El respeto al hueco de las Torres Gemelas fue crucial para elegir el dise?o de Libeskind
El proyecto, con un coste de 330 millones de d¨®lares, ser¨¢ la estructura m¨¢s alta del mundo
El emotivo proyecto de Daniel Libeskind, un jud¨ªo polaco nacionalizado estadounidense, fue elegido ayer oficialmente para llenar el imposible vac¨ªo dejado por la destrucci¨®n de las Torres Gemelas. Daniel Libeskind devolver¨¢ la singularidad al perfil de la ciudad de Nueva York con un conjunto arquitect¨®nico rematado con una espada?a que se elevar¨¢ hasta los 541 metros de altura y ser¨¢ la estructura m¨¢s alta del mundo. La espada?a acoger¨¢ unos jardines, "porque reafirman la vida", dijo el arquitecto, cuya idea de dejar al descubierto los muros de contenci¨®n de las desaparecidas torres fue crucial para ganarse el favor de los neoyorquinos.
El medio kil¨®metro largo de aguja que rematar¨¢ un edificio de 70 plantas dar¨¢ personalidad ¨²nica al proyecto, y las torres vecinas volver¨¢n a revitalizar econ¨®micamente el extremo sur de Manhattan, pero fue la decisi¨®n de dejar libre el descomunal hueco del que se extrajeron los cuerpos de las 2.800 v¨ªctimas del 11 de septiembre de 2001 lo que hizo vibrar la emoci¨®n de los neoyorquinos. El gobernador, George Pataki, dijo ayer que el proyecto de Libeskind es en realidad "una emotiva protecci¨®n de la propia zona cero".
Robert Ivy, director de la revista Architectural Record, subray¨® que "la autenticidad de este fragmento de historia es lo que emocion¨® a la gente. Se puede comparar con el Muro de las Lamentaciones. Se puede ver. Se puede tocar".
La idea original de Libeskind era dejar vac¨ªa toda la piscina, con 21,3 metros de profundidad, sobre la que se elevaban las Torres Gemelas hasta los 411 metros, pero tuvo que acomodar el plan a la necesidad de crear un aparcamiento y una estaci¨®n subterr¨¢neas, concesi¨®n menor pero no desde?able en una ciudad necesitada de ahorrar recursos y de infraestructura de transporte. De hecho, otro de los factores decisivos para elegir su proyecto sobre el del equipo encabezado por el argentino Rafael Vi?oly fue su menor coste te¨®rico, evaluado en unos 330 millones de d¨®lares, frente a los 800 del rival.
Libeskind aludi¨® ayer a los costes de la negociaci¨®n y de la necesidad de ceder sin hacerlo en la integridad moral del proyecto. Una precisi¨®n pertinente porque aunque Michael Bloomberg, el alcalde la ciudad, estaba satisfecho con "un plan que devuelve a Nueva York al lugar que le corresponde en el mundo", no hay garant¨ªas de que el resultado final, para el que no hay fecha fijada, sea exactamente como la idea aprobada. Queda determinar la financiaci¨®n del proyecto, en la que intervendr¨¢n poderes p¨²blicos e iniciativa privada, a la que corresponder¨¢ la construcci¨®n de las torres aleda?as. Algunos promotores ya han manifestado sus discrepancias con la p¨¦rdida de espacio para oficinas, que en el nuevo plan queda reducido al 70% del volumen original. Grupos ciudadanos temen futuros retoques en el proyecto.
Aprobado el plan general, ahora queda por convocar el concurso para dar forma al memorial en que se ha de convertir el hueco delimitado por los muros de contenci¨®n de las Torres Gemelas, que las autoridades quisieran tener aprobado para el pr¨®ximo 11 de septiembre, segundo aniversario de los atentados.
Babelia
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