El Rayo rompe su mal fario y recobra a Cembranos

Quedaba un cuarto de hora. El Rayo hab¨ªa marcado su primer gol hac¨ªa muchos minutos y Vallecas entero aplaudi¨®. Quince meses despu¨¦s de romperse, Luis Cembranos saltaba al c¨¦sped. Fuera de forma, algo lento, demostr¨® que, aun sin reprise, es un jugador necesario. De ¨¦sos de los que el conjunto madrile?o no est¨¢ sobrado. Y por lo visto ayer, el M¨¢laga, tampoco.

Las dimensiones del estadio Teresa Rivero, reducido a la m¨ªnima expresi¨®n, invitan a un juego muy directo. Un continuo ir y venir de ¨¢rea a ¨¢rea a base de balones largos. Y el Rayo, aunque llevaba tres derrotas consecutivas en casa, es un maestro en la suerte. La idea es pasarle la pelota en profundidad a Bolic y que ¨¦ste aguante de espaldas y abra hacia las bandas. Una vez llega el bal¨®n a un costado, mejor si es al izquierdo, el de M¨ªchel, regresa al ¨¢rea. Si entra de un remate limpio de cabeza, bien; si entra en el barullo posterior, bien, y si entra en el rechace despu¨¦s del barullo, pues... bien.

Adem¨¢s, Mora y Quevedo presionaron mucho y Julio ?lvarez movi¨® bien la pelota, interpretando a la perfecci¨®n el arte de las aperturas largas o los cambios de orientaci¨®n kil¨®metricos, y M¨ªchel tuvo suerte. S¨ª, mucha suerte. Antes de cumplirse los primeros cinco minutos el vallecano sac¨® una falta lateral. Su intenci¨®n era meter el bal¨®n a media altura al segundo palo. Pero entr¨®. Con la ventaja, el Rayo se dedic¨® a batallar y el M¨¢laga a naufragar. Cada uno, a su manera. Por ejemplo, Dar¨ªo Silva lo hizo pele¨¢ndose hasta con los espectadores