Del tricornio a pol¨ªtico imputado
El andalucista Antonio Prats se estrena como delegado de Turismo en C¨¢diz acuciado por varios procesos judiciales
Desde que el consejero de Turismo Antonio Ortega desvel¨® que Antonio Prats Rivero (Sanl¨²car de Barrameda, 1955) sustituir¨ªa en la Delegaci¨®n de de C¨¢diz a Maribel Peinado -que ha abandonado el cargo para centrarse en su candidatura por el PA a la alcald¨ªa de Puerto Real-, han surgido m¨¢s recelos que simpat¨ªas. Y es que la trayectoria profesional y p¨²blica de Prats no deja indiferente.
Su primera actividad laboral fue en el hotel Guadalquivir a mediados de la d¨¦cada de los setenta, aunque poco despu¨¦s emigra a Barcelona, donde ingresa en la Guardia Civil en 1978. A?os m¨¢s tarde regresa a Sanl¨²car destinado al puerto pesquero de Bonanza. Compagina su trabajo con el cargo de presidente de la Federaci¨®n Local de Asociaciones de Vecinos Guadalquivir. "Es que muere por un puesto. Siempre le gust¨® figurar y estar presente en todo", afirma un adversario pol¨ªtico que se niega a que se publique su nombre.
Pide la excedencia como agente tras las elecciones municipales de 1995, cuando es designado segundo teniente de alcalde y delegado de Obras y Servicios, Vivienda y Medio Ambiente del Ayuntamiento sanluque?o. En ese mandato gobern¨® en coalici¨®n con el PSOE. Desde que adquiere responsabilidad pol¨ªtica, protagoniza duros enfrentamientos con hist¨®ricos dirigentes andalucistas. Uno de ellos, con Pedro Pacheco, lo que le procur¨® muchas enemistades en el PA. "Muchos militantes que comulg¨¢bamos con ¨¦l nos despegamos y ocupamos posiciones frontalmente opuestas", explica un antiguo compa?ero de Prats.
Pronto adquiere mala imagen. Pero result¨® de nuevo elegido por el PA. Tras el conocido caso Sanl¨²car, por el que el alcalde socialista Agust¨ªn Cuevas dimiti¨® ante las acusaciones de un supuesto intento de soborno, Prats no dud¨® en pactar con el PP.
Su etapa de gobierno con el alcalde popular Juan Rodr¨ªguez ha estado plagada de incidentes que le llevaron a romper el pacto por dos veces y a intercambiar querellas y denuncias con los populares. El m¨¢s grave enfrentamiento con el primer edil, durante una huelga de las limpiadoras municipales, acab¨® en los tribunales. El titular del Juzgado n¨²mero 3 de Sanl¨²car le ha imputado por atentado contra la autoridad en la persona del alcalde. Diversas fuentes confirman que el PP ha presentado un v¨ªdeo en el que se observa c¨®mo Prats intenta propinar un golpe a Juan Rodr¨ªguez. Tanto el consejero Ortega como su delegado Prats niegan que esas im¨¢genes demuestren cualquier agresi¨®n.
La acci¨®n judicial contra Prats se completa con la investigaci¨®n que desarrolla la Fiscal¨ªa del Tribunal del Cuentas del Estado sobre su gesti¨®n como concejal de Urbanismo en los ¨²ltimos a?os.
Seg¨²n Julia Hidalgo, portavoz de IU en Sanl¨²car, las "irregularidades" que ha detectado la C¨¢mara de Cuentas est¨¢n referidas a contrataciones ilegales, falseo de datos y supuestas condonaciones de deudas contra¨ªdas por los particulares con el Ayuntamiento.
Sonadas fueron tambi¨¦n dos denuncias que le salpicaron directamente. El propietario de la empresa Parquigr¨¢n, dedicada a la construcci¨®n y explotaci¨®n de aparcamientos subterr¨¢neos, Jos¨¦ Pizarro, denunci¨® que "un intermediario" le requiri¨® el pago de una cantidad de 180.000 euros como condici¨®n previa para la adjudicaci¨®n de un aparcamiento en la avenida de la Calzada. Prats neg¨® tambi¨¦n que desarrollase obras, supuestamente sin licencia, en una vivienda de su propiedad.
Con estos precedentes, Prats llega a una Delegaci¨®n sobre la que recae la principal actividad econ¨®mica gaditana: el turismo. Sus primeras manifestaciones sobre los objetivos como delegado pueden despertar nuevas pol¨¦micas. "La provincia de C¨¢diz es un para¨ªso por descubrir que tenemos que explotar desde Algeciras hasta Sanl¨²car, donde hay muchas playas v¨ªrgenes", afirm¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.