Sin vuelta atr¨¢s
La convocatoria de movilizaciones de protesta contra la guerra de Irak, fijada para el pr¨®ximo s¨¢bado en cada una de las provincias andaluzas, al igual que en el resto del pa¨ªs, va a hacer posible contemplar una imagen, de nuevo, de cercan¨ªa entre PSOE e IU. Una estampa ya habitual si se tienen en cuenta las numerosas acciones de protesta que han encabezado en Andaluc¨ªa contra la supresi¨®n del PER. A ra¨ªz de los acuerdos alcanzados en su d¨ªa para facilitar el desalojo de las cajas sevillanas de Isidoro Beneroso y Juan Manuel L¨®pez Benjumea, un clima de entendimiento preside las relaciones entre ambas formaciones lo que se traduce, incluso, en una escasa beligerancia, tal y como se puede deducir de las declaraciones p¨²blicas de unos y otros.
Pero ahora la coyuntura es a¨²n m¨¢s propicia si cabe para la convergencia de estas organizaciones de izquierdas. La entrada de lleno de los socialistas en la corriente surgida en nuestro pa¨ªs contra la ofensiva norteamericana, proyectada sin la anuencia de la Uni¨®n Europea y de la ONU, tendr¨¢ su punto ¨¢lgido en estas muestras de rechazo que se esperan cuenten, adem¨¢s, con un gran apoyo popular. Es por eso que en IU est¨¦n ya, por anticipado, satisfechos de la evoluci¨®n de los acontecimientos. Los socialistas se adentran en un terreno en el que la federaci¨®n de Diego Valderas se mueve con amplia naturalidad contribuyendo as¨ª a generar un estado de opini¨®n que no hace m¨¢s que incrementar sus expectativas de crecimiento.
Si tiempo atr¨¢s cualquier contacto del PSOE con IU provocaba poco menos que urticaria en los primeros, producto de los recuerdos de la ya defenestrada pinza que articularon los izquierdistas en Andaluc¨ªa con el Partido Popular, ahora no hacen ascos a que los contactos sean lo m¨¢s fluidos posibles. Los socialistas han iniciado un camino sin vuelta atr¨¢s, viene a confesar Valderas, quien comprueba c¨®mo de esta forma recuperan un espacio propio en el mapa pol¨ªtico andaluz, precisamente a las puertas ya de elecciones municipales y muy cerca de las auton¨®micas.
Es la mejor forma de llegar a un momento en el que su concurso se puede hacer muy necesario para configurar mayor¨ªas de gobierno en ayuntamientos y diputaciones, paso ¨¦ste previo que les puede habilitar en un futuro inmediato para otras empresas mayores, con la vista puesta claramente en la Junta de Andaluc¨ªa. Se trata de un movimiento que no est¨¢ pasando desapercibido para sus socios de gobierno, los andalucistas. Comienzan ya a lanzar mensajes conciliatorios hacia el PP con el fin de desactivar el mal ambiente existente entre ambos partidos y que alcanz¨® su m¨¢ximo deterioro cuando fracasaron las negociaciones para llegar a un pacto de gobierno en el Ayuntamiento de Sevilla. Hay que allanar el camino ante las distintas hip¨®tesis de coalici¨®n que surgir¨¢n en los comicios locales.
As¨ª que s¨®lo cabe ya comprobar si el mismo presidente andaluz, Manuel Chaves, va a participar en esas manifestaciones de protesta para confirmar hasta qu¨¦ punto se implicar¨¢n los socialistas andaluces en la oposici¨®n a un conflicto b¨¦lico que es plenamente justificado por el Gobierno del PP. En cualquier caso, no dejar de ser un frente m¨¢s que se le abre al Ejecutivo central en Andaluc¨ªa en el instante en el que se que se retomar¨¢n viejas reivindicaciones relativas a la financiaci¨®n auton¨®mica y el traspaso de competencias. Son los dos principales asuntos que se abordar¨¢n en el primer pleno del Parlamento, con el que se reinicia el curso en la C¨¢mara andaluza. Una cita para la que hubiera sido muy oportuno que el ministro de Administraciones P¨²blicas, Javier Arenas, tuviera ya la respuesta a la carta que en su momento le envi¨® Chaves en donde le planteaba una propuesta concreta para cerrar un acuerdo con el que poner fin a este largo contencioso. Dijo que contestar¨ªa de forma inminente por lo que cabe esperar que antes de que se suscite, otra vez, el debate parlamentario env¨ªe su propuesta final proporcionando, de esta forma, argumentos suficientes a sus compa?eros del grupo popular andaluz con los que contrarrestar los ataques que, a buen seguro, van a recibir por el trato que dan en Madrid a Andaluc¨ªa.
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