Un surtidor en la bah¨ªa

Cuatro activistas de Greenpeace permanec¨ªan detenidos al cierre de esta edici¨®n en Gibraltar, a la espera de prestar declaraci¨®n sobre la acci¨®n propagand¨ªstica desarrollada a primera hora de la ma?ana por los ecologistas para denunciar la presencia en la bah¨ªa de Algeciras, frente al Pe?¨®n, de un petrolero que act¨²a como surtidor de combustible y provoca, seg¨²n Greenpeace y los vecinos de la zona, numerosos vertidos al mar, adem¨¢s de suponer un riesgo considerable en caso de accidente.

La polic¨ªa gibraltare?a puso en libertad a ¨²ltima hora de la tarde a los catorce periodistas detenidos -dos de ellos de EL PA?S- por actuar de testigos de la denuncia pac¨ªfica de Greenpeace. Se trata de una denuncia justificada y de una detenci¨®n injustificada. De poco sirve que la Uni¨®n Europea (UE), o pa¨ªses miembros, mediante acuerdos bilaterales como el firmado a fines de noviembre por Francia y Espa?a, endurezcan la normativa sobre transportes peligrosos mientras existan para¨ªsos fiscales que den facilidades para pr¨¢cticas que, sean o no formalmente legales, suponen un riesgo cierto. El barco-surtidor contra el que se dirig¨ªa la denuncia tiene 246 metros de eslora -como el Prestige, m¨¢s o menos- y capacidad para 87.000 toneladas de combustible. Y se trata de un petrolero monocasco y con m¨¢s de 15 a?os de antig¨¹edad, lo que, seg¨²n el acuerdo hispano-franc¨¦s, le impedir¨ªa entrar en puerto espa?ol.

Ya en diciembre, otro barco con esas caracter¨ªsticas fue obligado por las autoridades espa?olas a alejarse de las aguas jurisdiccionales, pero pocos d¨ªas despu¨¦s apareci¨® en Gibraltar. La anomal¨ªa que supone esa colonia en territorio de la Uni¨®n Europea no tiene tan s¨®lo efectos distorsionadores de los mercados por su condici¨®n de para¨ªso fiscal. Los tiene tambi¨¦n medioambientales: el Gobierno de Gibraltar autoriza trasvases de combustible de barco a barco que la Capitan¨ªa Mar¨ªtima de Algeciras considera prohibidos por su alto riesgo de contaminaci¨®n.

En una zona en que se han contabilizado m¨¢s de 40 vertidos de hidrocarburos en los dos ¨²ltimos a?os, por diversas causas, es evidente el riesgo de operaciones permanentes de carga y descarga de combustible en la mar y sin el control que existe en los puertos. La protesta estaba justificada, y el Gobierno de la colonia lo sabe. Es dif¨ªcil imaginar una forma m¨¢s torpe de impedir que algo trascienda que la detenci¨®n de los periodistas encargados de contarla.