"El arte suizo se salva por su autodidactismo"
En 1983, Bice Curiger, Jacqueline Burckhardt, Peter Blum, Dieter von Graffenried y Walter Keller decidieron estrenar despacho en Z¨²rich y crear la revista Parkett. Meses m¨¢s tarde abrieron oficina en Nueva York. Artistas de la talla de Louise Bourgeois, nacida en 1911, o Vanessa Beecroft, nacida 60 a?os m¨¢s tarde, han creado obras para Parkett. Arte conceptual, pop, neoexpresionismo, el nuevo arte pol¨ªtico, la multidiversidad de los noventa o la fotograf¨ªa documental han sido representados de una forma u otra en esta prestigiosa publicaci¨®n. Museos de todo el mundo, como el MOMA de Nueva York, que el a?o pasado compr¨® todas las ediciones de la revista, o la Whitechapel de Londres exhiben regularmente los grabados, fotograf¨ªas, dibujos, v¨ªdeos y piezas sonoras de los 150 artistas que han prestigiado la revista. Veinte a?os despu¨¦s, las 125 ediciones de Parkett (www.parkettart.com) han sumado las firmas de 550 escritores y su tirada alcanza ya los 12.000 ejemplares.
Del formato jumbo de las obras de arte de los expresionistas se hab¨ªa pasado a lo que Pol Bury denomin¨® r¨ºveries postales. "Reduce el formato e incrementa la distribuci¨®n y crear¨¢s un nuevo lenguaje de comunicaci¨®n entre los seres humanos", prometi¨® Pierre Restany. El a?o pasado, la revista pas¨® por un bache econ¨®mico, pero un mecenas an¨®nimo -Suiza tiene estas sorpresas- consigui¨® reflotarla. Parkett ha reducido su periodicidad, de cuatro n¨²meros al a?o ha pasado a tres.
Bice Curiger (Z¨²rich, 1948), directora de Parkett, recuerda los comienzos: "A principios de los ochenta, Norteam¨¦rica comenz¨® a mirar a Europa. Esto no ocurr¨ªa desde las vanguardias. La exposici¨®n de Beuys en el Guggenheim fue la primera muestra de un artista vivo europeo... despu¨¦s lleg¨® la transvanguardia y el neoexpresionismo alem¨¢n. Parkett naci¨® con la voluntad de profundizar en el fen¨®meno del arte, no quer¨ªamos dar informaci¨®n general. Decidimos que cada art¨ªculo fuera tratado al mismo nivel en los dos idiomas, ingl¨¦s y alem¨¢n. La publicidad no deb¨ªa condicionarnos, colocamos los anuncios al final y s¨®lo con tipograf¨ªa, para que el conjunto mantuviera cierta est¨¦tica.
PREGUNTA. ?C¨®mo han llegado a compatibilizar la tendencia del formato ¨¦pico del expresionismo con las ediciones a peque?a escala?
RESPUESTA. Parkett es muy vers¨¢til. Las primeras ediciones estaban encartadas en la revista. Erich Fischl o Baselitz hicieron grabados; Turrell y Disler crearon m¨²ltiples, Brice Marden transform¨® la geometr¨ªa de la revista..., eran artistas que entendieron la necesidad de des-enfatizar la obra de arte original. Recuerdo especialmente la obra de Meret Oppenheim, en 1985, un guante muy surrealista. Para autores como Vija Celmins, la escala peque?a era ideal; Gonz¨¢lez-Torres, Jeff Koons o Andreas Slominski prefirieron el gran formato. Y artistas como Ilya Kabakov, Gursky o Rosenquist confinaron sus trabajos a un formato m¨¢s asequible. Bruce Nauman, en 1986, quiso hacer un v¨ªdeo, hicimos 200 ejemplares pero muy poca gente los compr¨®. Despu¨¦s de la Documenta de Hoet, en la que se hablaba de Nauman como del nuevo Beuys, el v¨ªdeo se agot¨®, la gente preguntaba, ?ten¨¦is el v¨ªdeo de Nauman?
P. El dise?o del nombre de la revista es original¨ªsimo. ?Qui¨¦n lo ide¨®?
R. Enzo Cucchi me sugiri¨® que el logotipo lo deber¨ªa hacer una abuelita y entonces... pens¨¦ en mi madre, que es una excelente bordadora, ella hizo a ganchillo las letras. A nosotros nos pareci¨® ideal que en una ciudad como Z¨²rich, donde hay una gran tradici¨®n de tipograf¨ªa moderna, sobre todo por el contacto con la Bauhaus, una abuelita hiciera un logotipo totalmente ornamentado, ir¨®nico. Esa tipograf¨ªa tan vieja la podr¨ªan haber creado los surrealistas.
P. Parkett naci¨® en el momento ¨¢lgido del mercado. En Europa y en Estados Unidos los precios se inflaron y las galer¨ªas se multiplicaron. ?Han sido capaces de sustraerse a las presiones del mercado?
R. En nuestra relaci¨®n con el mercado somos cl¨¢sicos. Somos una revista, no hacemos s¨®lo un libro y estamos ah¨ª en el momento para entrar en discusi¨®n. Si Jeff Koons aparece no nos podemos dormir y hablar de ¨¦l tres a?os m¨¢s tarde. Lo que s¨ª le puedo decir es que no hemos hecho nunca reportajes de artistas superstars que s¨ª han jugado al mercado, como L¨¹pertz o Schnabel. No se trata de ir contra el mercado, ser¨ªa est¨²pido. He vivido el post 68, la ¨¦poca de la negaci¨®n. Aunque ahora apenas afronten riesgos, las galer¨ªas se pueden ver como unas v¨ªas de comunicaci¨®n con el artista. Hay gente que nos reprocha que no tengamos espacio para la cr¨ªtica. Yo encuentro esas rese?as en las revistas mensuales y en los peri¨®dicos, su sitio natural. Siento much¨ªsimo respeto por el artista, incluso si no tiene obra buena.
P. Arco 2003 ha invitado a Suiza. ?Cree que hoy se puede hablar de un arte local?
R. En Europa el arte importante no es el arte alem¨¢n o el italiano, como ocurri¨® en los ochenta. Est¨¢ m¨¢s diferenciado. El arte suizo pasa por un buen momento, pero parad¨®jicamente no tenemos una historia heroica ni academias de arte importantes. Nuestra tradici¨®n es de autodidactismo, no existe el peso de la academia, por eso el arte es m¨¢s espont¨¢neo.
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