'Manis' y coyunturas
Todos los grupos pol¨ªticos catalanes, a excepci¨®n del PP, acudir¨¢n a la manifestaci¨®n de ma?ana contra la guerra preventiva que Estados Unidos y el Reino Unido piensan iniciar en Irak. Los adhesivos y los carteles vuelven a ocupar los esca?os del Congreso y los parlamentos aut¨®nomos, cuando ello hab¨ªa dejado de ser pol¨ªticamente correcto. El mundo de la cultura, la moda y el arte se ha sublevado contra Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, aunque desde el Gobierno se les acuse de no haber tomado postura ante otras causas justas. Marina Rossell actu¨® en una acto contra la guerra en Irak, pa¨ªs donde hay m¨¢s retratos de Sadam Husein que habitantes, y es obligatoria la imagen del dictador en los locales p¨²blicos. Y puesto que en la foto que transmitieron las agencias se la ve¨ªa con un retrato de Sadam a un lado del escenario, algunos medios informativos la han acusado de cantarle al dictador, y en algunas tertulias se la ha llegado a tildar de c¨¢ndida, inocente y manipulada por el antinorteamericanismo primitivo de los dirigentes de Izquierda Hundida.
La manifestaci¨®n de ma?ana puede servir para que Aznar modifique posiciones y crea en la 'vieja' Europa
Yo, que estuve en Irak hace cinco semanas con la delegaci¨®n espa?ola contra la guerra y el embargo, no tengo ning¨²n inconveniente en decir sin tapujos que Sadam es un asesino y un dictador; tambi¨¦n habl¨¦, tom¨¦ caf¨¦ e incluso di alguna pl¨¢cida cabezada de siesta en las butacas del hotel o del Ministerio de Informaci¨®n bajo la atenta mirada y bendici¨®n de m¨²ltiples retratos de Sadam, y en ning¨²n momento tuve la sensaci¨®n de estar defendiendo al dictador. En ciertos actos y cada noche en el hotel coincid¨ªamos con los jefes espirituales del presidente George W. Bush, el obispo metodista Melvin G. Talvert, y el secretario general de Consejo Nacional de Iglesias Cristianas de Estados Unidos, el ex congresista Bob Edgar, que ahora tienen revolucionadas las cadenas de televisi¨®n norteamericanas con anuncios sufragados por los fieles en los que proclaman que la ofensiva militar de Bush hijo, esa oveja descarriada de su reba?o, ser¨¢ un crimen contra el pueblo iraqu¨ª y va contra la ley de Dios.
Mucho han cambiado las cosas desde el pasado 1 de diciembre, cuando numerosos parlamentarios y destacados representantes de la pol¨ªtica municipal y auton¨®mica catalana rehusaron acudir a la manifestaci¨®n en favor de la paz en Palestina y contra el ataque preventivo de Bush a Irak, al entender que su presencia pod¨ªa interpretarse como un apoyo a los atentados suicidas palestinos contra Israel. En la coyuntura actual, todo el mundo, incluso grupos que siempre fueron atlantistas, a excepci¨®n del PP, asume la consigna contra la guerra. Aunque Jordi Pujol sigue resisti¨¦ndose a acudir a la misma con el falso argumento de que ¨¦l s¨®lo participa en las manifestaciones que se producen tras los atentados de ETA. Ello no se ajusta a la verdad, dado que Pujol, con motivos pienso que parecidos a los de las movilizaciones del s¨¢bado, otras veces ha salido a la calle. Por ejemplo, en las manifestaciones contra el genocidio en Bosnia, junto a Pasqual Maragall y Jos¨¦ Mar¨ªa Mendiluce, o contra las matanzas y la guerra civil en Argelia en enero de 1998 junto a Joan Clos y los concejales barceloneses de derechos civiles y el Distrito 11, Agust¨ª Soler y Teresa Sandoval.
?Es la guerra en Irak, como se ha insinuado, s¨®lo una excusa para oponerse al Gobierno de Aznar? Creo que no, puesto que las manifestaciones se producir¨¢n en todo el mundo. Ciertamente hubo factores medi¨¢ticos, como el impacto de los atentados suicidas en Israel, que desanim¨® a muchos pol¨ªticos y organizaciones a implicarse en las movilizaciones de oto?o. Tambi¨¦n es cierto que el pasado octubre, despu¨¦s de que medio mill¨®n de personas, muchas de ellas musulmanas, salieran a la calle en Londres con su alcalde a la cabeza en favor de Palestina y contra la
guerra en Irak, muchos pol¨ªticos y organizaciones eludieron manifestarse por el temor a que fuese pol¨ªticamente incorrecto aparecer en la foto al lado de inmigrantes ¨¢rabes que tal vez gritar¨ªan "Alahu Akbar!". Pero la extrema sumisi¨®n de Aznar a Bush, el o¨ªr a personas nada sospechosas de dudoso "antinorteamericanismo primitivo", desde Jimmy Carter hasta diversos antiguos responsables de la Administraci¨®n de Bush padre, criticando el autismo pol¨ªtico y militar de George W. Bush y su reducido n¨²cleo de asesores, ha hecho reaccionar en Catalu?a y Espa?a a amplios sectores de la sociedad y la clase pol¨ªtica, que se han volcado en manifestaciones como la que se desarrollar¨¢ ma?ana en Barcelona.
Pese a que hay quien piensa que la guerra es inevitable, todav¨ªa estamos a tiempo de pararla. Hay elementos que no est¨¢n en nuestras manos, como la presi¨®n de la ciudadan¨ªa y las iglesias norteamericanas. Tampoco est¨¢n en nuestras manos las voces de muchos estrategas de Washington que repiten una y otra vez que Bush se equivoc¨® al querer invadir Irak despu¨¦s de haber humillado a Arafat. Y se equivoc¨® de nuevo al incluir a Ir¨¢n en el "Eje del Mal", puesto que es imposible un cambio pol¨ªtico en Irak, donde la mayor parte de la poblaci¨®n es chi¨ª, sin la colaboraci¨®n de Ir¨¢n, que controla a parte de los grupos opositores. Pero s¨ª est¨¢ en nuestras manos influir en la posici¨®n de Europa haciendo cambiar las opiniones de Aznar. Porque de la misma manera que pese a que la huelga general del 20 de junio, seg¨²n P¨ªo Cabanillas, no existi¨®, pero luego Aznar modific¨® muchas cosas, tambi¨¦n, si las manifestaciones tienen la fuerza que muchos deseamos, es posible que la pr¨®xima semana cuando Aznar hable con Bush y Tony Blair, se vea obligado a cambiar su discurso y por activa o por pasiva se una a la Vieja Europa que desea la paz.
Xavier Rius-Sant es periodista.
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