Madre por encima del c¨¢ncer

Cuando a Sonsoles, de 31 a?os, le dijeron que ten¨ªa un c¨¢ncer en el ¨²tero lo primero que se le pas¨® por la cabeza no fue que peligraba su vida, sino que ya no podr¨ªa tener hijos. Por eso, al tener que elegir entre la extirpaci¨®n de la matriz y los ovarios -y abandonar la idea de ser madre- o darle un tratamiento que ofrec¨ªa un 30% de posibilidades de no ser efectivo, esta dependienta de Torrent no dud¨® un segundo en inclinarse por la segunda opci¨®n. "Claro que pasamos miedo", comentaba ayer su marido, "pero ¨¦sta fue su elecci¨®n y yo, pese a no estar de acuerdo, la apoy¨¦". Claudia, la hija de ambos de nueve d¨ªas, demuestra que Sonsoles no se equivoc¨®.

Todo empez¨® con alteraciones en la menstruaci¨®n y una visita al centro de salud. Lo que

"Claro que pasamos miedo, pero ¨¦sta fue su elecci¨®n", comenta su marido

"Tuvimos la suerte de que el tumor no estuviera extendido", apunt¨® el doctor

parec¨ªa un p¨®lipo en el endometrio tras unos primeros an¨¢lisis a trav¨¦s de ecograf¨ªa, se revel¨® tras una biopsia a finales del a?o 2000 como un tumor. A partir de aqu¨ª el equipo m¨¦dico del hospital general de Valencia se puso en marcha. El tumor era un adenocarcinoma de endometrio muy diferenciado, un tipo de tumor que s¨®lo afecta a mujeres menores de 40 a?os en un 5% de los casos, t¨ªpico de la etapa postmenop¨¢usica. Ante los deseos de la paciente de no perder su matriz, el equipo del doctor Santonja le ofreci¨® un tratamiento a base de 160 miligramos diarios de megestrol, una medicaci¨®n basada en la progesterona. En julio de 2001 el equipo sanitario comenz¨® a administrarle este producto. A los dos meses ya hab¨ªan desaparecido las c¨¦lulas malignas y algo m¨¢s tarde, s¨®lo quedaron "residuos polipoideos" que se extirparon quir¨²rgicamente, como apunt¨® ayer Santonja. "Tuvimos la suerte de que el tumor no estuviera expandido", aclar¨® el doctor, quien destac¨® tambi¨¦n la gran respuesta a la medicaci¨®n de este tipo de c¨¢ncer, "un tratamiento hormonal muy potente que se usa en tumores metast¨¢sicos avanzados", aunque se contempla para tratar estos casos en el ¨²tero en un documento de consenso de la Sociedad Espa?ola de Ginecolog¨ªa y Obstetricia, como apunt¨® Santonja.

A principios de 2002 desapareci¨® totalmente la enfermedad y en abril ya estaba embarazada. El m¨¦dico que ha supervisado todo el proceso, explic¨® ayer junto a los padres que la gestaci¨®n no fue f¨¢cil debido a una amenaza de aborto a los tres meses, y la hipertensi¨®n acompa?ada de diabetes gestacional que padeci¨® la madre, dolencias ajenas al tumor. El 29 de enero naci¨® Claudia de parto natural con 2,9 kilogramos, que se encuentra en perfecto estado como su madre.

En una rueda de prensa que ofrecieron de forma conjunta los padres de la peque?a y Juan Jos¨¦ Santonja, Sonsoles recordaba los primeros d¨ªas de la enfermedad y los consejos un¨¢nimes de sus familiares y amigos que se centrara en su salud. "Es normal", recordaba, "la ni?a no estaba concebida y quer¨ªan lo mejor para m¨ª". Sin embargo, se mantuvo firme en su decisi¨®n y ayer aconsejaba a las mujeres que atraviesen por una situaci¨®n similar seguir sus pasos. "Lo m¨¢s duro no fue el tratamiento, ni los efectos secundarios, que casi no se notaban, sino la presi¨®n psicol¨®gica de tomar esta opci¨®n", apuntaba. ?Tendr¨¢s m¨¢s hijos?, le coment¨® un periodista. "Si puedo, s¨ª" respondi¨®.