La Hemeroteca Municipal sale del pasado
El Ayuntamiento de Madrid moderniza su archivo y digitaliza sus fondos para que puedan ser consultados por Internet
Desde 1916, millones de personas se han acercado a la Hemeroteca Municipal para curiosear, indagar, consultar, manosear y estornudar bajo el polvo de los raros y valiosos ejemplares de peri¨®dicos y revistas que atesora. Ahora, el Ayuntamiento de Madrid est¨¢ empezando a digitalizar los fondos documentales de la hemeroteca para que, dentro de poco, los que prefieran dejar definitivamente de lado los tiempos del flexo sobre la mesa de consulta puedan acceder al archivo de esta instituci¨®n a trav¨¦s de Internet.
"Estamos empezando a digitalizar las colecciones m¨¢s consultadas, como, por ejemplo, La Ilustraci¨®n Espa?ola y Sudamericana, una publicaci¨®n que se edit¨® de 1860 a 1921 y que nos la pide mucha gente. As¨ª, en un futuro la gente podr¨¢ descargarse la imagen desde casa", explica Carlos Dorado, director de la Hemeroteca desde hace 20 a?os.
El trabajo de digitalizaci¨®n acaba de comenzar, pero los responsables de este archivo esperan que no se tarde mucho en poder acceder a los fondos a trav¨¦s de Internet. "Adem¨¢s, queremos que cualquiera pueda teclear en el ordenador el nombre o la fecha del ejemplar que busca y pueda saber al instante si lo tenemos aqu¨ª o no", a?ade Dorado.
De momento, lo que s¨ª que pueden hacer los usuarios es solicitar la copia del documento a trav¨¦s del correo electr¨®nico (infohemeroteca@munimadrid.es). La Hemeeroteca manda el fondo deseado a casa en papel (cuesta 0,15 euros) o en microfilme (0,9 euros).
El acceso a la Hemeroteca municipal -que abre ininterrumpidamente de 9.00 a 21.00- es libre, pero los menores de 18 a?os tienen que acceder en grupo acompa?ados por un profesor. Adem¨¢s, para los grupos de estudiantes el centro pone a su disposici¨®n un orientador para que les ayude en su b¨²squeda.
Adem¨¢s de los adolescentes que tienen que realizar alg¨²n trabajo para clase, abundan los estudiantes de la carrera de Periodismo en busca de alg¨²n ejemplar imposible, los investigadores de la historia de Espa?a y tambi¨¦n mucho curioso en busca de alguna rareza. Hay muchos buscadores de la esquela publicada de alg¨²n familiar y tambi¨¦n los que fueron famosos por un d¨ªa al aparecer su nombre o su rostro en papel impreso.
"Una vez vino una se?ora que sali¨® de peque?a en la portada del Blanco y Negro y quer¨ªa una copia para guardarla. Estas cosas se suelen encontrar, aunque normalmente la gente viene con los datos equivocados, y es que la memoria falla...", explica el director de la Hemeroteca. Y es que este lugar contiene uno de los fondos documentales m¨¢s importantes de Espa?a entre los que destaca, por ejemplo, la colecci¨®n del peri¨®dico La Correspondencia de Espa?a, uno de los m¨¢s populares de la ¨¦poca de la Restauraci¨®n, o la de todos los peri¨®dicos y folletos publicados en la Guerra Civil.
"Durante la guerra, la Hemeroteca se desdobl¨® en dos sedes, Madrid y Salamanca, y se dio orden de guardar absolutamente todo lo publicado en ambos bandos, sin censuras", explica Dorado.
Tambi¨¦n hay curiosidades, como el Journal de San Petersburgo, un peri¨®dico ruso anterior a la revoluci¨®n de 1917; el primer n¨²mero de TBO o publicaciones mucho m¨¢s modernas, como una revista actual escrita en ingl¨¦s y dedicada al glamour del barrio de Chueca. "La prensa no tiene el valor documental que se merece, se piensa que es un documento ef¨ªmero y que el peri¨®dico del d¨ªa anterior ya es viejo. Pero en realidad los peri¨®dicos son una fuente documental importante para cualquier estudio, desde la historia, la medicina, el cine o la pol¨ªtica", reflexiona Dorado.
La publicaci¨®n m¨¢s antigua
El ejemplar m¨¢s antiguo que conserva es un incunable del siglo XVI, y, ya hablando de prensa peri¨®dica, ejemplares de la publicaci¨®n Las Gacetas. Tambi¨¦n hay sumarios de noticias de finales del siglo XVI; el Diario Noticioso, un diario publicado desde1745 hasta el siglo XIX; publicaciones cient¨ªficas de las universidades, de colegios, de asociaciones de comerciantes, de vecinos... Hay una colecci¨®n de crucigramas de Oc¨®n de Oro o la colecci¨®n entera de la Gu¨ªa del Ocio que EL PA?S public¨® a principios de los a?os noventa.
Adem¨¢s de la sala de consulta, la Hemeroteca tiene otra de lectura de la prensa del d¨ªa. Los trabajadores del centro tambi¨¦n desempe?an otra labor: la edici¨®n de libros basados en los fondos que contiene. La Hemeroteca ha publicado, por ejemplo, Bodas reales en Madrid, Vel¨¢zquez en la prensa espa?ola del siglo XIX o revistas de cine, ejemplares que se pueden encontrar en la propia librer¨ªa del centro cultural Conde Duque.
La Hemeroteca recibe al a?o un total de 2.000 t¨ªtulos de publicaciones y tiene guardados m¨¢s de 200.000 vol¨²menes. En su archivo, conservaci¨®n y manipulaci¨®n trabajan s¨®lo un peque?o grupo de 40 personas. Desde 1983, la Heremoteca tiene su sede en el Conde Duque, donde forma un complejo cultural junto a la Biblioteca Hist¨®rica, el Archivo de la Villa, la Videoteca, la Imprenta Artesanal y la Biblioteca Musical.
El sue?o ingenuo de dos periodistas
La historia de la Hemeroteca Municipal est¨¢ unida al sue?o ingenuo de dos periodistas, Ricardo Fuente y Antonio Asenjo, que un d¨ªa emprendieron la heroica tarea de reunir en un mismo lugar todos los peri¨®dicos y todos los ejemplares de todas las ¨¦pocas que se publicasen en el mundo. En su empe?o, estuvieron ayudados por Francisco Ruano, secretario del Ayuntamiento. En 1916 se fund¨® la Hemeroteca Municipal y dos a?os despu¨¦s se abri¨® al p¨²blico en una peque?a sala en un inmueble de la plaza Mayor. Pero el lugar qued¨® peque?o para tanta concentraci¨®n de papel y los fondos se trasladaron en 1922 a la plaza de la Villa.
Ruano y Asenjo viajaron mucho por Europa para recopilar distintos ejemplares. Pero su sue?o se qued¨® a medio cumplir en 1967, cuando los responsables de la hemeroteca se dieron cuenta de que no pod¨ªan albergar los ejemplares de todo el mundo y tuvieron que reducir el ¨¢mbito a s¨®lo las publicaciones editadas en Madrid.
El acceso a los fondos siempre ha sido libre, salvo en un corto periodo despu¨¦s de la guerra civil cuando los responsables del centro ped¨ªan los datos de las personas que quer¨ªan leer prensa socialista o comunista.
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