Estruendo y sentido del humor

A veces, el devenir del rock en directo proporciona curiosas veladas, como la que combin¨® a un hist¨®rico del power pop de la d¨¦cada pasada con una banda de punk garajero con veinte a?os de carrera a sus espaldas y cierta vocaci¨®n de cementerio de elefantes para veteraros del rock sin rumbo. En el cuarteto, originalmente californiano, White Flag han militado en alg¨²n momento de su carrera Kim Shattuck y Ronnie Barnett, de los Muffs; Jeff McDonald y Steve McDonald, de Redd Cross; Greg Hetson, de Bad Religion; Dale Crover, de Melvins, y Eric Erlandson, de Hole, s¨®lo por citar unos cuantos de aquellos mercenarios que han puesto su instrumento al servicio del combo. No es de extra?ar que Ken Stringfellow haya terminado recalando en White Flag como bajista y cantante, toda vez que, tras la disoluci¨®n de The Posies, su trayectoria ha dado buena cantidad de bandazos. En su peque?a gira por locales peque?os en Espa?a, Stringfellow hizo doblete, al telonear en solitario y en formato de cantautor el¨¦ctrico a White Flag.

Ken Stringfellow se sobr¨® durante casi media hora en la que desgran¨® temas de su disco en solitario, This sounds like goodbye, y demostr¨® que su personalidad como int¨¦rprete les sit¨²a en posici¨®n equidistante entre el legendario Alex Chilton y un m¨¢s cercano Michael Stipes. Rock suave, apasionado e irregular de primer plato, bien interpretado y del que s¨®lo cabe quejarse de que demasiado tema lento puede con cualquiera, por muy entusiasta que se sea.

Afortunadamente, el segundo plato lo conformaba una buena dosis de rock estruendoso y con sentido del humor a cargo de unos White Flag m¨¢s escorados que nunca a la ortodoxia punk de los sesenta, con parada obligatoria en The Kinks, de quienes interpretaron el tema I need you, y los maravillosos The Standells, grupo americano de culto que conviene rescatar de vez en cuando por temas como el compartido con White Flag: Some times good guys don't wear white.

Con un look en el que abundaba el tinte de pelo para camuflar las canas, el grupo ofreci¨® una entretenida actuaci¨®n en la que luci¨® el predominio de guitarras tirando a sucias, medios tiempos y melod¨ªas pop que cristalizaban en las citadas o en el mejor tema de cosecha propia que interpret¨® la banda, Face down, constituyeron el men¨² de estos resistentes del rock gamberro de siempre capaces de ofrecer una hora y media de canciones en las que riffs y estribillos son bonitos y agradecidos para un p¨²blico que busca, lo primero, no dormirse en un concierto de rock m¨¢s all¨¢ de la medianoche.