La Capella exhibe una muestra sobre el nazismo y la memoria
Jacobo Sucari define el proyecto como "un documental expandido"
La memoria a¨²n viva del nazismo, el papel de los archivos f¨ªlmicos en nuestra percepci¨®n de la historia y la reflexi¨®n sobre la par¨¢lisis ante las atrocidades son algunos de los temas que articulan la exposici¨®n Disciplina, sin memoria y sin poder, que se presenta, hasta el 2 de marzo, en la sala grande de La Capella (Hospital, 56; Barcelona). Su autor, el videocreador Jacobo Sucari, define el proyecto como "un documental expandido".
La definici¨®n de "documental expandido" tiene sentido por cuanto se trata efectivamente de un documental que consta de diferentes partes -v¨ªdeos, instalaci¨®n, fotograf¨ªa, proyecciones de Internet, audio...-que se expanden por toda la sala de La Capella. El tema es ¨²nico, pero Jacobo Sucari (Buenos Aires, 1958), profesor en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona, lo divide en piezas que abordan miradas parciales o paralelas sobre la condici¨®n humana en situaciones l¨ªmite.
El eje es un impresionante documental de creaci¨®n, proyectado en v¨ªdeo monocanal, que lleva por t¨ªtulo Par¨¢lisis, sobre el estado de terror. Aqu¨ª combina el testimonio oral de un superviviente de Mauthausen, el catal¨¢n Antoni Roig, que explica la cotidianidad de la vida en este campo de concentraci¨®n, con im¨¢genes de archivos de los campos, editadas de forma subjetiva e intencionada, y con la entrevista con el cr¨ªtico de arte Jorge Luis Marzo, que expone sus reflexiones sobre los archivos de la ¨¦poca nazi y el porqu¨¦ de este af¨¢n por registrar el horror.
Reactualizar la memoria
"A partir de la entrevista con Antoni Roig, que me impresion¨® porque relata c¨®mo el terror de Estado provoca una situaci¨®n de par¨¢lisis que impide la acci¨®n y acaba provocando la indiferencia hacia la muerte y el castigo, fui tejiendo un trabajo sobre los campos de trabajo y sobre la imagen que nos da la historia de los campos de concentraci¨®n", indica Sucari. Su objetivo, afirma, no es plantear un nuevo documental "objetivo" sobre el nazismo, sino "una reflexi¨®n sobre la imagen en s¨ª misma y sobre c¨®mo se reactualiza la memoria hist¨®rica". La interesante visi¨®n de este documental -pese a su duraci¨®n, un tanto larga en un sala de exposici¨®n: 47 minutos- permite entender con mayor claridad el resto de las piezas presentadas en la sala.
Una de las proyecciones de Internet, por ejemplo, muestra la larga lista de empresas alemanas -aparecen casi todas las m¨¢s conocidas- que utilizaban presos de los campos como mano de obra barata y otra se?ala la localizaci¨®n de los campos y de las empresas que situaron all¨ª sus f¨¢bricas. Tres videoinstalaciones reflejan de forma m¨¢s metaf¨®rica la disciplina -con un bucle de v¨ªdeo de un desfile nazi-, el p¨¢nico y la pervivencia de la memoria hoy en d¨ªa. Tambi¨¦n se incluyen 14 fotograf¨ªas en las que sobre varios edificios barceloneses ha situado im¨¢genes de los campos y esl¨®ganes sobre el poder, los medios y la disciplina.
El conjunto enfrenta al espectador con la historia y, lo m¨¢s importante, intenta plantear interrogantes sobre un presente que en muchos aspectos bebe directamente del horror del pasado. "El nazismo es m¨¢s la genealog¨ªa del Estado moderno que un momento de mal absoluto", indica. Sucari, en el fondo, propone un ejercicio de descofianza cr¨ªtica hacia nuestro presente a partir de esta mirada hist¨®rica sobre lo que pueden hacer y hacen los poderes econ¨®micos, pol¨ªticos y medi¨¢ticos. "Bajo una situaci¨®n de presi¨®n tan grande, es dif¨ªcil saber d¨®nde estamos". Y recordando dos viajes recientes que ha realizado a Israel y Argentina, reflexiona sobre la diferencia entre la vida cotidiana de la gente y la imagen que ofrecen los medios. "Nos cuentan que fuera est¨¢n tan mal que creemos que aqu¨ª estamos bien. Pero todo ser¨ªa discutible".
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