Schr?der, contra la prensa amarilla
El canciller alem¨¢n se defiende ante la justicia frente al 'Mail on Sunday'
Mal enemigo se ha echado encima el canciller federal alem¨¢n, el socialdem¨®crata de 58 a?os Gerhard Schr?der. Nada menos que uno de los peri¨®dicos dominicales del Reino Unido, el tabloide Mail on Sunday, al que un periodista alem¨¢n comparaba ayer con los perros foxterrier que cuando agarran una pantorrilla la muerden con tanta m¨¢s fuerza cuanta mayor es la resistencia de la v¨ªctima.
Todo se remonta a finales de noviembre y principios de diciembre del a?o pasado. Dos peri¨®dicos regionales alemanes publicaron una cr¨®nica de su corresponsal en Berl¨ªn en la que se informaba de una presunta crisis en el matrimonio del jefe de Gobierno alem¨¢n con la periodista Doris K?pf, 19 a?os m¨¢s joven y cuarta esposa de Schr?der.
Un tribunal alem¨¢n amenaza con multa a un diario brit¨¢nico por mentir sobre el matrimonio Schr?der
La respuesta del canciller fue autom¨¢tica: encomendar el caso a su abogado Michael Nesselhauf. El letrado consigui¨® de un tribunal una resoluci¨®n de urgencia, seg¨²n la cual se prohib¨ªa, bajo amenaza de una multa de 250.000 euros, a los diarios repetir la informaci¨®n sobre la crisis en el matrimonio Schr?der-K?pf. El avezado abogado Nesselhauf ya se apunt¨® un tanto en su d¨ªa al defender ante la justicia que Schr?der no usa tinte y el color de su pelo es natural.
La prensa amarilla alemana ya tuvo un tema para salvar la penuria informativa de los d¨ªas navide?os. El sensacionalista Bild se rasgaba un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n las vestiduras en enormes titulares sobre los sufrimientos de su antigua colega Doris, la esposa de Sch?der, pobre v¨ªctima de la maledicencia y los rumores. El canciller no reaccion¨® con la pr¨¢ctica, muy habitual en estos casos, de no remover la porquer¨ªa para evitar que huela m¨¢s, y se lanz¨® al ataque contra "las mentiras" de la prensa y defendi¨® el derecho de los pol¨ªticos a que respeten su intimidad.
En la cultura period¨ªstica alemana existe una tradici¨®n de no ocuparse de lo que los pol¨ªticos hacen de la cintura para abajo. Esta ley no escrita parece ahora en peligro con la iniciativa de Schr?der de enfrentarse a la prensa que os¨® recoger los rumores sobre su crisis matrimonial. Los peri¨®dicos alemanes se sintieron ofendidos ante el ataque del canciller al acusarlos de mentirosos. Hoy mismo est¨¢ fijado ante un tribunal de Berl¨ªn el primer asalto sobre las informaciones incriminadas en lo que podr¨ªa convertirse en un aut¨¦ntico marat¨®n judicial.
El abogado de uno de los peri¨®dicos ha anunciado que solicitar¨¢ la declaraci¨®n de la esposa de Schr?der y los guardaespaldas del canciller para tratar de aclarar con qui¨¦n duerme el pol¨ªtico o si duerme con Doris.
Todo esto no es m¨¢s que un peque?o entrem¨¦s de lo que se avecina. El conflicto de Schr?der con la prensa ha saltado las fr¨ªas y procelosas aguas del canal de la Mancha. El tabloide dominical brit¨¢nico Mail on Sunday encontr¨® interesante la historia y public¨® hace dos semanas un extenso reportaje sobre el matrimonio de Schr?der, sin las consideraciones usuales de la prensa alemana, y difundi¨® el nombre de la dama que presuntamente goza de los favores del canciller: la famosa periodista Sandra Maischberger, una atractiva morena de 36 a?os que realiza cinco d¨ªas a la semana incisivas entrevistas pol¨ªticas en el canal de noticias N-TV.
El abogado de Schr?der consigui¨® una resoluci¨®n de urgencia de un tribunal alem¨¢n que amenaza tambi¨¦n a Mail on Sunday con 250.000 euros de multa si insiste en sus afirmaciones sobre el matrimonio del canciller.
La respuesta del tabloide brit¨¢nico fue la guerra total. Ante todo se niega el peri¨®dico a reconocer la jurisdicci¨®n de un tribunal alem¨¢n sobre la prensa del Reino Unido: "Lo sentimos, se?or Schr?der, pero usted todav¨ªa no gobierna en Gran Breta?a... Al menos, todav¨ªa no". Aprovecha la ocasi¨®n el dominical para arremeter contra lo que puede ser un "espacio judicial europeo", donde jueces de Letonia o Eslovaquia se pronuncien sobre derechos y libertades inglesas. Para que no falte nada, el Mail on Sunday apela, en un texto escrito en alem¨¢n, a que ciudadanos de esta nacionalidad env¨ªen textos sobre informaciones que puedan comprometer a Schr?der. Para completar la faena, el diario imprime un formulario de protesta destinado al embajador de Alemania en el Reino Unido.
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