Los inspectores de la ONU asegurar¨¢n hoy que Irak ha omitido datos sobre su arsenal
Blix y El Baradei admitir¨¢n ante el Consejo de Seguridad que no tienen pruebas contra Sadam
No ser¨¢ un informe en blanco y negro. M¨¢s bien un gris oscuro interpretable a voluntad. Los responsables del programa de desarme de la ONU en Irak asegurar¨¢n hoy ante el Consejo de Seguridad que Bagdad no coopera activamente con los inspectores y ha omitido datos importantes sobre el estado de su arsenal. Pero tambi¨¦n dir¨¢n que no disponen de pruebas suficientes para acusar a Sadam Husein de fabricar armas de destrucci¨®n masiva. Ante un balance tan ambiguo, el Consejo, paralizado por su propias divisiones, parece dispuesto a otorgar m¨¢s tiempo a los inspectores.
La ONU se prepara a afrontar hoy una avalancha de periodistas y diplom¨¢ticos. Ha reforzado las medidas de seguridad y restringido el acceso a los pasillos del Consejo. El proceso se desarrollar¨¢ en dos etapas. Hans Blix, jefe de la Comisi¨®n de Control, Inspecci¨®n y Verificaci¨®n de la ONU (en ingl¨¦s, Unmovic) y Mohamed el Baradei, responsable del Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) comparecer¨¢n primero ante el Consejo en una sesi¨®n abierta, y luego contestar¨¢n a las preguntas de sus 15 miembros a puerta cerrada. El ¨®rgano decisorio de la ONU dispondr¨¢ entonces de 48 horas -hasta el mi¨¦rcoles, cuando volver¨¢ a reunirse-, para analizar el contenido del informe y para que los representantes puedan recibir instrucciones de sus respectivas capitales.
En estos ¨²ltimos d¨ªas, Blix y El Baradei han avanzado el contenido de su declaraci¨®n: Bagdad no ha puesto grandes obst¨¢culos al trabajo de los inspectores, pero no ha cooperado activamente. Siguen pendientes las mismas preguntas: ?Qu¨¦ ha sido de las existencias de gas VX, ¨¢ntrax (carbunco) y el programa de misiles que la antigua agencia de desarme detect¨® antes de abandonar Irak en 1998? "Nos dicen que no queda nada, pero no hay pruebas que podamos ver, documentos que podamos comprobar", asegur¨® Blix.
El reciente viaje a Bagdad de los dos responsables no sirvi¨® de mucho: las autoridades iraqu¨ªes se han negado a garantizar la seguridad de los vuelos de reconocimiento de los aviones U-2 que Unmovic quiere utilizar y Blix no ha conseguido que cient¨ªficos iraqu¨ªes accedan a someterse en privado a las preguntas de los inspectores.
Blix y El Baradei han querido restar dramatismo a su comparecencia, asegurando que s¨®lo se trata de una etapa preliminar en un proceso muy largo. "No habr¨¢ grandes sorpresas en cuanto al contenido, pero las palabras ser¨¢n muy importantes", aseguraba el embajador de uno de los miembros del Consejo. "En estos momentos EE UU est¨¢ en franca minor¨ªa. Muy pocos pa¨ªses apoyar¨ªan una resoluci¨®n a favor de un ataque. Han preferido esperar a ver el informe y sobre todo el discurso sobre el estado de la Uni¨®n (que Bush pronunciar¨¢ ma?ana por la noche). Washington todav¨ªa no ha empezado a ejercer su presi¨®n, pero cuando lo haga ser¨¢ contundente y a muy alto nivel".
Nuevo plazo
El Consejo est¨¢ muy dividido: tres de los cinco miembros permanentes, Rusia, China y, sobre todo, Francia, son contrarios a una intervenci¨®n militar. La mayor¨ªa de los no permanentes tambi¨¦n prefiere dejar que los inspectores prosigan su misi¨®n.
El calendario de la declaraci¨®n de hoy se fij¨® en la Resoluci¨®n 1.441, aprobada por unanimidad el pasado 8 de noviembre tras las presiones y negociaciones de EE UU. Washington lo consideraba como la ¨²ltima oportunidad antes de la guerra. Ahora que la mayor¨ªa de los miembros del Consejo, incluido el Reino Unido, pide m¨¢s tiempo, empieza un cierto limbo log¨ªstico. ?Cu¨¢l ser¨¢ el pr¨®ximo plazo? Blix ha mencionado el 27 de marzo; Alemania, que en febrero ostentar¨¢ la presidencia del Consejo, habla de mediados del mes que viene, fecha que coincidir¨ªa con los preparativos militares del Pent¨¢gono.
En las pr¨®ximas semanas, las negociaciones ser¨¢n intensas. EE UU har¨¢ un ¨²ltimo esfuerzo por ganarse el respaldo del Consejo. Aunque mantiene su ret¨®rica belicista, Washington ha dejado entender que podr¨ªa otorgar m¨¢s tiempo a los inspectores. Pero habla de semanas, no de meses.
"Estados Unidos debe encontrar un denominador com¨²n para conseguir el apoyo de una mayor¨ªa de los Quince", asegura un diplom¨¢tico de la ONU, "no necesita que el Consejo autorice expl¨ªcitamente un ataque, le basta con subrayar que Irak no coopera y esconde algo. Todo el mundo est¨¢ de acuerdo en esos puntos. Una declaraci¨®n de este tipo podr¨ªa ser suficiente para Washington".
Si EE UU quiere el apoyo de la comunidad internacional, tambi¨¦n deber¨¢ presentar algunas de las pruebas que asegura poseer sobre el programa de armamentos de Sadam Husein. Fuentes de los servicios de espionaje aseguraban hace poco a The New York Times, que su informaci¨®n consist¨ªa en cientos de datos dif¨ªcilmente presentables al p¨²blico. Washingon justifica su silencio asegurando que no conf¨ªa mucho en la "discreci¨®n" de Unmovic y debe proteger la vida de sus fuentes. "Las presentaremos cuando lo consideremos necesario", declar¨® el pasado jueves en Nueva York, el subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz.
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