Nuevas perspectivas sobre infraestructuras
Poco a poco, como sucede con los cambios de perspectivas, hemos comenzado a pasar de la pregunta ?qu¨¦ infraestructuras necesita Catalu?a?, que cada vez se queda m¨¢s estrecha, hacia otra cuesti¨®n que ha ganado relevancia: ?qu¨¦ infraestructuras son necesarias para integrar la eurorregi¨®n mediterr¨¢nea en la que se enmarca Catalu?a? Este cambio de enfoque se hab¨ªa hecho ya urgente porque s¨®lo el aumento de dimensi¨®n poblacional, econ¨®mica y social que supone la perspectiva de la eurorregi¨®n permite, precisamente, dar una respuesta satisfactoria y viable a las propias necesidades de Catalu?a.
Esta eurorregi¨®n se caracteriza por la existencia de un n¨²cleo estructurante, formado por los territorios de la antigua Corona de Arag¨®n, y unas ¨¢reas de extensi¨®n inmediata hacia el sur de Francia, en el eje Montpellier-Toulouse, y hacia el sureste de la Pen¨ªnsula. El peso econ¨®mico del n¨²cleo estructurante formado por Arag¨®n, Baleares, Catalu?a y el Pa¨ªs Valenciano ha sido estudiado por las cajas de ahorros de los cuatro territorios: sabemos que en esta ¨¢rea se produce un tercio de la riqueza espa?ola y se concentra un porcentaje a¨²n mayor de las exportaciones espa?olas. Adem¨¢s, las relaciones econ¨®micas dentro del ¨¢rea son muy intensas. Por otra parte, las interrelaciones del ¨¢rea central de la eurorregi¨®n con el sur de Francia y con el sureste espa?ol, aunque m¨¢s modestas, son significativas y tienen un gran potencial de crecimiento.
Hay que poner m¨¢s ¨¦nfasis en las conexiones transversales y en la idea de red en malla
Miradas as¨ª las cosas, las infraestructuras necesarias para la vertebraci¨®n interna de la eurorregi¨®n y para su articulaci¨®n con el resto del mundo exigen un modelo de dise?o y gesti¨®n que se aleje de la estricta radialidad que ahora impera en la pol¨ªtica espa?ola. Hay que poner m¨¢s ¨¦nfasis en las conexiones transversales y en la idea de red en malla. Esta perspectiva es aplicable directamente a algunas cuestiones de gran actualidad en el debate catal¨¢n sobre infraestructuras. Por ejemplo, a los aeropuertos.
Mucho se ha discutido ya, aunque poco se ha avanzado a¨²n, sobre la necesidad de que Catalu?a alcance un nivel de instalaciones aeroportuarias que permita disponer de un nudo de conexiones internacionales de larga distancia. Realmente, nuestra dimensi¨®n estricta, nuestros seis millones y pico de habitantes, constituyen un mercado algo estrecho para esta aspiraci¨®n. Sin embargo, un ¨¢rea econ¨®mica funcional como la eurorregi¨®n, con m¨¢s de 15 millones de habitantes, ofrece muchas m¨¢s oportunidades para conseguir este objetivo. Tiene sentido, adem¨¢s, porque todos podemos salir ganando con cambios de este tipo.
La mejora que supone para Catalu?a disponer de un gran aeropuerto internacional es obvia. Adem¨¢s, tambi¨¦n mejoran el resto de territorios de la eurorregi¨®n. Ahora, para viajes a¨¦reos a muy larga distancia desde Zaragoza o desde Valencia las opciones son muy limitadas: ir a Madrid a tomar el vuelo directo. Algo muy similar sucede con Toulouse y Montpellier en Francia, con paso obligado por Par¨ªs. La existencia de oferta a¨¦rea intercontinental en Barcelona proporcionar¨ªa a los viajeros de todas esas ciudades m¨¢s frecuencia de vuelos y m¨¢s posibilidades de opci¨®n. En suma, menores tiempos de viaje y, probablemente, mejores precios. Claro que esto exige, a su vez, una perspectiva de eurorregi¨®n para analizar los problemas de conectividad interna relacionados con otras infraestructuras como las ferroviarias y la red de carreteras. Como sucede a menudo, el sector privado se ajusta a este tipo de cambios con suma rapidez. Ah¨ª est¨¢, por ejemplo, la reciente fusi¨®n entre ACESA y Aurea formando Abertis, empresa queahora gestiona, entre otras, las autopistas de peaje en todo el tri¨¢ngulo delimitado por la frontera francesa, Zaragoza y Alicante.
El cambio de perspectivas sobre las infraestructuras exige tambi¨¦n un cambio de m¨¦todo de relaci¨®n entre Catalu?a y Espa?a. La relaci¨®n estrictamente bilateral entre ambos gobiernos ha mostrado ya sus grandes insuficiencias al depender de las circunstancias coyunturales de potencia pol¨ªtica de una y otra parte, que en momentos como los actuales son muy desfavorables para Catalu?a. Es necesario trascender el estrecho marco de la estricta relaci¨®n bilateral para poner mayor ¨¦nfasis en la idea de relaciones multilaterales y de cooperaci¨®n con los territorios que comparten nuestros problemas y necesidades. Se trata aqu¨ª de pasar desde la pregunta ?qu¨¦ se plantea desde Catalu?a para Catalu?a? hacia la cuesti¨®n ?qu¨¦ se propone desde Catalu?a y otros territorios para resolver los problemas y necesidades que compartimos?
Volvamos al asunto de los aeropuertos. Hemos alcanzado un gran consenso en Catalu?a sobre la necesidad de cambiar la forma en que se gestionan los aeropuertos espa?oles para conseguir que la periferia peninsular pueda aprovechar sus potencialidades. Pero una reforma planteada s¨®lo desde Catalu?a y s¨®lo para Catalu?a tiene mucha menos fuerza y es menos viable que una propuesta compartida y coprotagonizada con el resto de los territorios perif¨¦ricos que pueden percibir una mejora propia con la reforma. Sin duda, este cambio de m¨¦todo en la pol¨ªtica catalana es dif¨ªcil despu¨¦s de muchos a?os de relaci¨®n bilateral y negociaci¨®n tacticista y coyuntural. Pero el cambio de modelo de relaci¨®n pol¨ªtica es inevitable, como lo ha sido el cambio de perspectiva en algunas cuestiones, como la de las infraestructuras, b¨¢sicas para Catalu?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.