Una civilizaci¨®n borrada de golpe
Granada conmemora el 501? aniversario de la quema de decenas de miles de libros escritos en ¨¢rabe
Granada no sabe muchas cosas de s¨ª misma por una sencilla raz¨®n: le quemaron su memoria. Ocurri¨® el 23 de febrero de 1502 en una de sus plazas m¨¢s emblem¨¢ticas: la de Bib-Rambla. Los Reyes Cat¨®licos dieron la orden: todos los libros religiosos musulmanes deb¨ªan ser quemados. Como los soldados encargados de llevar a cabo la quema no sab¨ªan ¨¢rabe, decidieron quemar todos los libros escritos en ese idioma. Borraron de golpe los ¨²ltimos restos de una civilizaci¨®n. Ayer, los granadinos se reunieron en la misma plaza no para quemar libros, sino para leerlos.
"Unos historiadores hablan de 5.000 libros y otros hasta de dos millones", dice Ibrahim L¨®pez, uno de los organizadores del acto Arde la memoria: libros para la tolerancia, y cofundador del Consejo Isl¨¢mico. "Se calcula que fueron much¨ªsimos, porque en la ciudad hab¨ªa 50.000 musulmanes que le¨ªan y escrib¨ªan, y porque a¨²n exist¨ªan las madrasas y las bibliotecas". La cifra m¨¢s aproximada ronda entre los 100.000 y 200.000 libros, seg¨²n documentos del siglo XVI.
Tan s¨®lo ocho a?os tardaron los Reyes Cat¨®licos en romper su palabra sellada en las Capitulaciones de respetar las costumbres y religi¨®n de los granadinos. De la mano del cardenal Cisneros continuaron con una campa?a de conversi¨®n y represi¨®n que hab¨ªa comenzado con la expulsi¨®n de los jud¨ªos en 1492 y que puso fin a la convivencia pac¨ªfica de las tres religiones.
La orden no era s¨®lo quemar ejemplares del Cor¨¢n o estudios religiosos. "Traygan ante vos todos los libros que en vuestra jurisdic?i¨®n estuvieren syn que ninguno quede del alcorran ni de la seta mahometica, e los fagays quemar publicamente", rezaba un decreto del 12 de octubre de 1501, "y aquel que toviere libro y lo encubriere muera por ello e pierda todos sus bienes". Es decir: pena de muerte por ocultar un Cor¨¢n.
La quema de Bib-Rambla fue todo un desastre cultural para la Historia, seg¨²n explica Ibrahim L¨®pez. "Es dif¨ªcil conocer la Historia cuando la memoria ha sido completamente destruida", dice. "Hay siglos de oscuridad total porque aquellos libros fueron quemados". Tan s¨®lo unas decenas de libros se salvaron y se encuentran hoy en Alcal¨¢ de Henares.
Poes¨ªa, filosof¨ªa, literatura, tratados musicales, traducciones de los cl¨¢sicos...todo aquello se perdi¨® para siempre en una plaza que ayer, 501 a?os despu¨¦s, se convert¨ªa en un foco literario. El acto, organizado por la concejal¨ªa de Educaci¨®n del Ayuntamiento de Granada y apoyado por Izquierda Unida, consisti¨® en levantar unas carpas y en prestar decenas de libros a la gente que llegaba hasta el lugar para que se sentase y leyese un rato. Decenas de cuentos para ni?os, libros sobre Andaluc¨ªa, sobre el arte ¨¢rabe... Tambi¨¦n un libro en el que los ciudadanos pod¨ªan escribir sus opiniones. Hubo de todo, pero, especialmente, frases contra la guerra en Irak.
"En Granada se celebran muchas cosas, como el d¨ªa de la Toma, o el aniversario del Ayuntamiento o de la Universidad, como si antes de los Reyes Cat¨®licos no hubiese existido nada", comenta L¨®pez. "Creo que este acto era necesario para concienciar a la gente sobre el pasado de la ciudad". "Es importante que se conozca la Historia para que algunas cosas no vuelvan a repetirse", a?ade, "aunque estamos viendo hoy cosas similares a las que hizo Cisneros".
"Con el cardenal Cisneros ya tuvimos suficiente"
Aunque el acto no hab¨ªa tenido mucha publicidad durante los d¨ªas anteriores, la Plaza Bib-Rambla se fue llenando ayer de p¨²blico conforme pasaban las horas y el d¨ªa se hac¨ªa m¨¢s soleado. Decenas de ni?os se entreten¨ªan leyendo cuentos, o dibujando con colores, mientras sus padres se acercaban hasta un libro blanco para escribir en ¨¦l sus reflexiones sobre la quema de libros manuscritos de 1502.
"La iniciativa me parece muy buena", se?alaba M¨¢ximo Daza, un jubilado de 77 a?os, hijo de un alcalde republicano del pueblo granadino de Hu¨¦tor T¨¢jar que no tuvo la oportunidad, a causa de la Guerra Civil y el franquismo, de poder ir a la Universidad. "Estas cosas deben ser continuamente recordadas para que no se repitan. Con el cardenal Cisneros ya tuvimos suficiente".
Daza estaba echando una ojeada a un libro sobre la nueva arquitectura en Andaluc¨ªa y detectando algunas erratas en las fotograf¨ªas. "Yo creo que la historia de Granada los granadinos no la conocemos muy bien porque siempre se ha contado la versi¨®n de los vencedores".
"Hace unos d¨ªas discut¨ªa con un catedr¨¢tico de Historia", explicaba, "y ¨¦l apelaba a su condici¨®n de catedr¨¢tico. Yo le dije que tambi¨¦n soy catedr¨¢tico, no por estudios, sino por lo que he vivido. Soy catedr¨¢tico de la vida".
Daza, con el coraz¨®n todav¨ªa republicano, comparaba al cardenal Cisneros con Franco, y del dictador no ten¨ªa una buena opini¨®n: "Franco es el criminal m¨¢s grande de la Historia contempor¨¢nea", sentenci¨®. Despu¨¦s cerr¨® el libro que estaba leyendo, se levant¨® de su asiento y sigui¨® paseando por la plaza.
La gente, mientras tanto, granadinos de todas las edades y estilos, no dejaba de escribir en el libro blanco: "Es necesario que vuelva la tolerancia en estos tiempos", escribi¨® una mujer. "Que ahora no se repita en Irak lo que pas¨® en Granada", hizo constar alguien.
El caso es que los granadinos son capaces de festejar el D¨ªa de la Toma de la ciudad y, al mismo tiempo, ser conscientes de todas las cosas negativas que aquella fecha supuso. Muchos tildaban de horror y verg¨¹enza la violaci¨®n de todo un pueblo por orden de los Reyes Cat¨®licos y, lo m¨¢s llamativo, que todos aplicaban la lecci¨®n del pasado a lo que sucede en el presente. De la quema de libros de 1501 pasaban a la amenaza de guerra en Irak. Eso demuestra que conocer la Historia ayuda en algo.
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