Blair debate sobre Irak en la MTV con decenas de j¨®venes
El primer ministro brit¨¢nico sale bien librado de las preguntas de chicos y chicas de 24 pa¨ªses en la cadena de televisi¨®n
No ser¨¢ por intentarlo. Tony Blair, cada d¨ªa m¨¢s lejos del presidente espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, en su manera de hacer pol¨ªtica, se someti¨® ayer a otro interrogatorio en vivo en televisi¨®n en su en¨¦simo intento de cambiar el rumbo antibelicista de la opini¨®n p¨²blica mundial. Esta vez fue en la televisi¨®n joven por excelencia, la MTV, donde se someti¨® a las preguntas de 40 j¨®venes de 24 pa¨ªses en un debate que ser¨¢ visto por 300 millones de espectadores en el mundo. "No le hemos encontrado las cosquillas a Blair; si es que las tiene...", reconoci¨® al final, alica¨ªda, la espa?ola Carolina Ramos.
Carolina, madrile?a de 21 a?os, estudiante de Filosof¨ªa, estaba entre los elegidos por MTV para participar en el llamado F¨®rum con Tony Blair. ?Es la guerra la respuesta?, que ser¨¢ emitido esta noche en el Reino Unido y se podr¨¢ ver en Espa?a el pr¨®ximo jueves, d¨ªa 13, a las diez de la noche.
"Todav¨ªa no lo he reposado, pero me parece muy bien que se hagan estas cosas", explicaba Carolina inmediatamente despu¨¦s de la grabaci¨®n del programa, a primera hora de la tarde de ayer en Wembley, al noroeste de Londres. Pero la joven madrile?a parec¨ªa algo decepcionada. "Es que no le hemos encontrado las cosquillas a Blair..., ?si es que las tiene!", admiti¨®. "Me he quedado un poco chafada", a?adi¨®, reconociendo as¨ª que el primer ministro brit¨¢nico hab¨ªa salido con bien del envite.
No es la primera vez que Tony Blair se enfrenta en vivo a una audiencia dif¨ªcil, compuesta por gente de la calle mayoritariamente opuesta a la guerra. Ayer eran 40 j¨®venes de 24 pa¨ªses distintos, entre los que hab¨ªa una clara mayor¨ªa de antibelicistas. Hubo todo tipo de preguntas. Desde las inevitables inquisiciones sobre qu¨¦ pensaba frente a un veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas hasta las esperadas acusaciones de que detr¨¢s de esta guerra se esconde una batalla por controlar el petr¨®leo de Irak y un intento de Estados Unidos por hacerse con la llave de Oriente Pr¨®ximo.
Adaptando su discurso a una audiencia mayoritariamente joven y multinacional, Tony Blair quiso dejar muy claro que la guerra no es un capricho de Estados Unidos, sino la consecuencia de la negativa del dictador iraqu¨ª, Sadam Husein, a colaborar con los inspectores de armas de Naciones Unidas. Y defendi¨® la idea de que, para evitar malos entendidos, fueran las propias Naciones Unidas quienes gestionaran el petr¨®leo iraqu¨ª de acuerdo con los intereses de Irak.
La joven audiencia pareci¨® particularmente sensibilizada por los problemas de Oriente Pr¨®ximo y ansiosa por denunciar el doble rasero de Washington frente a los abusos de Israel o los de los palestinos. Ah¨ª el primer ministro brit¨¢nico tuvo menos cintura, seguramente porque le faltaban argumentos.
Como le faltaron argumentos tambi¨¦n para contestar a un estudiante brit¨¢nico que le replic¨® que si hab¨ªa guerra en Irak "va a aumentar el riesgo de que haya ataques terroristas". "Yo mismo puedo fabricar armas qu¨ªmicas en mi casa de campo", le espet¨® por su parte un joven sueco.
"No queremos bombardeos que maten m¨¢s iraqu¨ªes. ?Por qu¨¦ no asesinan a Sadam?", le pregunt¨® una muchacha iraqu¨ª. "Hay dos respuestas ante eso: el desarme voluntario o el exilio", le contest¨® Blair. "Si el exilio de Sadam Husein evita el conflicto, estoy dispuesto a aceptarlo", a?adi¨®.
El mejor momento para el primer ministro brit¨¢nico lleg¨® cuando Ahman Hasan, un iraqu¨ª de 23 a?os exiliado en Londres, le jale¨® para que "eche de Irak a ese diab¨®lico dictador". "Aplaudo su coraje y su determinaci¨®n. Por favor, ?eche a Sadam!", a?adi¨® ante un Blair casi emocionado.
"Ha contestado muy bien a las cuestiones importantes", resumi¨® Hasan despu¨¦s del debate. "Creo que quiere liberar a la gente del yugo de Sadam Husein. Para m¨ª, Sadam no ha cumplido ninguna de las resoluciones de Naciones Unidas", resumi¨® este joven nacido en Bagdad y ardiente defensor de la intervenci¨®n armada.
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