La ONU cifra en s¨®lo un 1% el dinero de la droga que se llevan los agricultores
Naciones Unidas critica a Espa?a por excederse en el cultivo de opio para uso m¨¦dico
S¨®lo el 1% de las ganancias del negocio de drogas se lo llevan los agricultores que se dedican a cultivos clandestinos. Un aumento del 2% en la ayuda mundial al desarrollo bastar¨ªa para compensar el d¨¦ficit de estos campesinos si prefirieran dedicarse a productos agr¨ªcolas legales. Con estos datos, la Junta Internacional de Fiscalizaci¨®n de Estupefacientes (JIFE), dependiente de la ONU, echa por tierra en el informe anual de 2002 presentado ayer en Viena, el mito del narcotr¨¢fico como instrumento de prosperidad para los pa¨ªses en desarrollo.
En 2001, el dinero cobrado por los cultivadores de amapola y de coca, fue de 1.000 millones de euros, lo que equivale al 1,3% del total de ingresos agr¨ªcolas de los pa¨ªses productores de estas drogas. Esta suma supone un 2% de la asistencia mundial para el desarrollo.
En el mismo per¨ªodo, Estados Unidos gast¨® 33.000 millones de d¨®lares (30.561 millones de euros) para la fiscalizaci¨®n de drogas, es decir 30 veces m¨¢s de lo que ganaron los agricultores con sus cultivos clandestinos. Si a esto se suma el desembolso de los consumidores de drogas, resulta que Europa y Estados Unidos pagaron en total 44.452 millones de euros por coca¨ªna y 29.635 millones por hero¨ªna. S¨®lo el 1,3% de este dinero acab¨® en manos de los cultivadores.
"A corto plazo puede aportar ganancias, pero a largo plazo la producci¨®n de narc¨®ticos ilegales no es nada rentable para los pa¨ªses en desarrollo, dado que distorsiona el mercado, desestabiliza al Estado y la econom¨ªa, y lleva a conflictos militares y sociales", coment¨® Herbert Schaepe, miembro directivo de la JIFE, organismo de la ONU que controla la aplicaci¨®n de las convenciones sobre drogas legales e ilegales.
Como ejemplo de esta degradaci¨®n, el informe cita los casos de Colombia, y especialmente el de Afganist¨¢n, donde los campos de adormidera se han extendido enormemente desde la ca¨ªda del r¨¦gimen talib¨¢n. La ONU solicita a los pa¨ªses europeos "que sigan apoyando la acci¨®n que han emprendido las autoridades de Afganist¨¢n para resolver el problema".
Seg¨²n Schaepe, la ayuda deber¨ªa dirigirse al restablecimiento de instituciones estatales afganas, ya que en estos momentos las luchas entre los clanes y la falta de seguridad es tal, que "no tendr¨ªa sentido gastar en programas de sustituci¨®n de cultivos".
La JIFE tambi¨¦n vigila el mercado legal de drogas. En el informe se pide a Espa?a, al igual que a Australia, "que en el futuro ajuste su producci¨®n de materias primas de opi¨¢ceos a las necesidades reales". Los mayores productores legales de opio son Australia, India, Francia, Espa?a y Turqu¨ªa. Espa?a, que cultiva aproximadamente una s¨¦ptima parte del opio mundial autorizado para uso m¨¦dico, excedi¨® sus cultivos en casi una tercera parte . El Gobierno espa?ol hab¨ªa anunciado que sus plantaciones de amapola se limitar¨ªan a seis mil hect¨¢reas en el a?o 2002, pero luego resultaron ser 7.912 hect¨¢reas. Pudo tratarse de "un error" de la administraci¨®n espa?ola, pero de todas formas fue "una sobreproducci¨®n considerable", coment¨® con preocupaci¨®n Margareta Ehrenfeldner. Esta experta de la JIFE explic¨® que una sobreproducci¨®n en el mercado mundial de opi¨¢ceos legales puede contribuir a un desv¨ªo de las substancias almacenadas hacia canales clandestinos. Los productores de morfina se comprometen, seg¨²n la Convenci¨®n de 1961, a entregar sus previsiones a la JIFE, quien se encarga de velar por el equilibrio entre la oferta y la demanda.
Aunque parezca contradictorio, a pesar del exceso de oferta y de que el consumo total de morfina se duplic¨® en los ¨²ltimos 20 a?os, la Junta lamenta que "en la mayor¨ªa de los pa¨ªses en desarrollo sigue siendo ¨ªnfima la utilizaci¨®n de estupefacientes para tratar el dolor".
Ehrenfeldner indic¨® que el problema no es s¨®lo econ¨®mico, sino tambi¨¦n de falta de conocimiento. Porque todav¨ªa impera el prejuicio contra este tipo de analg¨¦sico que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) califica como "el mejor" de todos.
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