La mirada inocente y la nieve
Con la nieve lleg¨® Bach. Por fuera y por dentro. Los copos ca¨ªan en la calle y un torrente de m¨²sica blanca refrescaba las mentes. Bach, de nuevo. La Comunidad de Madrid se ha descolgado con un ciclo de seis conciertos con obras para teclado del gran compositor. Los tres primeros recitales tienen lugar esta semana: las fascinantes Suites inglesas, para ir abriendo boca, anteayer; la primera parte de El clave bien temperado esta tarde, y las Seis partitas el domingo. El resto para la primavera, cuando las nieves ya no est¨¦n. Y en todos ellos un solo int¨¦rprete, Andr¨¢s Schiff, un pianista tan riguroso como entusiasta.
No entro en la pol¨¦mica de si se deben interpretar estas obras con instrumentos de ¨¦poca o con piano moderno. Lo importante es que se hagan bien. Schiff razona su preferencia por el piano en el programa de mano. Me inquietan m¨¢s sus afirmaciones de las reticencias de muchos pianistas para convivir cotidianamente con Bach, cuando, como ¨¦l mismo dice, "la vida de un m¨²sico sin Bach es como la vida de un actor sin Shakespeare". La afinidad de Schiff con Bach es evidente. Como recuerda Mar¨ªa Gil, el pianista manifest¨® hace no demasiado que "Bach es el padre, Mozart el hijo y Schubert el esp¨ªritu santo". M¨¢s claro, agua.
Andr¨¢s Schiff
Johann Sebastian Bach: Seis suites inglesas BWV 806-811. Ciclo 'El piano de Bach'. Organizado por la Comunidad de Madrid. Teatro de la Zarzuela, 18 de febrero.
Lo que prevalece de la primera entrega de Schiff es su af¨¢n de compartir lo que siente desde un conseguido equilibrio entre las matem¨¢ticas y los afectos. En ello tienen mucho que ver sus inclinaciones camer¨ªsticas, su gusto por los formatos intimistas. Pero en Bach no se puede prescindir de la arquitectura, de las simetr¨ªas, de la abstracci¨®n. Schiff, desde luego, vuelca su lectura con un pie en la raz¨®n pura y, sin embargo, no renuncia a un apasionamiento febril a medio camino entre los est¨ªmulos del coraz¨®n y la cabeza. La fantas¨ªa se circunscribe, en cualquier caso, a los contenidos. La mirada que de todo ello resulta es inocente, como dir¨ªa Simenon.
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