Sur¨¢frica elimin¨® voluntariamente sus armas nucleares en 1993
Sur¨¢frica ha eliminado sus armas de destrucci¨®n masiva y entregado toda la informaci¨®n necesaria a los inspectores de Naciones Unidas. Por eso no es de extra?ar que Hans Blix haya p¨²blicamente alabado lo que llam¨® "el modelo surafricano de cooperaci¨®n" y pedido al Gobierno de Irak que siga su ejemplo. En Sur¨¢frica incluso se habla de la posibilidad de que Pik Botha, un ministro de Asuntos Exteriores del r¨¦gimen del apartheid, pudiera actuar como mediador para evitar la guerra.
El Gobierno surafricano ha enviado dos delegaciones a Irak con representantes de organizaciones no gubernamentales, entre ellos Roelf Meyer, quien a finales de los a?os ochenta fue crucial en las negociaciones que acabaron con el r¨¦gimen racista del apartheid. El presidente surafricano, Thabo Mbeki, se ha reunido con los l¨ªderes de Francia y el Reino Unido para, entre otras cosas, expresar la preocupaci¨®n de los Pa¨ªses No Alineados, entidad que agrupa a unas 70 naciones en v¨ªas de desarrollo.
El 24 de marzo de 1993, el ex presidente Frederick de Klerk anunci¨® que su pa¨ªs hab¨ªa desarrollado siete armas nucleares durante la d¨¦cada de los setenta y ochenta, pero que las hab¨ªa desmantelado. A continuaci¨®n invit¨® al Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) a que efectuase una inspecci¨®n. El jefe de la misi¨®n fue Hans Blix.
Presiones de EE UU
Pik Botha disfruta ahora de un inesperado minuto de gloria y en su residencia de Johanesburgo da una entrevista tras otra, a pesar de no haber recibido una oferta oficial para intentar una mediaci¨®n. "Nuestro desarme no fue tan voluntario como parece, a pesar de que as¨ª lo dijimos. EE UU nos presion¨® durante 12 a?os para que firm¨¢ramos el Tratado de No Proliferaci¨®n de Armas Nucleares porque ellos tem¨ªan o sab¨ªan que nosotros ten¨ªamos armas nucleares", dijo, puntualizando que el ¨¦xito de la misi¨®n de los inspectores radica b¨¢sicamente en que tienen que saber de antemano d¨®nde el pa¨ªs en cuesti¨®n fabric¨® las armas de destrucci¨®n masiva. "Supongo que es posible enga?ar a los inspectores. Si bien no soy un experto en el tema, pues yo me dedicaba a los problemas de pol¨ªtica exterior, supongo que si hubi¨¦semos querido enga?ar a los inspectores habr¨ªa sido posible, pero hubiese requerido de gran capacidad t¨¦cnica y de expertos. (...) Ellos sabr¨ªan cu¨¢nta energ¨ªa necesitar¨ªamos, cu¨¢nta gente, qu¨¦ tipo de edificios, cu¨¢ntos cient¨ªficos, qu¨¦ t¨¦cnicos... Enga?ar no habr¨ªa sido f¨¢cil. Recuerde que nosotros decidimos dar a conocer nuestro estatus una vez que hab¨ªamos decidido eliminarlas, por lo que result¨® f¨¢cil entregar la informaci¨®n necesaria a los inspectores", dijo.
Sur¨¢frica revel¨® que ten¨ªa armas nucleares en 1993, un a?o antes de que se celebraran las primeras elecciones democr¨¢ticas en la historia de ese pa¨ªs y que llevaron a Nelson Mandela al poder.
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