Sarao en ?frica
Dice que viajaba m¨¢s antes, cuando era una artista an¨®nima y no la int¨¦rprete revelaci¨®n de unas jotas sorprendentes. Su estandarte es un disco, Pa mi genio, que ya supera las 25.000 copias vendidas.
Hay una primera vez para todo, incluso para dormir en un corral rodeada de pollos.
S¨ª, esa fue una de las experiencias del viaje que hice a Mal¨ª y Burkina Faso en 2000. En las aldeas ped¨ªamos cobijo y nos sol¨ªan dejar un rinc¨®n en el corral de los animales.
D¨¦me argumentos para abandonar mi colch¨®n Flex y acostarme con la fauna dom¨¦stica africana...
Empezar¨ªa a hablarle de dos lugares imprescindibles de Mal¨ª: la ciudad de Yenne, con sus casas de adobe, sus mezquitas y escuelas cor¨¢nicas, y el Pa¨ªs Dog¨®n. ?Sab¨ªa que la dog¨®n es una de las civilizaciones m¨¢s antiguas del planeta, y que, por ejemplo, conoc¨ªan hace siglos la existencia de una estrella enana junto a Sirius que los cient¨ªficos acaban de identificar con ayuda de potentes telescopios?
No ten¨ªa ni idea. Siga...
Lo m¨¢s sorprendente es la sonrisa permanente de la gente. Y c¨®mo te dan lo poco que tienen. Pens¨¦ en lo mucho que tenemos que aprender. Y eso que all¨ª nos envidian. Resulta que han llegado las primeras televisiones y ellos alucinan viendo esas im¨¢genes de personas ricas, y esos perros sobrealimentados del Primer Mundo...
?Les pag¨® con m¨²sica tanta generosidad?
Algo. En Burkina Faso visit¨¦ un pueblo donde las mujeres celebraban una ceremonia animista vestidas con t¨²nicas verdes. Yo me puse una y me met¨ª en el sarao. Al final termin¨¦ cant¨¢ndoles El manisero. ?No me libro de los bolos ni en ?frica!
Creo que su anecdotario incluye un sorprendente regalo de carne y hueso.
S¨ª. Una noche me dejaron un beb¨¦ desnudito y disfrut¨¦ much¨ªsimo visti¨¦ndolo y haci¨¦ndole mimos. Al final la madre se ofreci¨® a regal¨¢rmelo, porque ten¨ªa ya muchos hijos.
Aqu¨ª ese gesto ser¨ªa una barbaridad...
S¨ª, pero all¨ª la cosa cambia. F¨ªjate que hasta entend¨ª la poligamia cuando charlaba con las mujeres. Si las casan con un hombre que no han elegido, ellas prefieren que haya otras esposas para atender al marido, y sobre todo para dividir el enorme trabajo que tienen que sacar adelante.
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