La Audiencia quita el Atl¨¦tico a Jes¨²s Gil
El tribunal le condena a tres a?os y medio de c¨¢rcel y le obliga a restituir las acciones al club cuando el fallo sea firme
La Audiencia Nacional conden¨® ayer al presidente del Atl¨¦tico de Madrid, Jes¨²s Gil y Gil, a tres a?os y medio de prisi¨®n por delitos de apropiaci¨®n indebida y estafa, a "restituir" al club sus 236.056 acciones, as¨ª como a hacerse cargo de una deuda de 2.700 millones de pesetas (16,2 millones de euros). Los efectos de la sentencia se ver¨¢n en diferido, ya que las penas s¨®lo se ejecutar¨¢n si el Tribunal Supremo las confirma dentro de un par de a?os aproximadamente. Hasta entonces, las cosas en el Atl¨¦tico parece que seguir¨¢n m¨¢s o menos como est¨¢n: las acciones, embargadas en el juzgado, y los Gil, aunque no pisar¨¢n la c¨¢rcel, administrar¨¢n en precario un club bajo intervenci¨®n judicial con el primer aviso serio de que lo van a acabar perdiendo.
La sentencia condena a Jes¨²s Gil a dos a?os de prisi¨®n por apropiaci¨®n indebida y a otra pena de un a?o y seis meses por delito de estafa al simular los contratos de cuatro jugadores del Atl¨¦tico; al vicepresidente Enrique Cerezo, como cooperador necesario en la apropiaci¨®n indebida del club, a un a?o de prisi¨®n y al director general, Miguel ?ngel Gil Mar¨ªn, a un a?o y medio de prisi¨®n como autor de un delito de estafa por simulaci¨®n de contrato.
Las penas de prisi¨®n no se har¨¢n efectivas hasta que la sentencia sea firme. Para entonces, Gil habr¨¢ cumplido los 72 o 73 a?os y a partir de los 70 -los cumple el pr¨®ximo 12 de marzo- se procura que no ingrese nadie en prisi¨®n si no es por motivos excepcionalmente graves y menos si tiene un precario estado de salud. En cuanto a las penas impuestas a Cerezo y Gil Mar¨ªn, dado que no exceden de dos a?os, se les aplicar¨¢ previsiblemente la suspensi¨®n de la condena bajo la condici¨®n de no delinquir durante un periodo de dos a cinco a?os.
El fallo condena a Gil y Cerezo a "restituir al Atl¨¦tico de Madrid" 236.056 acciones de las que se apropiaron indebidamente. Estas acciones fueron embargadas durante la instrucci¨®n del proceso, pero el presidente aleg¨® que los t¨ªtulos no hab¨ªan sido nunca emitidos. Por entonces se encontraba al frente del club el administrador judicial Luis Rub¨ª, quien hizo emitir los t¨ªtulos, que quedaron depositados en febrero de 2000 en el juzgado central n¨²mero 6 de la Audiencia, en espera del resultado final del proceso.
La sentencia es bastante confusa sobre el destino final de las acciones. El fiscal anticorrupci¨®n, Carlos Castresana, hab¨ªa pedido el "comiso" de los t¨ªtulos para su posterior subasta p¨²blica. Sin embargo, la sentencia habla de "restituci¨®n al club", lo que abre la puerta a dos interpretaciones: que se repartan entre los 3.174 restantes accionistas del Atl¨¦tico, o que la entidad, como propietaria en abstracto, las saque a p¨²blica subasta. Los observadores del proceso se inclinaban ayer por esta segunda posibilidad.
En cuanto a la situaci¨®n administrativa del Atl¨¦tico, aunque sobre el papel cabe la posibilidad de retornar a una administraci¨®n judicial como la de la etapa de Rub¨ª, fuentes jur¨ªdicas apostaban por mantener el club bajo el actual sistema de intervenci¨®n. Otra opci¨®n ser¨ªa la de levantar la intervenci¨®n, pero parece casi descartada.
La sentencia declara probado que Jes¨²s Gil, "sin antecedentes penales computables", accedi¨® a la presidencia del Atl¨¦tico de Madrid el 1 de julio de 1987 y desde entonces estuvo "decidido a hacer suyo el club", que en aquellos d¨ªas arrojaba una situaci¨®n deficitaria de 1.883.586.643 pesetas.
Confusi¨®n de patrimonios
Desde el principio, Gil confundi¨® el patrimonio del club con su patrimonio personal y el de sus empresas. En ese marco de confusi¨®n, hizo que el Atl¨¦tico utilizara como propia una cuenta de Banesto que era de Gil, desde la que se realizaban operaciones financieras de Gil y sus empresas, y operaciones derivadas de la actividad propia del club, como ingresos de taquilla, publicidad y televisi¨®n.
Entre 1989 y 1993 el saldo de esa cuenta disminuy¨® paulatinamente por lo que Gil, en colaboraci¨®n con Cerezo, hizo que el Atl¨¦tico le fuera reconociendo deudas no reflejadas en la contabilidad del club, por un total de 1.943 millones de pesetas.
