Un duro y exacto golpe de memoria

Es Domingo sangriento una austera y viv¨ªsima cr¨®nica de las 24 terribles horas que, el 30 de enero de 1972, en los alrededores de Derry, o Londonderry, desencadenaron un s¨²bito giro hacia el paroxismo -lo que multiplic¨® en los d¨ªas que siguieron el n¨²mero de reclutamientos por la organizaci¨®n terrorista IRA de j¨®venes irlandeses dispuestos a todo, incluida la muerte- de las viejas y enconadas luchas entre pobres y ricos, cat¨®licos y protestantes, irlandeses y brit¨¢nicos, en la convulsa vida de Irlanda del Norte.

Al amanecer de aquel terrible domingo, un regimiento -con negra fama de represor- de paracaidistas acuartelado en Belfast fue movilizado por ¨®rdenes del general Patrick MacLellan, comandante en jefe del Ej¨¦rcito brit¨¢nico en el Ulster, que lo despleg¨® en los alrededores de Londonderry para que vigilara una multitudinaria marcha, convocada por organizaciones irlandesas de defensa de los derechos civiles, contra un decreto del Gobierno de Londres que autorizaba los encarcelamientos preventivos en el Ulster. En una esquina del itinerario ocurri¨® algo que desat¨® la g¨¦lida ira de un pelot¨®n de fusileros, que vaciaron sus armas contra un recodo de la manifestaci¨®n. Murieron 13 y fueron gravemente heridos 14 hombres.

Oscuras tripas

El filme realizado por Paul Greengrass nos lleva, paso a paso y con pleno dominio del relato en forma de cr¨®nica, a febriles interioridades, oscuras tripas y poco conocidos laberintos y vericuetos de aquel acontecimiento, que torci¨® con un vendaval de muerte y sufrimiento la vida de millones de personas y aceler¨® e intensific¨®, hasta hacerla de brutalidad inconcebible, la violencia terrorista tanto del IRA irland¨¦s como de los mecanismos de represi¨®n estatal brit¨¢nicos. Es l¨²cida y angustiosa, por su precisi¨®n y su fuerza premonitoria, la imagen de aquellas horas que encierra esta excelente pel¨ªcula, que gan¨® el Oso de Oro en el Festival de Berl¨ªn hace un a?o.

El relato est¨¢ compuesto con juegos de contrapunto, relevos e interacciones de varios puntos de vista que se suceden, se enlazan y complementan conformando una secuencia ¨¢gil, nerviosa y compleja, pero no dispersa, sino creadora de una ¨²nica y di¨¢fana visi¨®n, de calidades did¨¢cticas excepcionales, lo que convierte el filme en una luminosa lecci¨®n de historia moderna. Hay gran dominio del documento en esta fren¨¦tica ficci¨®n, en la que los personajes medulares son ver¨ªdicos, como Ivan Cooper, que vertebra la cr¨®nica y que fue uno de los l¨ªderes del movimiento por los derechos civiles del Ulster; y la fugaz y delicada sombra de Bernadette Devlin; y mucha m¨¢s gente viva y muerta, convertida en signo y en eco de aquel brote de violencia que ensangrent¨® a¨²n m¨¢s la vida, sembrada desde hace siglos de sangre, de Irlanda.