La distancia impuso la paz
Cada afici¨®n vivi¨® el 'derby' en su propio estadio y apenas se registraron incidentes
Ni una sola garganta grit¨® gol en la grada del Ruiz de Lopera cuando, a falta de un cuarto de hora para el final del derby, Marcos Vales hizo el tanto de la victoria del Sevilla. Tan solo Anto?ito, el autor del pase, se hizo escuchar cuando, en la celebraci¨®n del gol, se encar¨® con los ultras del Betis para celebrar el tanto de su compa?ero. Una provocaci¨®n innecesaria que s¨®lo pudo costarle un disgusto al f¨²tbolista sevillano.
Unas pocas manzanas m¨¢s all¨¢, en el S¨¢nchez Pizju¨¢n, alrededor de 10.000 sevillistas estallaron de j¨²bilo en ese mismo instante. Las sucesivas repeticiones de la jugada del gol en las tres pantallas gigantes instaladas por el Sevilla en su estadio permitieron a los socios disfrutar del momento una y otra vez. Nunca antes se hab¨ªa cantado tantas veces el mismo gol en aquel campo.
En el an¨®malo domingo de f¨²tbol provocado por la decisi¨®n del Betis de no vender entradas, no faltaron en el S¨¢nchez Pizju¨¢n ni los papeles de colores cuando el Sevilla salt¨® al campo rival, ni los abucheos cuando fueron los jugadores b¨¦ticos los que aparecieron por el t¨²nel de vestuarios, ni los abucheos cada vez que Lopera aparec¨ªa en pantalla.
Antes del partido, el S¨¢nchez Pizju¨¢n vivi¨® en sus aleda?os el ambiente de un domingo de f¨²tbol m¨¢s: all¨ª hab¨ªa puestos de perritos calientes, chucher¨ªas y alg¨²n que otro polic¨ªa; en el interior, bufandas, pancartas, c¨¢nticos y vigilantes de seguridad a pie de c¨¦sped.
En el Ruiz de Lopera, el ambiente de gala que los socios prepararon para recibir al vecino se vio empa?ado dr¨¢sticamente con el gol sevillista. A falta de muchos minutos a¨²n para el final del encuentro, el tanto de Marcos Vales dio comienzo al triste peregrinar de abonados b¨¦ticos escaleras abajo, camino del exterior del estadio.
Al menos, la decisi¨®n de separar a ambas aficiones e impedir que los sevillistas acudieran al Ruiz de Lopera favoreci¨® que apenas se registraran incidentes en los aleda?os del campo antes del partido.
El fuerte dispositivo policial s¨®lo tuvo que entrar en funcionamiento cuando, una hora antes del comienzo del partido, los aficionados radicales del Betis empezaron a quemar papeleras y tumbar contenedores en la calle Tajo, su habitual punto de encuentro.
Las unidades antidisturbios cargaron con contundencia, tres veces, una cada diez minutos. No hubo detenidos ni heridos graves, pero la operaci¨®n policial consigui¨® su objetivo: a las 20.00, la calle estaba cortada por la polic¨ªa, los locales que venden bebidas y bocadillos fueron cerrados, y los ultras enfilaban con antelaci¨®n el camino de la grada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.