Cimientos para una nueva plaza

Las obras no han desaparecido de la plaza de Atocha. El alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, inaugur¨® la semana pasada el t¨²nel de Santa Mar¨ªa de la Cabeza, pero la glorieta de Carlos V, una de las zonas m¨¢s emblem¨¢ticas de Madrid, no tendr¨¢ su fisonom¨ªa definitiva hasta finales de este a?o, cuando concluya la construcci¨®n de los tres edificios de acero y cristal dise?ados por el arquitecto franc¨¦s Jean Nouvel para ampliar el Museo Nacional Reina Sof¨ªa.

Los tres inmuebles dotar¨¢n al museo con 26.892 metros cuadrados y estar¨¢n cubiertos por una gran visera de zinc de 8.000 metros cuadrados, que sobrevolar¨¢ la acera. La visera, que en un principio estaba prevista que fuera de cobre, unificar¨¢ el exterior del conjunto como si se tratara de un solo edificio, pero entre los tres inmuebles surgir¨¢ una peque?a plaza, de tal manera que la ampliaci¨®n del museo dotar¨¢ a la zona de un nuevo barrio abierto a los vecinos y al arte, como le gusta explicar al propio Nouvel.

La ampliaci¨®n del Reina Sof¨ªa supone una inversi¨®n de 75,2 millones de euros y tendr¨¢ una incidencia directa sobre el entorno urbano: el subterr¨¢neo que cruza bajo la glorieta de Atocha se prolongar¨¢ unos metros m¨¢s en la ronda de Valencia, hasta sobrepasar la calle de Argumosa. De esa manera, la boca del t¨²nel, que ahora se abre justo frente a los nuevos edificios, quedar¨¢ cubierta como una explanada. Se crear¨¢ as¨ª una "zona estancial" que unir¨¢ la plaza de Atocha con la entrada al edificio de Nouvel.