Trichet asegura que avis¨® del riesgo de quiebra en el Cr¨¦dit Lyonnais

El actual director del Banco de Francia y candidato a la sucesi¨®n de Wim Duisenberg al frente del Banco Central Europeo, el franc¨¦s Jean-Claude Trichet, declar¨® ayer ante un tribunal de Par¨ªs respecto a la quiebra del Cr¨¦dit Lyonnais (CL) entre 1991 y 1994. En 1992, Trichet era director general del Tesoro, y ayer asegur¨®: "Nosotros fuimos los ¨²nicos que tuvimos la convicci¨®n de que hab¨ªa un problema de estrategia" en CL.

"El banco, el ministro y otros administradores no pensaron lo mismo", declar¨® ayer Trichet despu¨¦s de haberse excusado en tres ocasiones previas a la citaci¨®n de los magistrados. Para Trichet no cabe la menor duda de que "el Gobierno confiaba en esa estrategia" que a ¨¦l y a los funcionarios del Tesoro se les antojaba "muy audaz", tanto que les "inquietaba". Aunque hoy no queda rastro de ellas, Trichet dice "haber enviado varias notas escritas de advertencia" al ministro de Finanzas de entonces, el socialista Pierre B¨¦r¨¦govoy, desaparecido en 1993.

S¨ª aparece, en cambio, otra nota, firmada por Trichet, del 23 de marzo de 1993, y destinada al hoy fallecido ministro: "Inscribir una p¨¦rdida superior (en los resultados del CL) habr¨ªa llevado a no respetar las exigencias de solvencia m¨ªnima del 8% y a levantar sospechas sobre la solidez del primer banco europeo". Trichet dijo que "la nota hab¨ªa sido redactada por un subalterno" y que ¨¦l la firm¨® "como otros miles de papeles que firmo cada a?o". Si no le prest¨® mayor atenci¨®n es porque "ten¨ªa que coger el avi¨®n para acudir a una cumbre de pa¨ªses industrializados" y porque Jean-Yves Haberer, el entonces presidente del CL, ya le hab¨ªa prevenido "de que el banco, en 1992, iba a perder dinero".

Falsas informaciones

Trichet, junto con otras ocho personalidades de la Administraci¨®n o las finanzas francesas, est¨¢ siendo juzgado en Par¨ªs desde hace tres semanas en un proceso cuyas audiencias p¨²blicas han de prolongarse hasta el 12 de febrero. En su caso se le acusa de "complicidad en la difusi¨®n de falsas informaciones al mercado y publicaci¨®n de cuentas sociales inexactas". El CL reconoci¨® unas p¨¦rdidas para su ejercicio de 1992 limitadas a 1.840 millones de francos (unos 281 millones de euros) cuando, en realidad, eran entre 5 y 6 veces superiores. El "maquillaje" del balance permiti¨® no tener que proveer de urgencia las cuentas para respaldarlas. "En la nota que firmo no hay ninguna menci¨®n de dudas sobre la sinceridad de las cuentas" a?adi¨® Trichet, para quien el CL s¨®lo pretend¨ªa "escalonar" la provisi¨®n de fondos.

Si la prueba de la sinceridad de Trichet depende, en buena parte, del testimonio de un ministro muerto, las del presidente Haberer y su director general, Fran?ois Gilles, descansan sobre la palabra de otro difunto, Jean-Louis Butsch, secretario general de la Comisi¨®n Bancaria fallecido en 1998, quien les "orden¨®" camuflar las p¨¦rdidas. Si Trichet ha puesto en duda la estrategia de Haberer, "en ning¨²n caso cuestion¨¦ su seriedad, ¨¦tica u honestidad". A cambio, Haberer tambi¨¦n ha olvidado, respecto a declaraciones previas, las conversaciones telef¨®nicas que pudo mantener con Trichet relativas al montante definitivo y p¨²blico de las p¨¦rdidas.