Ciudadanos responsables, Gobierno irresponsable

Los ciudadanos de la Comunidad Valenciana, de Espa?a y de la Uni¨®n Europea, millones de personas en todo el mundo libre, claman hoy en pueblos y ciudades un "No a la guerra", que es esencialmente un compromiso por la paz, entendida como el ¨²nico caldo de cultivo de donde surgen ciudadanos libres y sociedades plenamente democr¨¢ticas. Nosotros, los socialistas, estaremos hoy junto a esa marea humana, junto a esos valencianos y valencianas que exigen la paz y aborrecen la guerra.

?Una nueva guerra en Irak! Con toda seguridad, ning¨²n otro pueblo desea tanto la paz como el iraqu¨ª, maniatado desde hace decenios por un r¨¦gimen dictatorial y mafioso que nosotros, los occidentales, permitimos que sobreviviese en 1991 con la condici¨®n de que estuviera sometido, desde aquel final de la Guerra del Golfo, a un embargo que muchos consideran criminal. Se justificar¨ªa este contundente adjetivo en el hecho de que m¨¢s de un mill¨®n y medio de ni?os han perecido por no poder recibir los cuidados m¨¦dicos y las medicinas apropiados, seg¨²n vienen denunciando con insistencia las organizaciones humanitarias. Como tr¨¢gico bot¨®n de muestra, bastar¨ªa visitar el cementerio de los ni?os, en Bagdad, cerca de la mezquita Al Baratah, donde se hallan centenares y centenares de tumbas de ni?os y ni?as de corta edad, muertos desde 1991.

Nosotros, los socialistas, decimos no a esta guerra que el gobierno norteamericano prepara, con el inestimable apoyo de algunos de sus aliados, incluido el gobierno espa?ol, el que preside el l¨ªder del Partido Popular, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Siempre pervivir¨¢ el agradecimiento de los europeos hacia los norteamericanos. Hicieron la guerra con sus aliados europeos contra los nazis y sin el inmenso sacrificio que les supuso en vidas humanas, Europa no ser¨ªa hoy el espacio de libertad que disfrutamos. Medio siglo m¨¢s tarde, detuvieron tambi¨¦n la barbarie de Milosevic en los Balcanes. Pero esas deudas de gratitud no se pueden pagar con injusticias.

Los Estados Unidos han sufrido el terrible impacto del 11 de Septiembre. Un crimen de lesa humanidad. Un salvaje atentado considerado por los norteamericanos como un nuevo Pearl Harbour. S¨®lo que en esta ocasi¨®n el atacante no era otro estado. M¨¢s bien un enemigo con m¨²ltiples cabezas, dif¨ªcil de capturar, casi invisible: el terrorismo.

La administraci¨®n Bush y el propio Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar se niegan a ver que la anterior guerra contra Irak fue una guerra de car¨¢cter defensivo. Que en 1991, despu¨¦s de largos meses de negociaciones bajo el paraguas legal de Naciones Unidas, el uso de la fuerza constituy¨® el ¨²ltimo recurso para expulsar al ej¨¦rcito iraqu¨ª de Kuwait. Ahora, en 2003, si el verdadero objetivo es acabar con las supuestas armas de destrucci¨®n masiva de Sadam Husein, existen otras alternativas a la guerra.

Los socialistas y la inmensa mayor¨ªa de los ciudadanos espa?oles defendemos que ni George W. Bush, ni Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, pueden actuar al margen de la legalidad internacional, representada por la ONU. ?nicamente una nueva e inequ¨ªvoca resoluci¨®n del Consejo de Seguridad puede legalizar el uso de la fuerza para desarmar el r¨¦gimen iraqu¨ª. La resoluci¨®n 1.441 de Naciones Unidas no especifica un plazo fijo, un punto final para el trabajo de los inspectores del armamento de Irak. La comunidad internacional, desde la firmeza con el r¨¦gimen de Sadam Husein, est¨¢ obligada a trabajar en otras opciones, como la que planteaba recientemente en las p¨¢ginas de este diario el catedr¨¢tico de la Universidad de Yale Paul Kennedy: dar todo el tiempo necesario a los inspectores en Irak y, si es necesario, bajo la amenaza de la fuerza.

Las diplomacias europeas -Francia, Alemania, B¨¦lgica, Rusia...- trabajan en la configuraci¨®n de planes alternativos, y siempre bajo el estricto respeto de la legalidad y el derecho internacionales. Y si la voluntad de la actual administraci¨®n norteamericana parece ser romper con las reglas del derecho internacional, sustituy¨¦ndolas por un nuevo orden mundial basado en la hegemon¨ªa de Washington, nosotros los ciudadanos de este pa¨ªs exigimos el fin del vasallaje del gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, respecto al belicismo del gobierno Bush. Exigimos un gobierno responsable, que no se embarque -y nos embarque- en una cruzada de consecuencias imprevisibles, en una guerra que ya tiene claramente perfiladas sus principales v¨ªctimas: el pueblo iraqu¨ª. Aunque no las ¨²nicas.

En 1991, el consenso internacional vino precedido por un complicado consenso europeo, tanto en la Uni¨®n Europea, como en la Alianza Atl¨¢ntica. Y el gobierno espa?ol contribuy¨® de manera decisiva. Ahora, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y el PP llevan sobre sus espaldas la terrible responsabilidad de haber dinamitado -esperemos que no de manera definitiva- la pol¨ªtica exterior de la Uni¨®n Europea. Asumiendo con fervor su papel de vasallo de Bush, Aznar nos aleja de Europa, de una Uni¨®n Europea que -impulsada por el t¨¢ndem franco-alem¨¢n- ha financiado en buena medida el bienestar de los ciudadanos espa?oles. Aznar est¨¢ dinamitando la construcci¨®n europea. Leal al belicismo de Bush, se nos presenta como un gobernante irresponsable. Los ciudadanos vamos a demostrarle que nosotros s¨ª somos responsables.

Joan Ignasi Pla es secretario general del PSPV-PSOE.