M¨¢s de 60 trucos digitales dan tono de c¨®mic al filme 'Mortadelo y Filem¨®n'

Es la calle m¨¢s famosa del c¨®mic espa?ol y ha saltado a la gran pantalla con el mismo ¨¦xito; pero la calle no existe. Es pura ilusi¨®n. En la 13 rue del Percebe que aparece en la pel¨ªcula de Javier Fesser, Mortadelo y Filem¨®n, s¨®lo existe la planta baja y la entrada principal. El resto son dos metros de maqueta -dise?ada por Ra¨²l Romanillos y preparada para que la fachada caiga de una forma determinada- y los interiores de las viviendas, rodados ¨ªntegramente en plat¨®s.

La mezcla es obra y arte de los efectos digitales, esos trucos que consiguen enga?ar al ojo del espectador (porque no se ven). Los trucos tienen un gran peso en el filme.

Adem¨¢s de llevarse buena parte de los siete millones de euros presupuesto, y alargar hasta los seis meses su montaje y posproducci¨®n, han determinado que el material recopilado durante las 13 semanas de rodaje fuera ¨ªntegramente pasado a formato digital.

Un efecto cada dos planos

En total son 150.000 fotogramas escaneados en alta resoluci¨®n para conseguir los colores brillantes que le dan el tono de c¨®mic que buscaba el director. "Hay 400 planos digitales, a una media de un efecto cada dos. Su creaci¨®n casi termina con todo el equipo", cuenta su responsable, F¨¦lix Berg¨¦s.

En Daiquiri, la empresa del grupo Telson especializada en efectos digitales que ¨¦l dirige, trabajaron esos seis meses entre 15 y 30 personas, "seg¨²n los momentos".

Unos s¨®lo vieron part¨ªculas de polvo. Otros terminaron odiando a un insignificante mosquito y la gran mayor¨ªa se rompi¨® la cabeza para conseguir 150 modalidades de tortazos. Todos distintos. "Lo m¨¢s complejo ha sido generar tanto golpe por ordenador, y no repetirse. Tambi¨¦n fue dif¨ªcil conseguir el efecto ca¨ªda de la 13 rue del Percebe o el despertar de los agentes de la T.I.A., Mortadelo y Filem¨®n", al principio de la pel¨ªcula.

No es la primera experiencia de Berg¨¦s en el cine. Lleva m¨¢s de 20 a?os creando ilusi¨®n ¨®ptica, cuando dej¨® su empleo en la facultad de F¨ªsica porque le encantaba programar. "Me propusieron crear un programa de animaci¨®n en la empresa ATC", una de las primeras en Espa?a en crear efectos especiales.

No le ha ido nada mal: tiene en su haber tres premios Goya a los mejores efectos especiales. Uno por El Milagro de P. Tinto, dirigida por su amigo y director de Mortadelo y Filem¨®n, Javier Fesser. Y los otros dos por La Comunidad y 800 balas, ambas del director ?lex de la Iglesia.

El proceso de posproducci¨®n empieza cuando termina el montaje de la filmaci¨®n en 35 mil¨ªmetros. Como los planos digitales no existen -se crean m¨¢s tarde para luego integrarse en la totalidad- el equipo de efectos digitales debe dibujarlos en un borrador para que el montador pueda unir las diferentes secuencias. Despu¨¦s se escanea la pel¨ªcula y empieza la labor de posproducci¨®n, "cuando se dibujan y animan de verdad", dice B¨¨rges.

Este trabajo tiene muchas similitudes con el desarrollo de un videojuego. "La diferencia es que en el cine debes integrar a los personajes y animaciones 3-D en una secuencia real. Y eso es m¨¢s complejo. No se puede ni se debe notar la mezcla, aunque siempre quedan peque?os errores", explica.

El departamento de 3-D es donde se dibujan y crean las animaciones ficticias. Por ejemplo el mosquito. Despu¨¦s pasa a composici¨®n, donde se juntan las diferentes capas que los componen. Los primeros trabajan con Maya, Soft Image y 3D Studio Max. Los segundos con Shake e Illusion. Tambi¨¦n con software propio, programado por Berg¨¦s. "En esta pel¨ªcula hemos desarrollado uno, llamado Marbella. Algo que hacemos cuando los que usamos no sirven para lo que necesitamos". Pero este profesional autodidactica que se ha tenido que reciclar constantemente reconoce que las m¨¢quinas y los medios con los que trabajan hoy les han facilitado realmente la vida.