Casada con su mejor amiga
Se celebra en el Ayuntamiento de Vitoria la primera boda simb¨®lica de lesbianas del Pa¨ªs Vasco
Se llaman Vanessa y Rosa, tienen 21 y 22 a?os, trabajan en un bar de Vitoria y desde ayer est¨¢n casadas, aunque sea de forma simb¨®lica. Parad¨®jicamente, esta primera pareja homosexual femenina del Pa¨ªs Vasco que cumple el rito del intercambio de anillos dijo ayer el "s¨ª, quiero" ante la concejal Raquel Mart¨ªnez, del Partido Popular, formaci¨®n que hace unos meses cerr¨® en el Congreso la posibilidad de regular mediante una ley el matrimonio de parejas del mismo sexo.
Hace a?o y medio Rosa le propuso el matrimonio a Vanessa y ¨¦sta acept¨®, aunque la cuesti¨®n se qued¨® en ese punto hasta que, el pasado mes de noviembre, se celebr¨® en Vitoria la primera boda entre hombres. Al constatar la posibilidad que les abr¨ªa el Ayuntamiento vitoriano, se acercaron a la instituci¨®n local para tramitar la uni¨®n. "Nuestra esperanza es que esto se legalice cuanto antes", indica Vanessa.
Se consideran una pareja estable, pero mientras los padres de Rosa han asumido su convivencia con normalidad, los de Vanessa no sab¨ªan a¨²n ayer que se iba a llevar a cabo el matrimonio simb¨®lico. "Va a ser una sorpresa para ellos, pero ya se lo explicar¨¦, y espero que lo entiendan", se?ala ¨¦sta antes de la ceremonia.
Y es que el acto tuvo muchas caracter¨ªsticas para calificarlo casi de furtivo. Ambas llegaron en un taxi y los ¨²nicos asistentes fueron las contrayentes -vest¨ªan ropa de calle, sin ning¨²n aditamento especial propio de estas ceremonias-, los dos sobrinos de una de ellas y la edil oficiante. Nada de familiares ni amigos. Y menos fotos para la prensa.
La f¨®rmula utilizada fue la misma que en noviembre sirvi¨® para unir a la primera pareja de homosexuales. El Ayuntamiento vitoriano reafirma en el texto, en cuya redacci¨®n colabor¨® Jos¨¦ ?ngel Cuerda, anterior alcalde y promotor en 1994 del primer registro municipal de parejas de hecho de Espa?a, su compromiso para que el derecho a este tipo de uniones "se vea reconocido lo antes posible en el C¨®digo Civil". Para ello se remite al acuerdo por el que el pleno municipal aprob¨® por unanimidad permitir este tipo de bodas simb¨®licas en sus dependencias, oficiadas bien por el alcalde o por alguno de los concejales. No faltaron los txistularis, el intercambio de anillos, algunas l¨¢grimas de las contrayentes y la entrega de una pluma estilogr¨¢fica por parte de la instituci¨®n local, como es preceptivo en todas las ceremonias.
Rosa y Vanessa se consideran solventes econ¨®micamente y su perspectiva es que exista la posibilidad de adoptar un hijo en el futuro, "aunque es muy caro y somos muy j¨®venes por ahora".
La elecci¨®n de la concejal del PP para la boda no tiene nada que ver con una opci¨®n pol¨ªtica. "Nos dio buena impresi¨®n", dicen, al tiempo que aseguran no pertenecer a ninguna asociaci¨®n de gays o lesbianas. Subrayan adem¨¢s que en su vida cotidiana no encuentran especiales dificultades por su condici¨®n sexual. Su jefe y muchos clientes del bar en el que trabajan lo saben y lo asumen con naturalidad.
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