Ruy S¨¢nchez analiza la melancol¨ªa literaria en un ensayo
El jugo de la melancol¨ªa es infinito para Alberto Ruy S¨¢nchez (M¨¦xico D. F., 1951). El autor, ensayista prol¨ªfico, autor de 15 libros, entre ellos su novela Los jardines secretos de Mogador (Alfaguara), periodista, editor, director de la revista Artes, disertador tranquilo, sabe que la melancol¨ªa es tan mala como buena, tan inspiradora como destructora y, sobre todo, tan generadora de arte que ha dado lugar para que este escritor, alumno aventajado de Octavio Paz y Roland Barthes, formule sus inacabables caminos en el ensayo Con la literatura en el cuerpo (Emec¨¦).
"?ste es un libro de ensayos heterodoxo, cada uno de sus cap¨ªtulos es un relato documental", afirma. Y su hilo es el encuentro, el hallazgo creativo de la melancol¨ªa en todos los autores y artistas que lo pueblan, desde Rilke y Roland Barthes a Italo Calvino, Marguerite Yourcenar, Samuel Beckett, Victor Hugo, George Orwell o Shostak¨®vich... "Todos ellos se pueden entender en una clave melanc¨®lica, que funciona en su obra como una dramaturgia cuando se encaminan hacia algo excepcional, que es la aparici¨®n de la poes¨ªa en ellos y la comprensi¨®n de lo que les rodea", afirma Ruy S¨¢nchez, un hombre grandull¨®n, con mirada de actor hollywoodense, sonriente y de verbo brillante e hipnotizador.
Dicen que en M¨¦xico es un escritor de culto desde que en 1987 public¨® Los nombres del aire y gan¨® el prestigioso Premio Villaurrutia. Antes hab¨ªa saciado su raci¨®n de vida bohemia en Par¨ªs, donde vivi¨® entre 1975 y 1982 y fue alumno de Barthes. "De ¨¦l aprend¨ª muchas cosas. Una, que el ensayo, aparte del compromiso con los temas que trata, tiene que revelar algo de la persona que los escribe. Por eso todos los autores que yo comento aqu¨ª tienen que ver con mi pasi¨®n por ellos y la pasi¨®n por los temas que marcaron el siglo XX", asegura.
La duda constante
Y para ello tambi¨¦n le gu¨ªa una constante: la duda, de la que no se separa ni para dormir, e introduce otra clave, que acerca sus reflexiones a la carne: "En mis ensayos trato de que los conceptos que manejo sean los personajes", dice.
Sobre la melancol¨ªa expande un batall¨®n de adjetivos para cada caso, un aut¨¦ntico inventario en el que nos encontramos la melancol¨ªa ante el abismo, la geom¨¦trica e ir¨®nica, la sagrada, la parad¨®jica, la as¨¦ptica, la implacable, la del destino, la rom¨¢ntica, la del miedo... "Hay una pol¨ªtica de la melancol¨ªa", defiende Ruy S¨¢nchez, "es, ante todo, una reflexi¨®n. La melancol¨ªa es detenerse y pensar qu¨¦ es uno y qu¨¦ hace aqu¨ª", afirma.
Pero tambi¨¦n hay que buscar una disidencia de la melancol¨ªa. "Hay veces en las que es necesario salir de ella, rebelarse como en los reg¨ªmenes totalitarios, porque ellos la fomentan y hacen todo lo posible para que la gente est¨¦ triste, desarmada, entonces es necesario actuar", afirma. "Es ah¨ª donde establezco una relatividad, porque la melancol¨ªa no es buena ni mala", concluye.
Babelia
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