'?Cu¨¢l es el nuevo consenso que usted nos propone? Se lo resumo. Lo que diga Bush'
"?Cu¨¢l es el nuevo consenso que usted nos propone? Se lo resumo. Lo que diga Bush"
Extracto de la intervenci¨®n del secretario general del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero:
"Hablo en nombre de un partido que tiene m¨¢s de 120 a?os de historia. Son 120 a?os de historia en primera l¨ªnea en la lucha contra todo tipo de dictadura y contra todo tipo de terrorismo. Por eso, no nos resulta dif¨ªcil, sino al contrario, es fruto de convicciones muy profundas, hacer aqu¨ª una condena de la dictadura que protagoniza Sadam Husein. Hemos hecho condenas y hemos luchado contra todo tipo de dictaduras, no s¨®lo de pa¨ªses extranjeros, sino tambi¨¦n de la que hemos tenido en nuestro pa¨ªs, por cierto... pagando un alto precio por ello.
El rechazo radical a la violencia como arma pol¨ªtica es una se?a de identidad permanente y profunda del partido socialista. Tambi¨¦n ha contribuido de manera decisiva en estos 25 a?os, desde nuestra transici¨®n, a fijar un marco com¨²n de una pol¨ªtica exterior y de seguridad compartida, que tiene como l¨ªneas esenciales la defensa de la paz y de la seguridad en el mundo, de los principios de la Carta de Naciones Unidas, de la autoridad del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y el convencimiento de que la UE debe ser un marco creciente para la garant¨ªa de la seguridad y que es nuestro primer ¨¢mbito.
"Se ha producido una deriva del Gobierno, haciendo buena la guerra preventiva"
"El patriotismo es dignidad; nada hay m¨¢s antipatriota que la sumisi¨®n"
La coherencia de esos principios nos ha hecho rechazar como doctrina la idea del ataque preventivo, la idea o la defensa de una intervenci¨®n militar que no est¨¦ plenamente justificada conforme a la luz de los vigentes principios del derecho internacional y el ataque preventivo no lo est¨¢.
Se?or Aznar, me gustar¨ªa que por un momento reflexionara y tuviera el convencimiento de que mi posici¨®n hoy, aqu¨ª, no es de oposici¨®n a su Gobierno, sino de oposici¨®n al uso de la fuerza de una manera injustificada.
Tenemos que convenir que la respuesta de un ataque militar, a la luz de los datos que existen, con el objetivo de desarmar, sin pruebas contundentes y evidentes de una amenaza inminente, es una reacci¨®n desproporcionada, injusta y que seguramente comportar¨¢ males mayores y riesgos muy evidentes.
Naciones Unidas estableci¨®, tras la invasi¨®n de Kuwait por Irak, las obligaciones de la comunidad internacional. Estas obligaciones nos compromet¨ªan a todos a hacer retroceder el ej¨¦rcito iraqu¨ª, que hab¨ªa intentado anexionarse Kuwait, hasta devolverle su integridad territorial, y a desarmar a Irak. El primer mandato se cumpli¨® en 1991; el segundo se ha venido cumpliendo en parte a lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada y, sin duda, se debe seguir cumpliendo.
El mandato de Naciones Unidas no consiste en cambiar el r¨¦gimen iraqu¨ª ni en ocupar militarmente su territorio ni en masacrar a su poblaci¨®n, posible consecuencia de un ataque militar. Ninguno de esos objetivos cuenta con el visto bueno de Naciones Unidas. El ¨²nico objetivo leg¨ªtimo que respaldamos plenamente es conseguir que Irak se desarme.
Se ha producido una deriva del Gobierno que usted preside defendiendo esta reacci¨®n desproporcionada, haciendo buenas las tesis de la guerra preventiva y de la acci¨®n unilateral; una deriva que m¨¢s bien parece un rumbo decidido, otra forma de entender las relaciones internacionales y nuestro papel en el mundo.
Dice usted que nos ofrece un consenso en pol¨ªtica internacional, pero ?por qu¨¦ nos ofrece un consenso? ?No hab¨ªa consenso en que Espa?a deb¨ªa trabajar dentro de la legalidad internacional y a favor de la misma? ?No est¨¢bamos de acuerdo en que deb¨ªamos actuar de manera coordinada y con car¨¢cter prioritario con la UE, en que deb¨ªamos fortalecer la posici¨®n europea en pol¨ªtica exterior? ?No formaba parte del consenso la soluci¨®n pac¨ªfica de los conflictos y el rechazo a un ataque preventivo?
Usted ha cambiado las piezas de nuestra pol¨ªtica internacional poco a poco. Ha ido sacando y cambiando los ejes en los que nos est¨¢bamos moviendo y nos ha puesto sobre otros. No ha consultado, no ha tenido en cuenta nuestros puntos de vista. Ha tomado sus decisiones en solitario, y ahora nos dice que ofrece un consenso ?Cu¨¢l es ese nuevo consenso que nos propone? Se lo resumo: lo que diga Bush.
Ya no estamos tanto con nuestros aliados, con los que han sido motores de la UE. Ahora parece que estamos con los euroesc¨¦pticos y esa situaci¨®n no conviene al inter¨¦s nacional. La Uni¨®n Europea est¨¢ debilitada en pol¨ªtica exterior. Usted ha tenido mucho que ver con eso, firmando un escrito con otros l¨ªderes europeos que no es precisamente una aportaci¨®n al consenso en la UE.
Sobre nuestras relaciones con el Mediterr¨¢neo, lo m¨ªnimo que se le puede decir es que la posici¨®n que est¨¢ manteniendo no favorece un marco de mejores relaciones con el Mediterr¨¢neo. Por ¨²ltimo, en la relaci¨®n con Iberoam¨¦rica tambi¨¦n se puede decir que no est¨¢n entendiendo ni entienden la postura que usted mantiene de apoyo incondicional a Bush.
Se?or Aznar, usted estuvo de acuerdo, en principio y por principio, con la posibilidad de un ataque unilateral, sin m¨¢s pr¨®rrogas ni demoras. Respald¨® las tesis de Bush. Despu¨¦s, tras aprobarse la Resoluci¨®n 1.441, usted estuvo de acuerdo con la idea de que esa resoluci¨®n bastaba para desencadenar una acci¨®n militar. M¨¢s tarde, cuando alg¨²n l¨ªder europeo -seguramente presionado por su opini¨®n p¨²blica- intenta convencer a Bush de la necesidad de una segunda resoluci¨®n, usted acept¨® la necesidad o conveniencia de una segunda resoluci¨®n.
Lo mismo ocurre con su lenguaje y el lenguaje de su Gobierno. Si Powell habla de pruebas irrefutables, usted habla de pruebas irrefutables. Si Powell habla de evidencias y profundas convicciones, usted habla de evidencias y profundas convicciones, pero aqu¨ª, la ¨²nica evidencia y la convicci¨®n m¨¢s extendida, es que ustedes est¨¢n jugando, sencillamente, un papel instrumental en una estrategia que s¨®lo define el Gobierno de Bush.
Es el momento del patriotismo y el patriotismo es mantener la dignidad de un pueblo. El patriotismo es dignidad, nada hay m¨¢s antipatriota que la sumisi¨®n".
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