El d¨ªa de despu¨¦s ?Y ahora qu¨¦?
Tras la concentraci¨®n que jam¨¢s haya contado con m¨¢s apoyo institucional, con m¨¢s recursos, con m¨¢s cobertura de los poderosos, llega el momento de saber cu¨¢l es el balance de la manifestaci¨®n.
El 2 de marzo, por la tarde, no ha cambiado nada sustancial ni desde el d¨ªa anterior, ni incluso desde el 2 de marzo del a?o pasado. El Gobierno, que ten¨ªa la responsabilidad de resolver los problemas h¨ªdricos de nuestra Comunidad, contin¨²a teniendo la misma capacidad para resolverlos, la misma legitimidad y, sin duda, la misma insolvencia.
?Para qu¨¦ ha servido tanta propaganda, tanta crispaci¨®n, tanta ignominia?
El Partido Popular ha incautado los recursos de todos para relanzar su delicada situaci¨®n partidaria sin importarle nada ni nadie. Produce perplejidad ver encabezar la revuelta a los culpables de la situaci¨®n denunciada.
Durante los a?os de gobierno del PP pasamos de la doctrina Aznar que reclamaba la irreversibilidad de la naturaleza creada por la divinidad y que no permit¨ªa ninguna alteraci¨®n a la m¨¢s entusiasta voracidad trasvasadora, eso s¨ª, de un s¨®lo r¨ªo.
Ayer como hoy, en esta cuesti¨®n como en tantas otras, la br¨²jula del PP se orienta en funci¨®n de la posible obtenci¨®n de r¨¦ditos electorales sin ning¨²n pudor. ?Qu¨¦ importa que en el camino aumente la crispaci¨®n, el enfrentamiento territorial, o se constate la lejan¨ªa real de la soluci¨®n?
Pronto habr¨¢n pasado dos a?os de la aprobaci¨®n de la ley del Plan Hidrol¨®gico Nacional. La mayor¨ªa absoluta despreci¨® el consenso, impuso su visi¨®n unilateral, ha provocado la confrontaci¨®n y -sobre todo- ha sido incapaz de dar un palo al agua para resolver la insuficiencia h¨ªdrica de la Comunidad Valenciana.
Pero ahora, cuando empieza a percibirse el final del ciclo conservador, los dirigentes del PP se han empe?ado en buscar viejas recetas para conseguir como anta?o generar la suficiente niebla que no permita ver la desnudez de su propuesta.
Nuestro pa¨ªs necesita agua. Y agua para todos, sin duda. Conseguirla sin atavismos, sin fantasmas disfrazados por Carnaval de salvadores, es una cuesti¨®n que debe unir a los valencianos desde el mejor esp¨ªritu de la cohesi¨®n, de conjugar la pluralidad que subyace en la Constituci¨®n.
Para ello, cada uno debe empezar a cumplir su misi¨®n. Empezando por el gobierno, obligado a ejecutar las obras contempladas en el anexo de la ley -aprobado por unanimidad- y que viven en el sue?o de los justos o, en el mejor de los casos, de las primeras piedras.
La Uni¨®n Europea subvencionar¨¢ proyectos que aseguren el crecimiento econ¨®mico y la sostenibilidad de la Comunidad. Con car¨¢cter previo es indudable que el Gobierno espa?ol debe proponer los proyectos que hasta ahora s¨®lo ha enunciado, completar la informaci¨®n solicitada, mejorar los aspectos medioambientales que permanecen adosados a planteamientos no asumibles por la legislaci¨®n de la que nos hemos dotado los europeos.
Ning¨²n gobernante tiene hoy m¨¢s legitimidad que ayer para nada que no sea cumplir con su obligaci¨®n.
Seguir por el camino de la divisi¨®n, encorsetando las diferencias s¨®lo va a servir para que el PP pueda seguir exhibiendo nimios pretextos para camuflar su total incapacidad en la realizaci¨®n de las obras hidr¨¢ulicas. Por tanto, una vez concluida la concentraci¨®n del domingo, es el momento de preguntarle a los responsables del PP en la Comunidad Valenciana y en el Gobierno, Jos¨¦ Luis Olivas y Eduardo Zaplana, ?y ahora qu¨¦? ?estamos m¨¢s cerca o m¨¢s lejos de la soluci¨®n?
Nosotros continuaremos empe?ados en una v¨ªa de di¨¢logo, eficacia y costes asumibles. Los valencianos no podemos esperar ocho a?os m¨¢s de propaganda.
Joaquim Puig es S¨ªndic del Grup Parlamentari Socialista de Les Corts Valencianes.
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