El profeta Isa¨ªas, en boca del presidente

shington

Ante el desastre del Columbia, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se ha refugiado de nuevo en el consuelo de la religi¨®n. Nada extra?o. Lo ha hecho m¨¢s veces, y el s¨¢bado, en su muy trabajada intervenci¨®n televisada ante la naci¨®n, volvi¨® a poner en ¨®rbita uno de sus discursos compasivos y llenos de apelaciones a los inexplicables designios del m¨¢s all¨¢ y de la fe.

Bush, un cristiano metodista reconvertido tras su boda con su esposa Laura, suele salpicar sus discursos de citas b¨ªblicas y de los evangelios. Los analistas revisan luego cada coma y la interpretan.

El presidente ten¨ªa programado un fin de semana muy pol¨ªtico, con el viernes dedicado a profundizar en sus buenas relaciones con el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, y el s¨¢bado destinado a elaborar su mensaje semanal al pa¨ªs. En ambos casos con la guerra contra Irak como tel¨®n de fondo. El desastre a¨¦reo cambi¨® el programa.

Los responsables de sus discursos recurrieron a un bello pasaje sobre Isa¨ªas de las escrituras hebreas y lo pusieron en su boca: "Alza tus ojos y mira los cielos. ?Qui¨¦n cre¨® todo eso? Fue ¨¦l quien llev¨® all¨ª esa multitud estrellada una por una y las llam¨® a cada una por su nombre. Porque de su gran poder y poderosa fuerza nadie de nosotros est¨¢ ausente". Y agreg¨®: "El mismo creador que llam¨® a las estrellas sabe los nombres de las siete almas que nosotros lloramos hoy".

Esa elecci¨®n y otros p¨¢rrafos del mismo tenor de la intervenci¨®n presidencial del s¨¢bado, y de otros d¨ªas, tienen un origen con nombre y apellidos.

Los medios norteamericanos subrayaban ayer que el jefe del departamento que elabora los discursos de George W. Bush es Michael Gerson, que estudi¨® teolog¨ªa en la universidad evang¨¦lica Wheaton College de Illinois.

Pero fue otra de sus antiguas asesoras, Karen Hughes, ahora semirretirada en Austin, la primera que se puso a revisar la Biblia nada m¨¢s conocer el desastre para buscar el verso m¨¢s apropiado y envi¨¢rselo a Gerson. Hughes justific¨® m¨¢s tarde esas referencias como parte de la tradici¨®n de los presidentes ante cat¨¢strofes semejantes.