Un escuadr¨®n de F-18 y un batall¨®n de Infanter¨ªa, entre las opciones militares

Junto al env¨ªo del Pr¨ªncipe de Asturias, los planes del Ministerio de Defensa incluyen otras alternativas de contribuci¨®n militar espa?ola que, sin embargo, presentan m¨¢s complicaciones. Una de las opciones es el despliegue de un escuadr¨®n de cazabombarderos F-18, similar al que estuvo destacado en la base italiana de Aviano hasta el a?o pasado, en apoyo a las tropas aliadas en los Balcanes. En este caso, el destacamento deber¨ªa ser superior, de hasta doce cazas, dada la mayor distancia y dificultad de apoyo log¨ªstico, y estar¨ªa previsiblemente reforzado con uno o dos H¨¦rcules KC-130 de aprovisionamiento en vuelo, un grupo de protecci¨®n de la Escuadrilla de Zapadores Paracaidistas, una unidad m¨¦dica, un equipo de control a¨¦reo y helic¨®pteros del Servicio A¨¦reo de Rescate (SAR).

El problema radica en d¨®nde ubicarlo. Lo ideal para el Gobierno espa?ol ser¨ªa poder hacerlo en una base turca, tanto por razones t¨¦cnicas -Incirlik cuenta con toda la infraestructura necesaria- como pol¨ªticas: los F-18 espa?oles no acudir¨ªan a atacar Irak sino a defender a un aliado de la OTAN. Sin embargo, es previsible que las bases turcas est¨¦n saturadas con los aviones de EE UU y no quede un hueco para los espa?oles. Fuera de Turqu¨ªa, una de las pocas alternativas es el Emirato de Qatar, donde EE UU ha desplegado sus aviones furtivos F-117, pero la distancia desde suelo espa?ol es muy superior.

Por parte del Ej¨¦rcito de Tierra, se baraja el env¨ªo de un batall¨®n de la Fuerza de Acci¨®n R¨¢pida, probablemente de la Legi¨®n, en misi¨®n de control operativo del territorio. Su objetivo ser¨ªa garantizar la seguridad de zonas de retaguardia dentro del propio territorio de Irak. El despliegue s¨®lo ser¨ªa posible una vez iniciado el conflicto y con la voluntad de permanecer all¨ª en la inmediata posguerra.