El debate del porro
La lista de sustancias prohibidas, que entrar¨¢ en vigor el pr¨®ximo enero, estar¨¢ guiada por las tendencias m¨¢s inmovilistas
Hay gente como Bengt Saltin, el fisi¨®logo sueco, el cient¨ªfico m¨¢s citado por sus pares, que creen que la lucha contra el dopaje desperdicia talento, energ¨ªas y dinero persiguiendo sustancias menores. "Hay que concentrarse en lo verdaderamente grave", dice; "en lo que pod¨ªamos llamar drogas duras del deporte, en los anabolizantes, en la hormona del crecimiento y en los productos para el dopaje sangu¨ªneo, la EPO, sus derivados y las hemoglobinas sint¨¦ticas. Los dem¨¢s productos son un problema menor". Los dem¨¢s son, mayormente, estimulantes, corticoides y las drogas recreativas, la coca¨ªna y la marihuana, sobre todo, que los deportistas pueden consumir en su tiempo libre, de la misma manera que pueden fumar tabaco o beber alcohol sin que se les castigue por ello. Para Saltin, el criterio para incluir una sustancia en la lista de productos prohibidos deber¨ªa ser doble: que sea perjudicial para la salud y que mejore el rendimiento.
Pero gente como Saltin son minor¨ªa. "Aqu¨ª han dominado y decidido los conservadores del COI", dice, resignado. Se refiere a la redacci¨®n del C¨®digo Mundial Antidopaje. Mientras en los primeros dos borradores se trabajaba con los criterios que defienden Saltin y la mayor¨ªa de los cient¨ªficos, en el tercero, junto al peligro para la salud y la mejora del rendimiento, se a?adi¨® un nuevo concepto denominado oficialmente el esp¨ªritu del deporte, definido unilateralmente por los redactores como "la celebraci¨®n del esp¨ªritu humano, del cuerpo y de la mente". As¨ª, los compiladores de la lista de sustancias prohibidas, la primera de car¨¢cter universal, que entrar¨¢ en vigor el 1 de enero de 2004, pueden a?adir productos que cumplan, a su entender, dos de las tres condiciones, o bien que mejore el rendimiento y sea malo para la salud, o que mejore el rendimiento y aun no siendo peligroso sea contrario al subjetivo criterio del esp¨ªritu del deporte, o bien que no mejore el rendimiento y siendo da?ino para el cuerpo da?e tambi¨¦n el alma.
Esa introducci¨®n ¨¦tica, que algunos participantes en la conferencia ya interpretaron como el deber del deportista de asumir su papel de modelo de comportamiento para la juventud, no s¨®lo no gust¨® a los cient¨ªficos, sino tampoco a algunos gobiernos. Reducido al absurdo, como lo hizo incluso uno de los miembros de la AMA, ese criterio prohibir¨ªa cualquier medicamento, ya que se puede interpretar como contrario al esp¨ªritu del deporte el uso no terap¨¦utico y a dosis m¨¢s altas de las necesarias de un producto, y eso ser¨ªa dopaje porque todos los medicamentos, por definici¨®n, son peligrosos para la salud, tienen efectos secundarios. "Pero debemos hacer que impere el sentido com¨²n", dijo la AMA. Con lo cual no prohibir¨¢ el antiinflamatorio Voltar¨¦n, con el que m¨¢s abusos se cometen, v¨ªa infiltraciones o friegas excesivas, y causante de varias decenas de lesiones cr¨®nicas entre futbolistas. Pero s¨ª que se mantendr¨¢n en la lista los corticoides, pese a que, seg¨²n los ¨²ltimos estudios, no mejoran el rendimiento.
Y tambi¨¦n se mantienen la marihuana o las drogas recreativas, aunque no influyan en el rendimiento, lo cual plantear¨¢ problemas legislativos en Holanda, donde el consumo de cannabis est¨¢ legalizado. Y en el pa¨ªs donde un porro no es sin¨®nimo de mala imagen, ser¨¢ dif¨ªcil explicarles a los deportistas que para ellos est¨¢ prohibido lo que para los dem¨¢s ciudadanos est¨¢ permitido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.