Israel, bajo la ley del miedo
Israel, una sociedad enferma y atemorizada por los ataques terroristas palestinos, la crisis econ¨®mica y el peligro de una guerra con Irak, se dispone a participar el pr¨®ximo 28 de enero en unas elecciones generales en las que todos los pron¨®sticos vaticinan la victoria del partido nacionalista Likud, liderado por el actual primer ministro, el ex general Ariel Sharon. El gran perdedor de los comicios ser¨ªa el Partido Laborista, que preside Amram Mitzan, al que se le augura la derrota m¨¢s importante de la historia, arrastrando con ella el Proceso de Paz y el di¨¢logo con los palestinos.
"La sociedad ha empezado a vivir sin planes ni proyectos. Esta enfermando; los sentimientos de insensibilidad hacia el dolor exterior se han aumentado, as¨ª como el odio hacia el extranjero o a las minor¨ªas en general", explica el psiquiatra jud¨ªo Tristan Troudart, responsable del departamento de rehabilitaci¨®n del hospital mental de Kira Shaul, el centro de sanidad mental p¨²blico m¨¢s grande de Jerusal¨¦n y uno de los mas importantes de Israel, en un intento por hacer un diagn¨®stico cl¨ªnico-sociol¨®gico de la sociedad israel¨ª, que el martes se enfrenta a unas elecciones generales.
Tristan Troudart, psiquiatra: "La angustia es un sentimiento central de la realidad israel¨ª, aunque tengamos un ej¨¦rcito potente"
Para el doctor Troudart, este sentimiento de miedo y angustia no es nuevo, configuran un sentimiento central en la historia de la sociedad de Israel, es una constante en su historia, un sentimiento profundamente arraigado incluso ahora y a pesar de que cuenta con un ej¨¦rcito potente, el mas preparado de la zona. En este sentido, el psiquiatra opina que los atentados suicidas palestinos de los dos ¨²ltimos a?os, en el marco de la Intifada, han agravado este miedo at¨¢vico y profundo, transform¨¢ndolo en un sentimiento a flor de piel.
"En este sentido", recalca, "los suicidas han conseguido una victoria clara. Pero a pesar de todo la gente logra funcionar porque desarrolla mecanismos de defensa como la racionalizaci¨®n o la negaci¨®n. El 'esto nunca me pasara a m¨ª' est¨¢ hoy a la orden del d¨ªa. Pero el cerco se estrecha y conoce m¨¢s de cerca los efectos de los atentados", recalca el doctor Traduant, trazando as¨ª las l¨ªneas generales de una sociedad en la que, asegura, hay mucha gente que vive "en un permanente estado de paranoia, que le retrae salir a la calle, ir a los caf¨¦s, al supermercado o viajar de noche, por el temor de ser seguido".
Es muy dif¨ªcil minimizar o relativizar este sentimiento al que se refiere Traduant, sobre todo si se escuchan los pron¨®sticos y an¨¢lisis de otros especialistas, como el profesor Eli Carmon, del Instituto Internacional del Contraterrorismo de la Universidad de Herziliya, quien anuncia que el ataque de Estados Unidos contra Irak, se llevar¨¢ a t¨¦rmino con toda seguridad el pr¨®ximo mes de marzo. Carmon, licenciado en Ciencias Pol¨ªticas por la Universidad de Haifa, autor de un estudio sobre las coaliciones terroristas en el periodo comprendido entre 1968 a 1990, es sobre todo uno de los asesores del Gobierno en asuntos de terrorismo.
"Cada guerra es una inc¨®gnita, pero ¨¦sta a¨²n m¨¢s, aunque Estados Unidos habla de una campa?a r¨¢pida y limpia. La amenaza a Israel es real. Existe la posibilidad de que Irak desencadene una guerra qu¨ªmica o biol¨®gica, con armamento que tiene escondido en alguna parte. No tenemos experiencia en las armas de este tipo, porque adem¨¢s son vetustas. El sentimiento de miedo es real", explica Carm¨®n, mientras en la calle la poblaci¨®n se afana en limpiar y poner en orden los refugios antia¨¦reos, tratando de adecuarlos a una guerra bacteriologica y qu¨ªmica.
En Israel, los refugios han dejado de servir de trasteros. La reparaci¨®n y limpieza de los abrigos, obligatorios para todas las viviendas construidas a partir de 1991, se ha convertido en una tarea nacional. Sin embargo, las cifras son alarmantes: el 37% de la poblaci¨®n carece de un lugar donde protegerse. El 86% de los refugios no est¨¢n preparados para hacer frente a ataques qu¨ªmicos. Un tercio de las m¨¢scaras de gas que en su momento fueron distribuidas a la poblaci¨®n han caducado o son inservibles. A los extranjeros se les ha anunciado que se les entregar¨¢n tambi¨¦n m¨¢scaras a cambio de un dep¨®sito de 200 shekels. unos 60 euros. La mayor¨ªa de las embajadas no han previsto nada, y algunas han recomendado ir¨®nicamente que en caso de ataque se usen pa?uelos.
