Espa?a sale del laberinto tunecino
La selecci¨®n refuerza sus aspiraciones tras solventar un partido fren¨¦tico
M¨¢s que un partido fue un laberinto lleno de trampas. Espa?a se enfrent¨® a T¨²nez en el ¨²ltimo partido de la primera fase y resolvi¨® el dilema con nota. Se presenta en la segunda manteniendo la l¨ªnea de buen juego que desarroll¨® frente a Yugoslavia. Los tunecinos intentaron embrollar el juego, como siempre, para envolver al equipo de C¨¦sar Argil¨¦s en una telara?a sin salida. Pero, hoy por hoy, la distancia todav¨ªa es demasiado grande. Espa?a no conoce a¨²n la derrota. Ha ganado los cinco encuentros y partir¨¢ con dos puntos en la segunda ronda, en la que deber¨¢ ganar a Islandia para asegurarse el paso a las semifinales.
El ¨²ltimo antecedente entre Espa?a y T¨²nez, en los Juegos del Mediterr¨¢neo de 2001, hab¨ªa dado al cuadro ¨¢rabe su primera victoria en 13 enfrentamientos. Un espejismo. Espa?a contaba ayer con sus mejores jugadores y sali¨® desde el primer minuto concentrada y sin hacer concesiones.
ESPA?A 33 - T?NEZ 25
Espa?a: Barrufet (Hombrados); Garc¨ªa (9), Dui-sheb¨¢ev (3), M. Ortega (4), Hern¨¢ndez (6), Col¨®n (3) y Entrerr¨ªos (3) -siete inicial-; Prieto (2), Masip (1, de penalti), Garralda (1), O'Callaghan, Romero y A. Ortega (1). T¨²nez: Missaui (Buali); Tej, Ben Amor (1), Jeru (2), Sebui (1), Megannem (3) y Ayed (3) -siete inicial-. Hmam (5), Messaudi, Siud (1), Haj Ahmed, Busnina (6) y Ben Aziza (3). Marcador cada cinco minutos: 2-2, 5-3, 8-5, 13-8, 14-10, 18-13 (descanso), 21-15, 23-19, 26-22, 28-23, 31-24 y 33-25. ?rbitros: Anusic y Bojsen (EE UU). Unos 1.700 espectadores en el pabell¨®n de Guimaraes.
En la defensa, Espa?a sigui¨® planteando su ya cl¨¢sico 5-1, con Masip adelantado. Hizo agua en algunos momentos por el ritmo de la bola y el constante movimiento de los tunecinos, que nunca ten¨ªan una ubicaci¨®n fija. En el ataque, la locura era a¨²n mayor, puesto que T¨²nez defendi¨® con un 3-3, situando a sus hombres avanzados sobre la misma l¨ªnea de circulaci¨®n del bal¨®n del equipo espa?ol. "As¨ª, siempre es dif¨ªcil jugar", concluy¨® Argil¨¦s. Pero su bloque, dirigido de nuevo por Duisheb¨¢ev, supo encontrar soluciones y aprovechar, con r¨¢pidas circulaciones de los extremos y del pivote, los huecos.
Las exclusiones, obligaron a Espa?a a ensayar situaciones de inferioridad. Y lo m¨¢s positivo fue comprobar que fue capaz de mantener la calma, de no perder los nervios y de no dejarse involucrar en el fren¨¦tico ritmo de T¨²nez.
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