Explosivo Schumacher

Un silbido punzante y ensordecedor deja doloridos los o¨ªdos de quien osa aproximarse m¨¢s de la cuenta a un f¨®rmula 1 cuando ¨¦ste circula a casi 300 kil¨®metros por hora. El ruido s¨®lo es soportable si uno va provisto de unos cascos que amortiguan la alt¨ªsima concentraci¨®n de decibelios que se produce al paso de un monoplaza. Da igual qui¨¦n conduzca el b¨®lido, sea Michael Schumacher, el supercampe¨®n alem¨¢n, o cualquiera de los pilotos que durante estos d¨ªas se entrenan en el circuit Ricardo Tormo de Cheste (Valencia), que acoge a ocho de las diez escuder¨ªas que compiten en la F¨®rmula 1.

Cual boxeador famoso, Michael Schumacher, de 34 a?os, va rodeado siempre de una troupe de asistentes cuyas funciones son m¨²ltiples. Quiz¨¢ en el ¨²nico sitio donde el rey de la velocidad est¨¦ solo en un circuito sea en el min¨²sculo habit¨¢culo de su impresionante y rojo Ferrari, escuder¨ªa que desplaza un enorme contingente de personal y medios: unos cien asistentes entre mec¨¢nicos, ingenieros, prensa, cocineros...; y adem¨¢s, siete camiones, uno de ellos un espectacular gimnasio sobre ruedas. El despliegue tiene su justificaci¨®n. Alguien lo simplific¨® ayer de la siguente manera: "En la f¨®rmula 1 uno enrosca un tornillo y otro lo quita".

La llegada del pentacampe¨®n Michael Schumacher a Cheste -estar¨¢ hasta el viernes en Valencia- ha provocado un bullicio constante alrededor del equipo Ferrari. Un pu?ado de periodistas espa?oles y extranjeros busca cualquier mueca novedosa en el piloto alem¨¢n, un movimiento inesperado, una frase de la responsable de prensa de la escuder¨ªa italiana, Regine Rettner. Cualquier curiosidad sobre el deportista teut¨®n sirve. ?Ha jugado al golf?, le preguntan al jefe de prensa del circuito de Cheste, Pablo Pern¨ªa. Schumacher se hospeda en el hotel del campo del golf de El Bosque, a unos 40 kil¨®metros de Valencia, un lugar tranquilo y alejado de la ciudad.

Schumi suspendi¨® ayer una rueda de prensa para centrarse en la entrevista que hab¨ªa concertado con la revista americana Sports Illustrated. Con un palmo de narices se quedaron los enviados de la RTL, la RAI o la ITV, as¨ª como tambi¨¦n el periodista del Corriere dello Sport y la prensa espa?ola.

Pese a que el trazado valenciano todav¨ªa no acoge ninguna prueba del Mundial, aunque s¨ª est¨¢ homologado para la F¨®rmula 1, los equipos disfrutan de la bonanza del clima mediterr¨¢neo y de un circuito id¨®neo: los equipos valoran el tipo de asfalto, m¨¢s resbaladizo que el de otras instalaciones. "Aqu¨ª pueden probar neum¨¢ticos, la tracci¨®n y las suspensiones de los veh¨ªculos", explica un experto.

En Cheste tambi¨¦n puede observarse los contrastes de la F¨®rmula 1, un monstruo impulsado por el multimillonario brit¨¢nico Berni Ecclestone a trav¨¦s de la empresa F¨®rmula One Management. No todos los equipos cuentan con los medios de Ferrari. Los pilotos de Minardi, por ejemplo, una escuder¨ªa modesta, se quedaron ayer sin entrenarse porque su equipo carec¨ªa de neum¨¢ticos al no llegar a un acuerdo con los dos proveedores oficiales de la f¨®rmula 1, Michel¨ªn y Bridgestone. Mientras tanto, Schumacher probaba su capacidad para combatir la tremenda fuerza centr¨ªfuga que sufre un piloto al tomar una curva de 90 grados a 300 kil¨®metros por hora. Algo incre¨ªble.