El Ej¨¦rcito ha impartido un nuevo cat¨¢logo de mandamientos en materia de seguridad que se acumula a los anteriores, los que se empezaron a dar hace dos a?os, cuando estall¨® la Intifada, y a los redactados de manera precipitada tres meses atr¨¢s, cuando un comando suicida atac¨® un hotel en Mombasa lleno de turistas israel¨ªes. Se est¨¢ configurando as¨ª en Israel una nueva Biblia, imprescindible para sobrevivir en el pa¨ªs o viajar tranquilamente al extranjero. Por ejemplo, quedan "prohibidos" el uso en el exterior de las camisetas o gorras con inscripciones israel¨ªes, entablar discusiones pol¨ªticas con desconocidos o hablar en lengua hebrea en voz alta en lugares p¨²blicos.
La incertidumbre y la inseguridad provocadas por el conflicto palestino y el temor de un ataque de Irak se ven agravadas por la crisis econ¨®mica en la que se encuentra sumergida Israel y que constituyen el peor a?o de su historia. Crecimiento negativo por segundo curso consecutivo, aumento del ¨ªndice de paro, inflaci¨®n, carest¨ªa, pero, adem¨¢s, desintegraci¨®n de la red solidaria, uno de los elementos m¨¢s caracter¨ªsticos de la sociedad israel¨ª.
"La crisis econ¨®mica se siente con dureza, sobre todo porque ha aparecido en Israel despu¨¦s de una d¨¦cada de prosperidad, los magn¨ªficos noventa, durante los cuales el proceso de paz con los palestinos, la llegada de un mill¨®n de inmigrantes rusos, la apertura de la econom¨ªa israel¨ª al mundo, el aumento de la oferta del consumo y de la construcci¨®n, hicieron vivir al pa¨ªs unos momentos de euforia", explica el catedr¨¢tico de Econom¨ªa Alfred Tovias en la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n, responsable, a su vez, de la c¨¢tedra de Estudios Europeos Jean Monnet.
En opini¨®n del profesor Tovias, la crisis econ¨®mica israel¨ª, que se ha saldado por ahora con el 10,5% de paro, el -1,5% de crecimiento negativo y la amenaza de cierre de numerosas empresas, est¨¢ provocado no s¨®lo por la Intifada palestina. Hay otros factores importantes que explican la crisis, entre ellos el fin de la entrada de nuevos inmigrantes, el estallido de la burbuja de Wall Street y el derrumbe del mercado de la alta tecnolog¨ªa, en el que Israel hab¨ªa efectuado una apuesta importante.
"La crisis afecta por ahora a la electr¨®nica, al turismo, a la agricultura, pero a medida que pasa el tiempo afecta a otros sectores Los efectos perniciosos de la situaci¨®n est¨¢n siendo por el momento mitigados gracias a la Seguridad Social, con lo que se asegura por ahora la continuaci¨®n del Estado de bienestar. Pero las empresas no pueden continuar produciendo sin vender, almacenando stock. No hay un horizonte claro. El paso siguiente ser¨¢ a¨²n mas grave", recalca el profesor Alfred Tovias, al tiempo que se?ala el creciente descontento de la clase media, sobre la que recae el coste de la crisis.
Por si todo ello no fuera suficiente, Tovias recuerda que los nuevos pobres han irrumpido tambi¨¦n en la realidad israel¨ª, poniendo al descubierto el lado amargo de un pa¨ªs que hasta ahora parec¨ªa inexistente. Uno de cada cinco ciudadanos vive bajo la l¨ªnea de la pobreza. El 33,77% de las familias israel¨ªes son pobres, es decir, que viven al mes con menos de 1.383 shekles por persona, unos 430 euros. Las cifras afectan a 1.169.000 personas, de las que 530.700 son ni?os. Los pron¨®sticos son desesperanzadores, sobre todo, en los sectores marginales y minoritarios de la poblaci¨®n: ¨¢rabes y beduinos.
El miedo a los atentados, a la guerra con Irak, a la crisis econ¨®mica, est¨¢ ah¨ª. Lo reconocen incluso las ¨²ltimas encuestas, que entronizan la ansiedad como uno de los sentimientos nacionales m¨¢s arraigados entre la poblaci¨®n, establecen el Ej¨¦rcito como la instituci¨®n m¨¢s cre¨ªble y querida. S¨®lo un 40% de la poblaci¨®n israel¨ª se siente hoy segura. El 47% tiene miedo o est¨¢ ansiosa.
Ante este panorama, la sociedad israel¨ª tratar¨¢ con su voto, el pr¨®ximo martes 28 de enero, de buscar una soluci¨®n. Las recetas, en l¨ªneas generales, son dos: el partido nacionalista Likud, capitaneado por el primer ministro Ariel Sharon, propugnando una victoria militar en los conflictos con los que se enfrenta Israel, para dejar para m¨¢s tarde los problemas coyunturales econ¨®micos. Por su parte, el Partido Laborista, liderado por el alcalde de Haifa, Amram Mitzan, sugiere una soluci¨®n pol¨ªtica y negociada con los palestinos, tratando de resolver al mismo tiempo la crisis social y laboral.
