"Yo, m¨¢s que Pantale¨®n, ser¨ªa visitadora"
Pregunta. Su pr¨®xima novela narra la b¨²squeda del para¨ªso, pero los protagonistas no lo encuentran. ?Existe?
Respuesta. Ciertamente, no en este mundo. Para los creyentes, en el otro. Pero su b¨²squeda ha generado los m¨¢s extraordinarios seres humanos, y tambi¨¦n los peores.
P. Dicen que es usted un hombre curioso e interesado por todo. ?Llega a cotilla?
R. Bueno, yo creo que la chismograf¨ªa forma parte de la naturaleza humana, y que est¨¢ originada en la curiosidad. Pero yo no pierdo demasiado el tiempo con chismograf¨ªas.
P. Tiene fama de trabajar a destajo. ?Cu¨¢l de sus libros le cost¨® m¨¢s?
R. Todos me cuestan mucho. Todos me dan la misma inseguridad y tambi¨¦n enormes satisfacciones. Quiz¨¢ citar¨ªa La guerra del fin del mundo.
P. Casi no pudo ver el mundial de f¨²tbol por no saber usar el mando de la tele. Muy listo para escribir, pero un poco torpe para la tecnolog¨ªa.
R. Un poco es generoso. Totalmente torpe para la tecnolog¨ªa.
P. ?Cree que a un hombre le refleja su perro?
R. Yo creo que el hombre y el perro se contagian y adquieren h¨¢bitos comunes. Sin ninguna duda.
P. Pues he o¨ªdo que su D?Artagnan anda un poco falto de modales.
R. Es un perro neur¨®tico. Y las neurosis yo las respeto, porque creo que son una manifestaci¨®n de la soberan¨ªa individual.
P. Seg¨²n su esposa, de nacer usted mujer hubiera sido prostituta, porque no sabe decir que no.
R. Bueno, es un respeto a las formas exagerado, y que puede ser mortal. Yo no s¨¦ decir no cuando me piden conferencias o presentaciones de libros, sobre todo si me lo piden amigos.
P. ?Pero usted se ve m¨¢s Pantale¨®n o m¨¢s visitadora?
R. Si tuviera que elegir entre ambas cosas, yo creo que m¨¢s que Pantale¨®n preferir¨ªa ser una visitadora [risas].
P. ?Que un sujeto como Fujimori le derrotara en las elecciones peruanas tiene bemoles?
R. Yo creo que se equivocaron los peruanos: optaron por un se?or que acab¨® con la democracia.
P. ?Escribe mejor usted o Garc¨ªa M¨¢rquez?
R. Eso no lo podemos decir ni ¨¦l ni yo, sino los lectores, los cr¨ªticos. Y con m¨¢s objetividad cuando los dos estemos muertos.
P. ?Volver¨ªa a dedicarle una tesis doctoral?
R. Pues s¨ª. Es un autor muy de primera l¨ªnea, y con un material muy rico para investigar y estudiarlo. Lo leo siempre.
P. ?Se me pone pol¨ªticamente correcto?
R. He sido pol¨ªticamente incorrecto la mayor parte de mi vida. Lo que he dicho no creo que est¨¦ contaminado de subjetividad.
P. ?Por qu¨¦ a usted no le dan el Nobel?
R. Eso preg¨²nteselo a los acad¨¦micos suecos, no a m¨ª [risas].
P. ?Es muy mani¨¢tico?
R. S¨ª. Por ejemplo, detesto a las personas que comen fruta delante de m¨ª. Sobre todo si tiene pepitas. De ni?o me llevaba a pelearme con mis amigos y con mis enamoradas.
P. Usted ligaba, y todo terminaba a la altura, por ejemplo, del pl¨¢tano.
R. Bueno, es que termin¨®. Recuerdo una chica muy bonita, apellidada Mari¨¢tegui, a la que vi comer una naranja, y busqu¨¦ un pretexto para pelear con ella. Soy un personaje para el doctor Freud.
P. Y eso que Freud no conoc¨ªa lo suyo con los hipop¨®tamos.
R. Es mi animal tot¨¦mico, y el animal al que m¨¢s le gusta hacer el amor.
P. ?Se siente muy identificado?
R. Hombre, a m¨ª me gustan otras cosas tambi¨¦n.
P. ?Puede pasarle algo peor que perder su pluma?
R. Lo peor que podr¨ªa pasarme es quedarme ciego. No poder leer y no poder escribir para m¨ª es realmente la idea del infierno.
P. ?Qu¨¦ es lo que menos perdona?
R. Una traici¨®n, una deslealtad. Son quiz¨¢ las heridas que me demoran m¨¢s en cicatrizar.
P. ?Tiene utop¨ªas personales?
R. Me gustar¨ªa mantener por muchos a?os la lucidez, el entusiasmo por mi trabajo y por la vida. Y no pasar por la degradaci¨®n de la decadencia que, en muchos casos, es la vejez.
P. ?Cu¨¢les son sus tab¨²es?
R. Me quedan muchos. Pero no... Es un tema...
P. ?Tab¨²?
R. ...Que me parece tab¨² [risas].
P. ?Espera llegar al para¨ªso?
R. No. Soy tremendamente esc¨¦ptico sobre la existencia de una vida ultraterrena.
P. ?Y a alg¨²n para¨ªso m¨¢s cerquita?
R. Yo creo que uno no llega al para¨ªso, pero que su b¨²squeda es lo que acerca m¨¢s al ser humano a la felicidad.
![Mario Vargas Llosa, ense?ando las plumas el pasado martes en su casa de Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/TYHVKKDH263VPL5JQSJUJGN2UU.jpg?auth=f6d187b5f878f7c2b70abd262949ebe41472838e88b5e76856ca04031183e2fb&width=414)
PERFIL
Con 66 a?os y tres hijos, saca a la calle su nueva novela, "El para¨ªso en la otra esquina". Tiene pavor al avi¨®n, cree que en nuestra sociedad hay poco erotismo y diceque nunca ir¨ªa al psicoanalista -"mis demonioslos saco yo cuando escribo"-, a pesar de tener en casa una colecci¨®n de m¨¢s de cien hipop¨®tamos.
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