Rebeli¨®n
En el Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo se expone una muestra muy atractiva de aquella rebeli¨®n art¨ªstica de los arquitectos que coincidi¨® con el "pop art" y con el arte povera y que se llam¨® "Arquitectura radical". Su valor lo corroboran los a?os que han pasado sin que haya perdido inter¨¦s. Aquella b¨²squeda, con tanta imaginaci¨®n como sentido del humor, de formas que rompieran la cotidianidad presentaba una nueva forma de vivir en unos lugares y con unos objetos que adem¨¢s de sorprendentes eran casi todos imposibles.
Las ciudades, lo m¨¢s importante para ellos, son de la mejor ciencia ficci¨®n, ciudades-m¨¢quinas de perfectos dibujos y hermosos colores; entre ellas hay una bell¨ªsima titulada "Ciudad instant¨¢nea". Algunas casas son tan bonitas como complicadas; podr¨ªan ser borgianas de puro impenetrables. Una de ellas tiene varios pisos, en forma de cubos geom¨¦tricos, inclinados los unos sobre los otros, y desde los huecos de las ventanas se ven los peque?os muebles, pegados al suelo, claro.
Pasear entre los muebles y objetos es tan sorprendente como divertido. El "casc¨®fono" es un asiento negro, brillante y atractivo, con un casco, como su nombre indica. Hay una escultura de gran belleza cuyo t¨ªtulo reza "Canasto". Es extra?o ir comprobando la identidad de cada objeto expuesto, pero como se supone que son objetos pr¨¢cticos conviene leer los letreros porque a veces no est¨¢ tan claro. Una habitaci¨®n est¨¢ llena de muebles de cart¨®n envueltos en papel de peri¨®dico, con tanto acierto que en lugar de emitir el aburrimiento de algo ya visto, resulta interesante y acogedor. Hay tambi¨¦n objetos desmitificadores como una mesa de dibujo con forma de sarc¨®fago o una silla en zig-zag cuyo respaldo forma una gran cruz latina. Una gran estructura oscura en el aire ilumina una mesa real que pasa desapercibida de puro insignificante debajo de ese pedazo de l¨¢mpara.
En el arte siempre ha habido esp¨ªritu de rebeli¨®n, y algunos arquitectos, que necesitan o deben necesitar ser tan artistas como pr¨¢cticos, de vez en cuando se dedican a recrear puras teor¨ªas est¨¦ticas, pienso que como rebeli¨®n contra esa practicidad que los reprime. Est¨¢ bien que as¨ª desfoguen las emociones que exceden la creatividad de su trabajo.
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