Por primera vez en la historia de Israel han desaparecido de la batalla electoral pugnas tradicionales, como la que enfrenta las concepciones religiosas con las laicas. Las l¨ªneas generales del debate pasan por un eje central; c¨®mo resolver la guerra con los palestinos y acabar con una Intifada, programada en principio para unos pocos meses, pero que ya lleva m¨¢s de dos a?os. Las prioridades est¨¢n claras: "Primero, sobrevivir; despu¨¦s ya veremos".
Una ¨²nica excepci¨®n; el partido Shinui (Reforma), una formaci¨®n relativamente moderna, de contenido laico, dirigida por Tomy Lapid, ex periodista del populista rotativo Maariv, planta cara a los movimientos religiosos ultraortodoxos y reivindica el fin de sus prerrogativas, en nombre de una clase media sobre la que recae cada vez m¨¢s el pago de los impuestos y el pago de una crisis. Lapid, que se define de izquierda en el sentido religioso, se muestra ambiguo en el momento de negociar la paz con los palestinos y con Yasir Arafat.
Su programa es una andanada a la l¨ªnea de flotaci¨®n de las comunidades ultraortodoxas, que desde el tiempo de Ben Guri¨®n han gozado de una protecci¨®n especial. Para ¨¦l lo m¨¢s importante es conseguir que todo el mundo por igual preste su servicio militar, anulaci¨®n de las leyes que protegen a las familias numerosas, que impiden los matrimonios civiles, el transporte en Shabat, acabar con el monopolio de los rabinos y anular los beneficios econ¨®micos de los ultraortodoxos.
"No entendemos por qu¨¦ si una persona quiere estudiar arquitectura u hosteler¨ªa tiene que trabajar para pagar sus estudios, mientras que otra persona que decide estudiar en una yeshiv¨¢ (seminario jud¨ªo) son otros quienes tienen que pagar por ¨¦l", se pregunta el periodista Lapid, convocando as¨ª tras ¨¦l a una parte de la poblaci¨®n, especialmente la minor¨ªa rusa o los emigrantes oriundos de Latinoam¨¦rica, y que constituyen m¨¢s de un mill¨®n de habitantes, una sexta parte de la poblaci¨®n de Israel. En la actualidad cuenta con seis esca?os. Los sondeos le auguran el triple.
Pero el debate de la calle en Israel no es ¨¦ste. La discusi¨®n gira en torno a la guerra con los palestinos y el temor de una confrontaci¨®n con Irak. La poblaci¨®n conf¨ªa ahora m¨¢s que nunca en el Ej¨¦rcito, por encima de cualquier otra instituci¨®n. El 81% de la poblaci¨®n cree en las fuerzas de seguridad, en sus soldados, casi tanto como en su polic¨ªa (el 67%), o en el poder o independencia de los jueces del Tribunal Supremo (el 76%). El resto de las instituciones del pa¨ªs, empezando por la prensa, el Gobierno o la clase pol¨ªtica, provocan desconfianza y despecho. Los resultados de las ¨²ltimas encuestas son reveladores: el 49% no conf¨ªa en el Ejecutivo; tambi¨¦n el 49% desprecia a la prensa, y, lo que es m¨¢s grave, el 76% se burla en l¨ªneas generales de la "clase pol¨ªtica". Todos estos datos explican por qu¨¦ la sociedad israel¨ª conf¨ªa en Sharon; el m¨¢s militar y menos pol¨ªtico de sus l¨ªderes, y auguran la derrota de Amram Mitzan y su propuesta de seguir negociando con los palestinos.
El embajador israel¨ª Pinjas Avivi, asesor del Gobierno en la Conferencia de Madrid, en 1991, y en los encuentros de Wye Plantation, en 1998, entre Benjam¨ªn Netanyahu y Yasir Arafat, resume el sentimiento de confianza que despierta Sharon: "Es cierto que estamos en un cruce de caminos: Irak, Intifada, crisis econ¨®mica, elecciones... Los que estaban a la izquierda han recibido un golpe muy fuerte y se han ido al centro; lo mismo ha pasado con los de la derecha, tratando tambi¨¦n de buscar un terreno lo suficientemente el¨¢stico y fuerte a la vez como para hacer la paz. Yo personalmente conf¨ªo en el pragmatismo de Ariel Sharon. Estoy seguro que querr¨¢ acabar su vida pol¨ªtica trayendo la paz".
Fuera del debate ha quedado marginada poco m¨¢s que el 20% de la poblaci¨®n; los ¨¢rabes-israel¨ªes. Fieles seguidores del laborismo, esta vez propugnan m¨¢s que nunca la abstenci¨®n. Por primera vez en la historia han ligado su futuro al de sus hermanos, el pueblo palestino.
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