"Nuestra generaci¨®n ha recuperado al director humanista"
Es inquieto como una anguila. Josep Pons (Puig-Reig, Barcelona, 1957) se mueve del sill¨®n al piano, del piano al peri¨®dico, del que arranca p¨¢ginas a discreci¨®n, y luego, de la papelera a la partitura del R¨¦quiem de Gyorgy Ligeti, que guarda y acaricia como un tesoro y en la que se?ala los grandes hallazgos, las aportaciones todav¨ªa por descubrir del m¨²sico polaco de 80 a?os a la posteridad. El m¨²sico catal¨¢n dirige este fin de semana esa obra monumental en el Auditorio Nacional de Madrid -"creo que por primera vez en Espa?a", apunta-, donde pone a punto a la Orquesta Nacional de Espa?a, de la que es bastante probable que le nombren responsable titular en los pr¨®ximos meses. "No s¨¦, no s¨¦. Nadie me ha llamado y prefiero no hacer planes hasta que no haya cosas concretas. Pare empezar, me tendr¨¢n que explicar los cambios que est¨¢n haciendo y luego veremos".
"Ligeti ha creado un sonido propio con efectos que dejan al p¨²blico at¨®nito"
El caso es que no quiere hacer m¨²sica ficci¨®n, prefiere hacer periodismo ficci¨®n. "Habr¨ªa que imaginar c¨®mo van a ser las portadas de los pr¨®ximos 20 d¨ªas, a ver qu¨¦ pasa con este desastre de la guerra", dice, estrujando la primera p¨¢gina de EL PA?S, con rabia, preocupado. ?l se compromete. Se ha puesto el letrero de "No a la guerra" junto a todos los m¨²sicos de la Orquesta Sinf¨®nica Ciudad de Granada, de la que es titular desde hace 10 a?os, y con los de la Orquesta Nacional tambi¨¦n, el d¨ªa de la manifestaci¨®n global que tuvo lugar hace dos semanas. "?Es que no hay ning¨²n pol¨ªtico que nos pueda decir la verdad? ?No hay nadie osado que nos descubra las mentiras? Aunque vaya por delante, ?Ol¨¦ Chirac!", asegura.
Con respecto al asunto de la ONE, no quiere comprometerse tanto. ?Qu¨¦ har¨ªa usted si le nombraran? "Puedo decir lo que he hecho en otros sitios, como en Granada, por ejemplo. Pero aqu¨ª, es que no quiero pensar cosas que no son todav¨ªa, y adem¨¢s, hablar de ello me parece una ofensa para mi gente en Granada. Y luego, cada lugar tiene unas necesidades distintas. En Andaluc¨ªa hemos construido mucho, hemos tenido una relaci¨®n musical intensa y somos la principal actividad con 20 programas distintos al a?o".
Adem¨¢s, lo han hecho con variedad de estilos. "En oto?o hacemos ciclos barrocos, tambi¨¦n monogr¨¢ficos de compositores, cosas de fusi¨®n con el flamenco y m¨²sicas africanas". O tambi¨¦n proyectos raros y escenarios peculiares: "Hemos llevado la m¨²sica a los barrios m¨¢s marginales de la ciudad o hemos hecho programas con m¨²sicos de rock, como Frank Zappa".
Total, que Pons se aleja, huye, se pone a cubierto del estereotipo del director tradicional. Ni siquiera quiere que conste como oficio en su carn¨¦. "En mi DNI pone: de profesi¨®n, m¨²sico", declara, como una cosa personal. A continuaci¨®n, destila su devocionario: "Me interesan los puntos de encuentro, el mestizaje. No creo en esos directores que hablan de su quinta, de su novena", comenta socarr¨®n y engolando la voz, como el mayor de los pretenciosos. Le sale as¨ª la vena c¨®mica que mam¨® en el Teatre Lliure de Barcelona, donde fue director musical y donde sigue colaborando estrechamente todav¨ªa.
Reivindica la nueva visi¨®n de los m¨²sicos de su generaci¨®n, los cuarentones como Simon Rattle, Riccardo Chailly, Esa Pekka Salonen o, en Espa?a, V¨ªctor Pablo P¨¦rez, que han roto muchas barreras y han resucitado muchas esencias. "Creo que hemos recuperado al director humanista, estamos comprometidos con el mundo actual, con los mensajes y la m¨²sica contempor¨¢nea. Hemos huido del efecto Karajan, que fue el introductor del repertorio y esas cosas de las versiones", afirma.
Implicaci¨®n, compromiso, como el suyo con Ligeti, del que habla con verdadera admiraci¨®n: "Creo que Ligeti ha creado un sonido propio, realmente. No muchos lo han hecho. Beethoven, s¨ª; Wagner, tambi¨¦n, y Debussy. Bueno, pues Ligeti lo consigue y lo hace con la tradici¨®n, con las fuentes de la m¨²sica coral medieval, consigue lo que yo llamo la micropolifon¨ªa y tambi¨¦n dobles fugas. Busca desde el silencio. Aumenta los tonos, casi de forma imperceptible, y crea un clima que deja at¨®nito al p¨²blico", comenta Pons.
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