Cincuentones no, gracias
La prejubilaci¨®n afect¨® en 2002 a 20.000 trabajadores de grandes empresas y a un goteo de despidos individuales
Las grandes empresas expulsaron prematuramente del mercado laboral a 20.000 trabajadores durante 2002. Se trata de empleados con m¨¢s de 50 a?os de edad cuya experiencia profesional no se considera rentable y los ¨²ltimos protagonistas de un viejo mecanismo utilizado por las empresas para reducir plantilla o para renovarla con j¨®venes fichados con menor salario.
Los planes de retiro anticipado m¨¢s extensos son los de Hunosa, que afecta a 2.800 empleados, Iberia, SCH, Endesa, Renfe y BBVA
La banca y las cajas tienen su propio modelo, ya que no trasladan al Inem una parte de la cobertura de los expulsados
Son cifras que no aparecen en ninguna estad¨ªstica y una realidad social (o un problema) que tampoco tiene reconocimiento en las leyes espa?olas. Los datos de los planes de ajuste aplicados en las grandes empresas no incluyen un goteo continuo de prejubilaciones que se produjeron en otras compa?¨ªas mediante despidos individuales. Estimaciones aproximadas realizadas por el Ministerio de Trabajo y por el Consejo Econ¨®mico y Social (CES) indican que, cada a?o, entre 60.000 y 70.000 trabajadores se acogen a distintos planes de prejubilaci¨®n.
S¨®lo una parte de ellos, los que pertenecen a grandes empresas que no est¨¢n inmersas en una situaci¨®n de crisis o que proceden del sector p¨²blico, cuentan con unos ingresos garantizados hasta la jubilaci¨®n. Se trata de una cifra cercana a los 20.000 trabajadores, seg¨²n los datos facilitados por las federaciones de UGT, recopilados empresa a empresa.
Estos prejubilados se marchan con la garant¨ªa de recibir indemnizaciones equivalentes a buena parte del salario neto que cobraban en activo, y que oscila entre el 72%, como en el caso de la compa?¨ªa Flex, y el 90% de los ingresos que percib¨ªan, pactado en Duo-Fast. En las empresas Enertec y Tecno-Auto las indemnizaciones llegan del 90% hasta el 100%.
Los planes de retiro anticipado a partir de los 50 a?os m¨¢s extensos son los que se han aplicado en Hunosa (2.800 trabajadores), Iberia (2.516), BSCH (2.100), Endesa (2.000), Renfe (1.536), BBVA (1.350) y Alcatel (1.200 empleados).
El proceso es plurianual en la compa?¨ªa Endesa, que tiene previsto aplicar un plan entre los a?os 1998 y 2006 con la marcha de 12.500 trabajadores en total y de forma que la plantilla quede compuesta por 12.500 personas. Tambi¨¦n existe un programa para varios a?os en la compa?¨ªa minera Hunosa, que se extender¨¢ entre 2002 y 2005, y es la empresa que m¨¢s prejubilaciones (2.800) ha aplicado a lo largo del a?o pasado.
Los datos reunidos por UGT indican que esas grandes empresas tienen pactado un convenio especial con la Seguridad Social para mantener las cotizaciones hasta los 61 o 63 a?os, y a esa edad los afectados pasan a la jubilaci¨®n anticipada sin sufrir merma en su pensi¨®n. Iberia es una excepci¨®n y enlazan con el retiro a los 65 a?os.
Una tendencia que se est¨¢ produciendo en las empresas del metal es que combinan la jubilaci¨®n a tiempo parcial con contratos de relevo. Esta f¨®rmula es m¨¢s aceptable para los sindicatos. Jes¨²s P¨¦rez, secretario confederal de UGT, subraya que es "m¨¢s respetuosa con el empleo, ya que supone un mantenimiento de los puestos de trabajo, mientras que la prejubilaci¨®n es un mero ajuste de plantilla por una v¨ªa no traum¨¢tica".
Las empresas que tienen previsto combinar prejubilaciones o jubilaciones a tiempo parcial con contratos de relevo para j¨®venes son Michelin, Balay, Opel, Seat, Mercedes Benz, CAF, Repsol, los astilleros p¨²blicos y privados, Aceralia, Sidenor y Alcoia.
Las prejubilaciones en banca y cajas de ahorro tienen su propio modelo y no trasladan a las arcas del Inem, como otras empresas, una parte de la cobertura econ¨®mica de los trabajadores expulsados. Este sector ha gastado 2.400 millones de euros (400.000 millones de pesetas) desde 1998 en este ajuste de personal, unos fondos que carga contra reservas por indicaci¨®n del Banco de Espa?a. Estos empleados del sector financiero no son despedidos. Su contrato est¨¢ suspendido, no tienen actividad laboral y reciben una renta peri¨®dica hasta la jubilaci¨®n.
