El plante de Morientes no tendr¨¢ castigo
Del Bosque perdona el insulto del madridista y su negativa a jugar ante el Borussia
Nadie en el Madrid, ni el t¨¦cnico, Vicente del Bosque, ni el director general deportivo, Jorge Valdano, ni sus compa?eros consultados, consider¨® p¨²blicamente ayer que la reacci¨®n de Morientes en los ¨²ltimos minutos del partido de la Liga de Campeones contra el Borussia de Dortmund, en el estadio Bernab¨¦u, fuera un hecho grave. El delantero insult¨® a Del Bosque y se neg¨® a saltar al campo cuando el t¨¦cnico se lo pidi¨®, a escasos instantes del final. Morientes est¨¢ harto de calentar sus m¨²sculos en la banda en cada partido para terminar jugando apenas unos instantes. Ya no soporta lo que entiende como una situaci¨®n marginal, relegado a la segunda fila del equipo y sin cr¨¦dito en el club, que, aunque sin ¨¦xito, intent¨® traspasarle el verano pasado. En realidad, es el jugador menos utilizado de la plantilla: 494 minutos entre todas las competiciones -Portillo, por ejemplo, lleva 523- y ning¨²n gol.
Su ¨²ltimo acto de rebeld¨ªa no mejorar¨¢, de seguro, sus relaciones con Del Bosque y mucho menos con el presidente, Florentino P¨¦rez, quien tiene la impresi¨®n de que Morientes, que ayer no quiso hacer declaraci¨®n alguna, es un futbolista sobrevalorado que cobra un sueldo desproporcionado para su escasa rentabilidad.
Del Bosque, sin embargo, rest¨® trascendencia al asunto. Le molest¨® m¨¢s la filtraci¨®n. "En esta entidad gozamos de una disciplina alabada por todos", coment¨®; "pero, claro, no todos pueden estar satisfechos con su situaci¨®n. As¨ª que en algunos momentos se producen incidencias que no tienen que pasar a mayores y que son consecuencia de una familia tan amplia como la nuestra. Es verdad que al final del encuentro del otro d¨ªa se produjo un hecho, pero al d¨ªa siguiente el jugador se disculp¨® de manera r¨¢pida y cordial sabiendo que no hab¨ªa estado acertado. Y... aqu¨ª paz y despu¨¦s gloria".
"No creo que haya que dramatizar la situaci¨®n", prosigui¨® Del Bosque; "lo llevo con tranquilidad. Incluso soy positivo. Soy partidario de alabar al jugador antes que de repartir reprimendas. Seguro que alguna vez habr¨¦is mandado a tomar... viento a alguno devuestros superiores. Cuando un padre de familia tiene que sancionar por imposici¨®n, mal asunto. Prefiero la disciplina razonada. Nunca voy a quitar dinero a los futbolistas por puro principio".
A su vez, Jorge Valdano habl¨® como si la rabieta de Morientes fuese un problema menor: "He sido jugador y entrenador y le doy mucha m¨¢s importancia al perd¨®n espont¨¢neo y a la recobrada tranquilidad que al pronto en un final de partido. Estamos cansados de ver estas cosas en el f¨²tbol. Si se toman medidas disciplinarias ser¨¢ a instancias del entrenador". Valdano valor¨® a Morientes como un futbolista "muy importante" en la historia reciente del Madrid, "pero con poco protagonismo ¨²ltimamente". Y puntualiz¨® que no se puede analizar lo sucedido sin tener en cuenta su curr¨ªculo: "Una persona encantadora y un profesional ejemplar".
La decadencia madridista de Morientes no es un hecho sobrevenido de repente. El cacere?o (1976) lleva dos cursos de paulatina opacidad que contrastan con su brillante actuaci¨®n entre 1997 y 2000, cuando particip¨® activamente en la conquista de dos Copas de Europa. Ahora, rodeado de delanteros que tienen preferencia sobre ¨¦l, no es capaz de asumir su rol secundario sin perder la calma. Cuando no ha sufrido lesiones, ha padecido depresiones y se le ha visto lento y fuera de sitio, quiz¨¢ algo abrumado. Salvo en el Mundial, en la que su rendimiento se pareci¨® al de su mejor etapa -aunque se neg¨® a tirar un penalti en la tanda ante Corea del Sur-, se ha ido apagando seg¨²n le sal¨ªan competidores: Figo y Guti; Zidane y Portillo; Ronaldo. Incluso sus compa?eros se han asombrado al verle tan bajo de forma.
Desde hace un a?o, los comentarios sobre el traspaso de Morientes han arreciado: se habl¨® del Roma, del Tottenham, y, finalmente, el Madrid intent¨® transferirle al Inter o el Barcelona en una operaci¨®n que termin¨® en un chasco.
Hace una temporada, irritado ante los comentarios acerca de su salida del club y sin apenas haber jugado, Morientes ya declar¨® que pensaba irse: "Si no me quieren, me marcho". Cuatro meses m¨¢s tarde, su fallido traspaso al Bar?a, en plena disputa de la final de la Supercopa europea, en M¨®naco, desencaden¨® una crisis ins¨®lita. Los capitanes, con Ra¨²l y Hierro al frente, pidieron explicaciones al presidente por la falta de consideraci¨®n que se hab¨ªa tenido al apartar a Morientes de la concentraci¨®n en la v¨ªspera.
P¨¦rez hab¨ªa hecho de la venta de Morientes un objetivo privilegiado: sus cerca de 1,8 millones de euros de ficha anual hasta 2006, su escaso tir¨®n publicitario y su aparente estancamiento deportivo, le convert¨ªan en prescindible. El delantero ha hecho, no obstante, todo lo posible por permanecer en el Madrid, en el que se siente bien pagado y est¨¢ acompa?ado por un grupo de buenos amigos.
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