Ricchetti, en el rinc¨®n oscuro

Pablo Javier Ricchetti (Buenos Aires, Argentina 1977) se ha colocado esta semana en el lado m¨¢s amargo del f¨²tbol, en el rinc¨®n oscuro de la Liga de las estrellas, porque no quiso aceptar lo que entendi¨® como una cr¨ªtica injusta y a destiempo y porque en el Valladolid ni juega ni cobra.

El entrenamiento del martes se estaba terminando y los futbolistas pachangueaban. En ¨¦sas, a Jos¨¦ Mor¨¦, el entrenador, le dio por censurar a Ricchetti por la poca intensidad de su trabajo. "Es una pachanga, no da para m¨¢s", le replic¨® el suramericano. Mor¨¦ insisti¨®: "?Por qu¨¦ no te pones en el lateral derecho, donde te gusta jugar? La respuesta de Ricchetti le envi¨® a la ducha directamente: "?Y a vos qu¨¦ os importa d¨®nde me coloque si no me dejas jugar?".

La bronca ven¨ªa de atr¨¢s, de cuando el Valladolid estaba siendo barrido por el Mallorca en Zorrilla y Ricchetti estaba pagando el solito el desastre de sus compa?eros. La grada le atronaba con pitos e insultos cada vez que la pelota pasaba por su posici¨®n de medio centro. Mor¨¦ decidi¨® cambiarle, cargando de razones al p¨²blico. Caminero y Bizarri se indignaron ante una c¨¢mara de Canal +. "Es un hijo de...", dijo Bizarri. "S¨ª", asinti¨® Caminero.

Ricchetti sali¨® de los vestuarios con los t¨ªmpanos hartos y la dignidad en los tobillos. Ese d¨ªa asegur¨® que no quer¨ªa volver a jugar ni de medio centro ni de central ni de nada; que su puesto es el lateral derecho y... se acab¨®. Dej¨® el equipo inicial y pronto las convocatorias. Mor¨¦ hab¨® con ¨¦l y, seg¨²n el propio jugador, le asegur¨® que quer¨ªa protegerle de los aficionados. Era la primera vez que Ricchetti estaba en esa situaci¨®n. "Ni en el River Plate, en el que la competencia es enorme, hab¨ªa dejado de ser convocado", afirma, "pero aqu¨ª he sido el responsable de las derrotas y no me he llevado ni un gramo de ¨¦xito en las victorias".

La desilusi¨®n se ha apoderado de un futbolista que lleg¨® al Valladolid cuando desde la directiva de Nacho Lewin hab¨ªa carta blanca para despilfarrar en fichajes y contratos por encima de la cl¨¢sica austeridad del club. Crey¨® que llegaba al para¨ªso, pero se le ha tornado infierno: "Veo que el club est¨¢ en una mala situaci¨®n, pero conmigo hay una deuda desde hace a?o y medio y no se soluciona".

El conflicto deportivo parece algo resuelto. Mor¨¦ y Ricchetti se reunieron y aclararon sus posturas. Pero Ricchetti quiere irse: "Estoy mal. El momento no es lindo. Cuando llegu¨¦, todo parec¨ªa diferente. Quiero jugar, pero de lateral derecho. Si no, prefiero marcharme. He hablado con Mor¨¦. Me dijo que debe hacerse respetar y que mi actitud era inaceptable. Tiene raz¨®n, pero no quiero seguir as¨ª". Mor¨¦ tambi¨¦n da por olvidado el conflicto personal: "Ha habido predisposici¨®n a entenderse. Comprendo que quiera jugar de lateral derecho, pero lo har¨¢ donde haga falta".