vida est¨¢ invertido en la educaci¨®n y en facilitarle un futuro a mis hijos como cualquier padre, y una vez cumplido esto retirarme de lo que a lo largo de mi vida fue mi gran amor: el mar, con recuerdos felices, y no con la amargura y el dolor que siento. Pas¨¦ las fiestas navide?as (tan entra?ables para la familia) encerrado en una celda de una c¨¢rcel, en un pa¨ªs donde no conoc¨ªa a nadie, y lejos de mis seres queridos que son mi familia, con un estigma que me acompa?ar¨¢ durante toda mi vida tanto a m¨ª como a mi familia.
Este estigma que mancha y pone en tela de juicio mi capacidad profesional y sentido de responsabilidad. Deseo a quienes son los responsables de mi situaci¨®n actual que nunca tengan la ocasi¨®n de sentir el dolor, la impotencia y la soledad que yo he sufrido y sufro durante todo este desgraciado proceso.
Mi intenci¨®n al redactar esta carta no es la de provocar la compasi¨®n; el motivo por el cual escribo es mi profundo deseo de agradecer desde el fondo de mi coraz¨®n el apoyo y el inter¨¦s (desinteresado) que me han brindado, por el afecto, el calor y la humanidad que me han ofrecido y me ofrecen el maravilloso pueblo de la regi¨®n gallega; los marinos de toda clase y rango; la uni¨®n de los capitanes de la Marina Mercante; la uni¨®n de los maquinistas de la Marina Mercante de Galicia; la uni¨®n de los capitanes de la Marina Mercante vascos; la uni¨®n de los capitanes de la Marina Mercante de Francia; los pescadores de la uni¨®n Aetinape; profesores, profesoras y alumnos de la escuela de la Marina Mercante de A Coru?a; la Federaci¨®n Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF); la profesora Teresa de Santiago; la profesora de ingenier¨ªa naval Blanca Parga de Madrid; el se?or Romero Fern¨¢ndez. A todos quienes me han escrito cartas de ¨¢nimo y me han felicitado las pascuas (les devuelvo las felicitaciones), los que me enviaron telegramas, la prensa, los redactores, los comentaristas que me han apoyado con sus escritos, y los que piden mi liberaci¨®n.
Mi agradecimiento va tambi¨¦n para el departamento de la polic¨ªa de A Coru?a, que durante el primer interrogatorio el comportamiento de sus agentes fue impecable (aunque, por las circunstancias de nerviosismo y cansancio, el m¨ªo no lo fue); para los polic¨ªas que me custodiaron durante los traslados de la c¨¢rcel para A Coru?a y Corcubi¨®n, por su alto nivel de humanidad.
Tambi¨¦n quiero dar las gracias a los internos y guardias de los m¨®dulos 4 y 11 de la penitenciaria de Teixeiro, por el apoyo y el calor que me rodearon en los momentos m¨¢s dif¨ªciles de mi aislamiento y soledad, consiguiendo levantar mi moral y mi humillada dignidad como ser humano. Mi ¨²nica queja y a la vez mi ¨²nica pregunta es que, si no soy ladr¨®n, ni un asesino, ni un narcotraficante, ni un terrorista, en fin, que no he cometido ning¨²n crimen (sencillamente soy un n¨¢ufrago, y la palabra tiene mucho significado para los que peleamos con el mar), entonces, ?por qu¨¦ estoy encarcelado? Adem¨¢s, pregunto a los que entienden de leyes: ?no es justo que la fianza sea proporcional a las posibilidades econ¨®micas del presunto infractor para conseguir la libertad condicional?
Estoy preso desde el d¨ªa 15 de noviembre de 2002, algo que considero injusto; no obstante, creo en la justicia de este pa¨ªs, c¨¢lido, noble y hospitalario, que conoce m¨¢s que ning¨²n otro el significado de la libertad; pero sobre todo creo en el alto sentido de justicia de este pueblo que sabe que tengo la raz¨®n, y si la tengo me la dar¨¢n devolvi¨¦ndome mi libertad lo antes posible".
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