Ante la conversi¨®n el club en sociedad an¨®nima deportiva, Gil propone el pago de esa deuda mediante la cesi¨®n de los derechos federativos de los 30 jugadores de la plantilla, para aportar, despu¨¦s de la transformaci¨®n, los derechos al club. Gil obtuvo de la sociedad Dorna Promoci¨®n del Deporte un pr¨¦stamo de 1.300 millones de pesetas que deposit¨® en una cuenta del Atl¨¦tico de Madrid y que le permiti¨® hacerse con el 63% de las acciones del club, al que, acto seguido, revendi¨® los derechos federativos antes citados por los mismos 1.943 millones de pesetas. As¨ª, "los 1.300 millones de pesetas volvieron de nuevo a Dorna el mismo d¨ªa en que se abonaron en la cuenta de Jes¨²s Gil, sin que el Atl¨¦tico de Madrid dispusiera de una sola peseta de ese dinero".
La segunda condena, de estafa por simulaci¨®n de contrato, se refiere al periodo 1992-1997 en que Gil y su hijo Miguel ?ngel, para saldar una supuesta deuda contable de Promociones Futbol¨ªsticas, -propiedad de Gil-, con el club, simul¨® la cesi¨®n de los derechos de cuatro jugadores (Lawal, Maxi, Lima y Djana) a los que valor¨® en 2.740 millones cuando su valor era "casi inexistente".
La sentencia les absuelve de un delito continuado de apropiaci¨®n indebida por obras en Rancho Valdeolivas y otros inmuebles porque no consta acreditado que se cargaran al Atl¨¦tico de Madrid y de otro delito societario porque algunas irregularidades contables no afectaron al patrimonio del club.
Horacio Oliva, abogado defensor de Jes¨²s Gil: "Recurriremos por no haber apreciado la prescripci¨®n"
Horacio Oliva, abogado defensor de Jes¨²s Gil, no quiso hacer comentarios a la sentencia y ¨²nicamente asegur¨® que ten¨ªa intenci¨®n de recurrir la decisi¨®n de la Audiencia Nacional.
Fuentes de la defensa, sin embargo, se?alaron que el tribunal no ha resuelto la cuesti¨®n de la prescripci¨®n planteada por los abogados de Gil y que, a su entender, deja claro que el delito de apropiaci¨®n indebida -aquel por el que le condenan a restituir al club las 236.056 acciones- estar¨ªa prescrito. ?sta es la base principal del recurso que piensan presentar.
La sentencia aplica el C¨®digo Penal de 1973 y considera que los hechos constituyen delito de apropiaci¨®n indebida con una agravante cualificada, y habr¨ªa sido cometido el 30 de junio de 1992. El plazo de prescripci¨®n para ese delito ser¨ªa de cinco a?os, por lo que la prescripci¨®n cumplir¨ªa en 1997, mientras que la querella contra Gil se present¨® en 1999. Cosa distinta ser¨ªa si la sentencia hubiera apreciado la existencia de m¨²ltiples perjudicados, porque el plazo de prescripci¨®n hubiera sido de 10 a?os. Pero el tribunal ha excluido esa posibilidad.
La defensa ha hecho hincapi¨¦ en que Gil recuperar¨¢ todos los bienes que ten¨ªa trabados porque ha sido absuelto de los delitos en los que figuraban como responsables civiles las sociedades en las que participa. Adem¨¢s, la defensa estima que la restituci¨®n al club de las acciones supone su devoluci¨®n al control de los Gil.
Carlos Castresana, fiscal anticorrupci¨®n: "Lo que queda claro es que el club no es de Gil"
Carlos Castresana, el fiscal anticorrupci¨®n al que Gil acusa de persecuci¨®n sin cuartel desde que consigui¨® su inhabilitaci¨®n como alcalde de Marbella, se encontraba ayer m¨¢s que satisfecho por la sentencia, por m¨¢s que las penas de 17 a?os que solicitaba se quedaran reducidas a tres a?os y medio.
"La pena de c¨¢rcel no me importa porque adem¨¢s no la va a cumplir. Pero lo que s¨ª deja claro la sentencia es que ni Jes¨²s Gil ni Enrique Cerezo son los due?os del club y que Jes¨²s Gil tiene con el club una deuda de 2.700.000 millones de pesetas".
Castresana no sabe a¨²n si recurrir¨¢ la sentencia, aunque antes de decidirlo podr¨¢ pedir al tribunal de la Secci¨®n Primera Penal de la Audiencia Nacional un auto de aclaraci¨®n de algunos extremos del fallo, referidos al alcance de la "restituci¨®n" de las acciones.
Ser¨¢ a partir del lunes, cuando Castresana despache con el fiscal jefe Anticorrupci¨®n, Carlos Jim¨¦nez Villarejo, cuando se decida la posici¨®n oficial de Anticorrupci¨®n en la prosecuci¨®n del pleito, as¨ª como la eventual solicitud de medidas cautelares.
Castresana ve "muy complicado" el futuro inmediato del Atl¨¦tico "porque Gil ya sabe que va a perder el club" y queda la inc¨®gnita de c¨®mo lo va a gestionar hasta que el Tribunal Supremo se pronuncie en firme sobre el fallo de la Audiencia. Sin embargo, tampoco se mostraba proclive a ninguna medida convulsiva que pueda emperorar la situaci¨®n.
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