Un gran fresco social

Pocas veces se ha visto en el cine espa?ol (o en el cine de cualquier lugar) una cr¨®nica social tan acertada y rotunda, y tan hermosa a la vez. Los santos inocentes, al margen de las sutiles sugerencias de la novela de Miguel Delibes, es, sin duda, una de las pel¨ªculas m¨¢s importantes de la historia del cine espa?ol. As¨ª lo expresaron en su momento los comentarios cr¨ªticos ("Un sentimiento po¨¦tico que turba y compromete", seg¨²n este peri¨®dico. "Una obra excepcional, por no decir obra maestra", en opini¨®n de Pedro Miguel Lamet). Cr¨ªticos y p¨²blico se dejaron emocionar por las im¨¢genes de este filme contundente y tierno que habla de la despiadada explotaci¨®n del hombre por el hombre, y de una inocente pero just¨ªsima venganza.

"Consigue que Rabal y Landa se comporten en la pel¨ªcula como ni?os, como santos inocentes"

Cuando en 1981 Delibes public¨® su novela, sorprendi¨® que situara la acci¨®n en las pobres tierras de Extremadura en lugar de en su habitual Castilla natal. Fue en Extremadura donde el escritor encontr¨® el ambiente id¨®neo para esta "tragedia vestida de ropajes po¨¦ticos", que m¨¢s parece sacada de ¨¦pocas feudales que de los tiempos presentes.

Un cortijo y sus se?oritos, especialmente el hijo de la marquesa, chulo, amante de la caza, d¨¦spota... al que siguen los apoderados, servil clase media con ¨ªnfulas de grandeza, incipientes corruptos, y al final del t¨²nel, los olvidados, los miserables, los santos inocentes, una pobre familia de analfabetos que asume con naturalidad su condici¨®n de esclavos.

Tanto en la novela como en la pel¨ªcula encontramos un significativo fresco social, cuya perennidad fue, c¨®mo no, discutida por un sector. En la rueda de prensa que sigui¨® a la triunfante presentaci¨®n de la pel¨ªcula en el Festival de Cannes, el productor Juli¨¢n Mateos precis¨®: "Cuanto en la pel¨ªcula se ve, ocurre a¨²n en todo el mundo". El director, Mario Camus, lo corrobor¨®: "Hay quien dice que estas cosas ya no ocurren, pero creo que no es cierto. Los santos inocentes trata de opresores y oprimidos, de humillados y ofendidos, de dominados y dominadores. Situaci¨®n que s¨®lo puede cambiar con una revoluci¨®n que invierta totalmente las cosas".

La cr¨ªtica dio por leg¨ªtimo que la pel¨ªcula cuenta una historia de nuestros d¨ªas: "Camus ha recreado un mundo de realidades indiscutibles, manteniendo el pulso del respiro con tanta seriedad y amor que dif¨ªcilmente puede uno sentirse al margen de este espejo", se dijo en Espa?a. "El excelente Mario Camus cuenta esta historia ejemplar con una objetividad casi documental, que se manifiesta en la distancia de las im¨¢genes y en un estilo riguroso", se public¨® en Francia. El propio Delibes elogi¨® sin reservas "la sobriedad y maestr¨ªa de Camus y, por otro lado, la ductilidad y buen hacer de Paco Rabal y Alfredo Landa en dos papeles dificil¨ªsimos. Camus consigue que Rabal y Landa se comporten en la pel¨ªcula como ni?os, como santos inocentes, ¨²nica manera de crear la atm¨®sfera adecuada para que el tema propuesto funcione, es decir, convenza y conmueva al espectador".

Aquella presentaci¨®n en Cannes (1984) despert¨® un clamor sincero, que se desbord¨® con el premio de interpretaci¨®n que obtuvieron Francisco Rabal (Azar¨ªas) y Alfredo Landa (Paco el Bajo). Fue el presidente del jurado, Dirk Bogarde, quien les entreg¨® el premio, y a pesar de la prohibici¨®n de que los galardonados hablaran, Rabal no resisti¨® la tentaci¨®n, se acerc¨® al micr¨®fono y susurr¨® "?Milana bonita!", las dos palabras que tantas veces repite en la pel¨ªcula y que definen a su entra?able personaje Azar¨ªas, el hermano tonto, el que vive en y con la naturaleza, el que se entiende con los p¨¢jaros, a los que llama siempre "milana bonita", como igualmente llama a la Ni?a Chica, su sobrina retrasada, que a¨²lla de dolor.

Ser¨ªa injusto no aplaudir a todo el reparto: Juan Diego, Terele P¨¢vez, Mari Carrillo, Agust¨ªn Gonz¨¢lez, Maribel Mart¨ªn, ?gata Lys, Jos¨¦ Guardiola, Manolo Zarzo, as¨ª como los j¨®venes Bel¨¦n Ballesteros y Juan S¨¢nchez, que quiz¨¢s representen la esperanza, ese cierto optimismo que algunos quisieron ver en la versi¨®n de Camus y sus colaboradores Antonio Larreta y Manuel Matji... A veces ocurren milagros como los de esta pel¨ªcula, como si cuantos intervinieron en ella hubieran estado tocados por la gracia. Burmann en la fotograf¨ªa, Garc¨ªa Abril en la m¨²sica... Cuando se est¨¢ ante una pel¨ªcula de tal calidad, no hay elemento menor.

Mario Camus dijo en una entrevista: "El cine es como el amor. El amor es como un p¨¢jaro. Si lo aprietas mucho, se ahoga. Si abres demasiado las manos, se te escapa". En Los santos inocentes encontr¨® el m¨¢gico punto exacto. No fue, pues, sorprendente que aquel a?o le concedieran el Premio Nacional de Cinematograf¨ªa.