"El Estado verdaderamente terrorista es Pakist¨¢n"
Bernard-Henri L¨¦vy -el fil¨®sofo m¨¢s destacado y conciencia p¨²blica de Francia-, entre cuyas obras se encuentra la fundamental Barbarie de rostro humano, escribe en la actualidad un libro sobre Daniel Pearl y Pakist¨¢n titulado ?Qui¨¦n mat¨® a Daniel Pearl?
Pregunta. Parece haber aparecido una especie de antiamericanismo mundial. Usted acaba de volver de Pakist¨¢n y est¨¢ escribiendo sobre Daniel Pearl, a quien asesinaron brutalmente unos extremistas isl¨¢micos por ser estadounidense. G¨¹nter Grass, por ejemplo, acaba de calificar a EE UU de "amenaza para la paz mundial". En la vieja Europa de Francia y Alemania, la opini¨®n p¨²blica est¨¢ muy en contra de Estados Unidos. ?Existen buenas y malas razones para ser antiamericano?
"No me opongo a la guerra contra Sadam. Me opongo a esta guerra contra Sadam. Es uno de los peores dirigentes del mundo; ha gasedo a su gente: un intento de genocidio"
"La paz en el mundo est¨¢ amenazada por Corea del Norte, Osama Bin Laden, los grupos yihadistas paquistan¨ªes, sus servicios y las organizaciones financiadas por Arabia Saud¨ª"
"Al Qaeda hoy est¨¢ en Pakist¨¢n, su base est¨¢ en Karachi. Dentro del servicio secreto de ese pa¨ªs, algunos quiz¨¢ no llevan la barba isl¨¢mica, pero s¨ª tienen barba en el coraz¨®n"
Respuesta. Se puede protestar contra una pol¨ªtica concreta, como la guerra en Irak, a la que me opongo y que, en mi opini¨®n, podr¨ªa ser un verdadero error. Pero no hay un antiamericanismo bueno. EE UU no es una amenaza contra la paz en el mundo. La paz en el mundo est¨¢ amenazada por Corea del Norte, Osama Bin Laden, los grupos yihadistas paquistan¨ªes y tal vez sus servicios secretos, las organizaciones terroristas financiadas por Arabia Saud¨ª.
No se puede decir que Estados Unidos amenace la paz del mundo si no se tiene cierto odio que le vuelva a uno completamente ciego y sordo a la realidad. Este tipo de antiamericanismo, sobre todo en Europa, es un grave peligro. Es la se?al de advertencia de algo m¨¢s profundo, el odio a la idea de Norteam¨¦rica, no como regi¨®n geogr¨¢fica, sino como una regi¨®n del alma.
?Qu¨¦ es ese Estados Unidos que suscita tanto odio? Un pa¨ªs sin ra¨ªces e inorg¨¢nico, construido, no en torno a una cultura hist¨®rica con ra¨ªces, sino a partir de una constituci¨®n y la tolerancia de la diversidad. Su democracia es una mezcla de razas. Estados Unidos es el triunfo de la ley, no la etnicidad ni la comunidad. Por eso, en Europa se le considera una especie de sucio h¨ªbrido, una abstracci¨®n artificial.
Es cierto que Estados Unidos, muchas veces, no est¨¢ a la altura de su ideal. Pero es un pa¨ªs construido con arreglo al contrato social de Jean-Jacques Rousseau, como una "comunidad que se construye a s¨ª misma".
Para la ideolog¨ªa francesa -que hoy comparten la extrema derecha y la extrema izquierda-, ¨¦se es el enemigo al que hay que matar porque Francia, seg¨²n ellos, es una naci¨®n construida sobre la sangre, la raza y la cultura.
El antiamericanismo en Europa, por tanto, est¨¢ unido a los dem¨¢s genios malos que hemos conocido: el fascismo, el antisemitismo, el nacionalismo y el racismo.
Una hip¨®tesis: en la historia reciente de la humanidad, el odio a Estados Unidos ha sido uno de los principales v¨ªnculos estructurales entre los tres totalitarismos: el fascismo, el comunismo y el islamismo.
P. La gran cr¨ªtica que se hace a Estados Unidos como superpotencia es que act¨²a de forma unilateral. ?Est¨¢ de acuerdo con Jean-Fran?ois Revel en que "el unilateralismo estadounidense no es la causa, sino la consecuencia de los fracasos del poder en el resto del mundo", sobre todo en la vieja Europa, y en que Estados Unidos tuvo que tomar la iniciativa para detener la limpieza ¨¦tnica en los Balcanes? Casi se puede imaginar hoy a George Bush, con su acento tejano: "El foie- gras y la alta costura no van a detener a Sadam y sus armas de destrucci¨®n masiva".
R. As¨ª como advierto contra el antiamericanismo, no caigamos en el antifrancesismo.
No discrepo de esa afirmaci¨®n de Revel, sobre todo en lo que respecta a Bosnia. Pero no viene a cuento a la hora de hablar de Irak. Si no queremos que esta guerra tenga consecuencias tr¨¢gicas, es preciso que se lleve a cabo de forma multilateral. La guerra contra Irak debe contar con aliados; no puede ser adem¨¢s una guerra contra el resto del mundo. Si lo es, s¨®lo servir¨¢ para aumentar el odio y la profunda corriente fascista que se oculta tras el antiamericanismo.
La guerra no es metaf¨ªsica, el bien contra el mal, como piensa George Bush. Es pol¨ªtica practicada por otros medios, como dec¨ªa Clausewitz. La pol¨ªtica es cuesti¨®n de astucia, habilidad e inteligencia, no de torpeza y patoser¨ªa. Al atacar a Irak no s¨®lo se equivoca de blanco en la aut¨¦ntica guerra contra el terrorismo, sino que va a empeorar la situaci¨®n.
P. Entonces, ?se opone a la guerra contra Sadam?
R. No me opongo a la guerra contra Sadam. Me opongo a esta guerra contra Sadam. A nadie le da pena Sadam. Es uno de los peores dirigentes del mundo, ha gaseado a su propia gente: un verdadero intento de genocidio.
Ahora bien, hoy nos enfrentamos a una guerra compleja contra el terrorismo, el fascismo isl¨¢mico y los enemigos de la democracia y la modernidad. Esta guerra debe realizarse como es debido. En ella, Irak no es precisamente el enemigo al que con m¨¢s urgencia hay que atacar. Y cuando Estados Unidos consolida su alianza con un Estado como Pakist¨¢n para llevar adelante sus intenciones respecto a Irak, ¨¦se es un error inmenso.
En la actualidad, el Estado verdaderamente terrorista es Pakist¨¢n. Si los terroristas obtienen armas de destrucci¨®n masiva, lo har¨¢n en Pakist¨¢n, no en Irak, debido a los v¨ªnculos -reforzados tras la guerra de Afganist¨¢n- entre el ISI, es decir, los servicios secretos paquistan¨ªes, y Al Qaeda. Ayer, Al Qaeda estaba en Afganist¨¢n. Hoy est¨¢ en Pakist¨¢n. Hoy, su base est¨¢ en Karachi. En el interior del servicio secreto, algunos quiz¨¢ no lleven la barba isl¨¢mica, pero s¨ª tienen barba en su coraz¨®n. Incluso comparten con ellos la cultura del suicidio.
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