El general y los ni?os

Muchas familias acudimos ilusionadas a la Brigada Paracaidista BRIPAC de Alcal¨¢ de Henares a la celebraci¨®n del 49 aniversario de su fundaci¨®n, y digo ilusionadas porque no son muchas las ocasiones que se presentan a lo largo del a?o de compartir toda la familia una jornada en el lugar de trabajo.

Cuando finaliz¨® el acto militar y nos dirig¨ªamos a los distintos comedores habilitados para lo que se denomina "vino espa?ol", empezaron a correr rumores de que a los ni?os no les estaba permitida la entrada.

Ante la extra?eza de muchas personas alguien coment¨® que en la "orden" se dejaba claro que los ni?os de 4 a 14 a?os deber¨ªan permanecer en la "guarder¨ªa".

Cu¨¢l fue nuestra sorpesa, al llegar a la puerta del comedor y encontrarnos con la noticia de que no pod¨ªa pasar ning¨²n ni?o, de ninguna edad.

Por supuesto ning¨²n padre estaba dispuesto a dejar a sus hijos en la citada "guarder¨ªa": primero, porque nadie deja a sus hijos -y menos si son de corta edad- en manos de desconocidos y, segundo, porque todos acudimos a esta festividad con la idea de compartirla y disfrutarla en familia; ya son muchos los d¨ªas que tienen que pasar las familias separadas por motivo del trabajo de estos hombres y mujeres que parten con frecuencia a misiones internacionales como las de Bosnia, Kosovo o Afganist¨¢n, que hacen guardias y maniobras y, por supuesto, los que acudimos con nuestros hijos es para que puedan pasar el d¨ªa con sus padres y familiares y no para "aparcarlos"en una guarder¨ªa improvisada.

Desde aqu¨ª quiero decirle al general que no hay ning¨²n mal en que nuestros hijos, que han estado presenciando un acto militar con total y absoluta correcci¨®n, est¨¦n con sus padres en unos comedores atestados de gente y de ruido para tomar un refresco y un pincho de tortilla, tengan la edad que tengan.

No entiendo el motivo de este castigo ni la falta de consideraci¨®n hacia los invitados.