Adem¨¢s de esas dos v¨ªas, cada a?o se produce un goteo de salidas de trabajadores mayores de 50 a?os en otras empresas. Una expulsi¨®n aplicada a trav¨¦s de despidos individuales, en algunos casos compensados con indemnizaciones costeadas por las empresas; en otros, sin m¨¢s cobertura que las prestaciones de paro del Inem, y con m¨¢s dificultades que el resto de desempleados para encontrar un nuevo puesto de trabajo, debido a su edad avanzada.
En relaci¨®n al impacto de este proceso de expulsi¨®n de trabajadores, no existen cifras oficiales. Una aproximaci¨®n a esa realidad se puede encontrar en la relaci¨®n de parados con m¨¢s de 55 a?os de edad que cobran el subsidio indefinido hasta llegar a la jubilaci¨®n anticipada a los 60 a?os. En estos momentos se encuentran en esa situaci¨®n 126.400 desempleados con prestaci¨®n asistencial y que ya han agotado la contributiva.
Una parte de ese colectivo, constituido por los trabajadores que no perciben rentas compensatorias de sus empresas, son los que sufren todos los efectos negativos de las prejubilaciones y ninguna de sus ventajas. Para UGT, la soluci¨®n pasa por reconocer esta figura en las leyes espa?olas como una contingencia susceptible de protecci¨®n por la Seguridad Social; no aprobar las regulaciones de empleo basadas en razones de edad y sin causas objetivas; penalizar a las empresas que expulsan prematuramente a trabajadores de su plantilla; mejorar el tratamiento fiscal de las indemnizaciones y el acceso para los prejubilados a las ayudas para mayores de 65 a?os como las bonificaciones en el transporte, el acceso a balnearios y el carn¨¦ de jubilado.
Cuando todos los organismos internacionales, la Uni¨®n Europea, los expertos y el propio Gobierno demandan que se retrase la edad de jubilaci¨®n, esta central considera un contrasentido no aceptable que las empresas se deshagan de sus trabajadores con m¨¢s experiencia.
Dolores Liceras, secretaria de Empleo de CC OO, cree que esa expulsi¨®n de trabajadores esconde situaciones muy diferentes: "Los prejubilados son los que se marchan con un plan de rentas y un convenio con la Seguridad Social, y los que salen de peque?as empresas son despedidos con la ¨²nica cobertura del subsidio para mayores de 52 a?os".
Pese a esa cr¨ªtica, las centrales sindicales transigen con ese mecanismo como un mal menor para los ajustes de plantilla, aunque la responsabilidad primera corresponde a decisiones de las empresas y, en segundo lugar, al Ministerio de Trabajo, que aprueba los expedientes de regulaci¨®n de empleo sin que existan causas econ¨®micas. Jes¨²s P¨¦rez asegura que "es hip¨®crita y c¨ªnico decir que hay que retrasar la edad de jubilaci¨®n y paralelamente aprobar esos expedientes".
Ahorro para las empresas y coste a cargo de las prestaciones del Inem
Las prejubilaciones suponen un ahorro para las empresas y, buena parte de ellas, se costean a cargo del Inem. Los pactos m¨¢s habituales garantizan entre el 75% y el 90% del salario mientras el trabajador enlaza con la jubilaci¨®n anticipada (60 a?os) o el retiro a los 65 a?os. En consecuencia, el empresario deja de pagar la cantidad restante. Adem¨¢s, las compa?¨ªas suelen recurrir a expedientes de regulaci¨®n de empleo, en los que el trabajador afectado cobra la prestaci¨®n de paro.
La f¨®rmula m¨¢s utilizada consiste en el compromiso del empresario de complementar la prestaci¨®n de desempleo hasta el porcentaje pactado del antiguo salario. La compa?¨ªa se ahorra entre el 25% y el 10% del sueldo de esos trabajadores m¨¢s la cantidad que paga el Inem. As¨ª, recae sobre las arcas p¨²blicas el coste de la cobertura contributiva durante dos a?os y el subsidio, que es indefinido cuando los trabajadores sin empleo cuentan entre 52 y 60 a?os.
?sa es una de las tres v¨ªas aplicadas para expulsar del mercado a los empleados mayores de 50 a?os. Diferente a la utilizada por la banca y las cajas de ahorro, que financian por completo esos ajustes, no recurren al seguro de desempleo y costean a cargo de reservas toda la indemnizaci¨®n que cobran sus prejubilados con el contrato suspendido.
Un tercer modelo es el de los afectados por despidos individuales que no reciben ninguna compensaci¨®n de sus empresas y para los que sus ingresos, mientras encuentran un nuevo empleo o llegan a la jubilaci¨®n, se limitan a las prestaciones del Inem. Para estos asalariados, que tampoco cuentan con un convenio especial de cuotas con la Seguridad Social, las cotizaciones son reducidas (como las del resto de los parados), y su horizonte es llegar a la edad de jubilaci¨®n con la pensi¨®n m¨ªnima, aunque hayan tenido ¨¦pocas de su vida laboral con buenos ingresos y altas cotizaciones. En su caso, existe un coste para el INEM y posteriormente un ahorro para la Seguridad Social porque les va a abonar la pensi¨®n m¨ªnima cuando llegan a la jubilaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.