Inquietud por los planes que se dispone a aplicar Umberto Agnelli, nuevo responsable de Fiat

Tur¨ªn despidi¨® ayer a Gianni Agnelli con una abrumadora peregrinaci¨®n hasta el Lingotto, donde qued¨® instalada la capilla ardiente del Avvocato. En el ¨¢nimo de la mayor¨ªa pesaba la inquietud por el futuro de Fiat y la certeza de asistir al ¨²ltimo acto de una historia industrial. Umberto Agnelli, miembro de la cuarta generaci¨®n de la familia, recibi¨® el respaldo del presidente del grupo, Paolo Fresco, al que suceder¨¢ en mayo. M¨¢s all¨¢ de las buenas palabras quedan las dudas sobre el alcance del plan de reestructuraci¨®n que elegir¨¢ el nuevo patr¨®n, a quien, seg¨²n sus paisanos, "los autom¨®viles no le han interesado nunca".

El paso del testigo de Fresco a Umberto Agnelli se producir¨¢ en mayo, en la asamblea de socios del grupo. En la misma cita, John Elkann, nieto de Gianni, y representante de la quinta generaci¨®n, asumir¨¢ probablemente la vicepresidencia de Fiat. Cambios "en el signo de la continuidad", dijo ayer el actual presidente de Fiat, que pidi¨® a empleados y dirigentes del grupo "un esfuerzo mayor" para remontar la crisis. Los banqueros que el pasado verano concedieron un cr¨¦dito de 3.000 millones de euros a Fiat con la condici¨®n de que aplicara un plan de reducci¨®n de la deuda, se mostraron tambi¨¦n dispuestos a contribuir al rescate de la firma. Otro tanto hizo el viernes la familia Agnelli.

Sin embargo, diversos analistas se?alaron a este peri¨®dico que la ampliaci¨®n de capital (250 millones de euros) acordada ese d¨ªa por los socios de la Giovanni Agnelli & Co (la sociedad de la familia que pasar¨¢ a llamarse Umberto Agnelli & Co) "es insuficiente para hacer frente a la situaci¨®n. Se necesitar¨ªa el doble de ese dinero".

Respetuosos del protocolo, los Agnelli dejaron de lado ayer los negocios para atender en bloque a la multitud que acudi¨® al Lingotto (antigua f¨¢brica de Fiat) para rendir el ¨²ltimo homenaje al padre, padrone por antonomasia del capitalismo italiano. En la sala rectangular, el f¨¦retro con los restos del Avvocato qued¨® situado sobre una especie de pedestal, flanqueado por soldados de la guardia de honor republicana. Por la sala desfilaron desde los jugadores de la Juventus, el equipo de los Agnelli, a los empleados de la Ferrari, con el presidente Luca de Montezemolo y el corredor Michael Schumacher a la cabeza; las autoridades locales y regionales, y los l¨ªderes de la izquierda, desde Sergio Cofferati a Piero Fassino y Massimo D'Alema. Acudieron tambi¨¦n los principales banqueros y empresarios como el presidente de la Confindustria, Antonio D'Amato, y el ex presidente de Fiat, Cesare Romiti.

Umberto Agnelli, acompa?ado por sus hermanas Mar¨ªa Clara y Susana, la viuda del Avvocato, Marella Caracciolo y los nietos Ginebra, Lappo y John Elkann, hijos de Margherita Agnelli, ¨²nica hija de la pareja, recibi¨® el p¨¦same de todos. En la interminable fila que esperaba dar el ¨²ltimo adi¨®s al patriarca se ve¨ªa gente con l¨¢grimas en los ojos. "La p¨¦rdida es enorme. Para bien y para mal, Gianni Agnelli lo ha sido todo en esta ciudad", comentaba un hombre maduro. "No soy de Tur¨ªn, pero vivo aqu¨ª desde hace 45 a?os, y he visto como la ciudad perd¨ªa una tras otra todas sus industrias, hasta quedarnos solamente con Fiat. Depender de un monopolio es un error". El ministro de Industria, Antonio Marzano, volvi¨® a repetir, sin embargo, que el plan de reestructuraci¨®n de Fiat no contemplar¨¢ cierres de f¨¢bricas. Las exequias de Gianni Agnelli concluir¨¢n hoy con la apoteosis final: el funeral de Estado en el Duomo de Tur¨ªn al que asistir¨¢n las m¨¢s altas autoridades de la Rep¨²blica italiana.